Pifia en el IEEPO, golpe a otra mafia

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Cuauhtémoc Blas

 

Con el affaire del IEEPO con Gilberto Eulogio Sánchez Ortiz (“Geso”, para sus amigos) fue grande el tropiezo del grupo compacto y persistente que ha sostenido la dinámica de lo sustancial del manejo del IEEPO en toda su historia, los dineros. Este personaje sin duda ya no esperaba ni deseaba esa dirección general. Pero tampoco podía desdeñar a su banda que lo necesitaba ahí para administrar de manera más eficiente su disputa con la federación ante los cambios que impone la Reforma educativa federal. La capacidad técnica de “Geso” no está en duda.

 

El grupo que lidera Sánchez Ortiz junto con Javier Sánchez Pereyra (éste redactor final del bodrio de PTEO) es compacto y se fortaleció en los tiempos cuando el hoy secretario general de gobierno Alfonso Gómez Sandoval fue director del IEEPO. Figuran también Samael Hernández, Eduardo Escárraga, Daniel Bautista, Mario Chávez, Artemio Reyes, quienes han ocupado cargos claves como jefaturas de personal, de planeación, de informática, coordinación de asesores, donde han manejado los sistemas esenciales para el manejo del IEEPO en casi tres décadas.

 

Muchos de ellos fueron despedidos con el arribo del “gobierno del cambio”, y estuvieron separados menos de un año de sus redituables cargos, hasta que los nuevos dueños de la administración pública se percataron que con esos despedidos podían manejar mejor ese filón de casi 13 mil millones de pesos del sector servicio educativo en Oaxaca y fueron a llamarlos.

 

En lo que la burocracia de abajo del IEEPO llamó “El retorno de los brujos” (a lo que se opusieron con pancartas y proclamas) ellos regresaron a sus cargos no sin, incluso, imponer condiciones y hasta exigir plazas para sus familiares. Así reiniciaron sus manejos de presupuestos y demás que les permite ser los operativos de la Institución.

 

En cargos que ya no pudieron ocupar designaron a alguno de los suyos, como el caso de Javier Sánchez Pereyra quien mandó a la Coordinación de Planeación del IEEPO a su pupilo Fernando Velasco Alcántara donde aún se encuentra. Éste último personaje capacitado y bien asesorado es quien el grupo perfila para ocupar el cargo hoy vacío de la dirección general del IEEPO.

 

Porque este grupo que dirige y seguirá dirigiendo “Geso”, con Sánchez Pereyra, Escárraga, Samael, Bautista cuentan con sólida formación y conocimientos sobre educación y técnicos, destacadamente en informática. Grupo compacto que ha sobrevivido con este manejo de la administración y merced a sus ramificaciones en toda la estructura burocrática y nexos con la Sección 22, cuenta además con padrinos políticos que los hace más compacto y poderosos. Hoy tienen en la SEGEGO nada menos que a su ex jefe Flaco Sandoval el que sin duda fue quien más que entronizar a “Geso” lo empinó para sacarlo de su redituable y estratégico anonimato y lo lanzó a los lodazales de la fama.

 

Especializados en sus negocios privados con recursos públicos desde el sector educativo esta camarilla o mafia no alcanzó a vislumbrar los enormes riesgos de su salida de las cañerías del sistema a la notoria función pública. Hombre acaudalado es Gilberto Sánchez, con 66 años de edad, no tan grande pero sin necesidad de entrar a la guerra de la política educativa ocupado en sus ranchos en el Istmo de Tehuantepec que sostiene con alta y sofisticada tecnología.

 

“Geso” o “Gibe” es inexplicablemente millonario pues ni con sus intactos sueldos de todos sus años como empleado público se entendería ese enriquecimiento. Ya destacaba en Tehuantepec en su nueva fase de terrateniente como se lee en esta nota: Denuncian a prepotente terrateniente de Mazatán http://www.salinacruzenlinea.com.mx/?stat=noticias&id=325&img=lg.jpg

 

Así como él los otros de este grupo mencionado de burócratas muestran una solvencia exagerada para los modestos cargos que han tenido, Samael, Escárraga, Pereyra, Bautista, Artemio Reyes Toscano, entre otros. Ellos han tenido papeles importantes también en la relación gobierno-magisterio, como contacto entre los grupos de la sección, e incluso encargados de la versión final del PTEO para lo cual se designó un equipo numeroso que durante 10 meses “trabajó” este documento sin pies ni cabeza pero donde cada uno de los participantes recibió su pago en la modalidad de viáticos por 2 mil pesos diarios. Claro, los jefes ganaban más como el mismo Pereyra o Benjamín Maldonado el mago de la comunalidad que inventa cualquier cantidad de absurdos para querer sostener su redituable “teoría multicultural” como esos 2 millones de indígenas oaxaqueños que no existen.

 

Fue notorio que la designación de Sánchez Ortiz se decidió con poco concurso del gobernador que lo destituyó rápidamente ante el escándalo de sus mujeres del facebook  o más probablemente por presiones de la sección 22; designación que se operó desde la oficinas de la SEGEGO con su titular queriendo tomar la riendas de las posiciones más importantes del gobierno, ¿aunque para qué las querrá si todo lo hacen mal? Con esta pifia recibieron un duro golpe al destapar su propia cloaca, y de paso le hicieron un enorme favor al gobierno federal que se fortalece.

 

Las conexiones de esa poderosa camarilla, con sus nexos con la sección 22 y políticos del viejo régimen apenas empiezan a salir a la luz, junto con toda su maraña de intereses, tráfico de poder, corrupción, todas evidencias claras con que le han facilitado al gobierno federal el desmenuzamiento de ese entramado productor de millonarios que ha sido el IEEPO.

 

Todo esto muestra el grado de desesperación de los cómplices de 34 años ante el nuevo panorama con las Reformas educativas federales que los ha puesto en peligro: sección 22, camarilla burocrática, seudo académicos, gobernantes en turno. Todos involucrados en esos manejos en el IEEPO que el próximo enero pueden dejar de tener en su poder. En este escenario se puede ver que el gobierno del estado más que rehén de la sección 22 está asociado  e involucrado con la gremial en esa dinámica perniciosa. Eso explica mejor la apología que hace a todo lo que conviene a la 22. Conviene a ambos.

 

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