UABJO, larga crisis

Imprimir

Cuauhtémoc Blas

 

La Universidad pública local, la UABJO, acaba de salir de otro tortuoso proceso de elección de rector. Como desde hace 12 años el candidato del Sindicato Único de Maestros (SUMA) ganó las elecciones. La hegemonía del viejo y dividido STAUO declinó desde el asesinato a su líder Nahún Vásquez Carreño en 1996. No obstante, ese sindicato logró tener aún el control de la rectoría otros dos periodos, con la viuda de Nahúm, Leticia Mendoza Toro y con Hermenegildo Velázquez.

 

En el año 2003 se creó el sindicato SUMA, con la irrupción decisiva de su líder moral desde entonces, el profesor jubilado de la Facultad de Derecho Abraham Martínez Alavés. En 2004 ganan la rectoría con Francisco Martínez Neri; en 2008 con Rafael Torres Valdés y en 2012 con el hijo de dicho líder moral, Eduardo Martínez Helmes. El control de SUMA de Martínez Alavés es innegable.

 

Otro Martínez llegó ayer a la rectoría de la UABJO, Eduardo Bautista Martínez, también abanderado de SUMA. Su ventaja en número de votos fue grande, y sorprendería a quien no conociera los usos y costumbres de la universidad local, la más rezagada del país de acuerdo a los indicadores oficiales desde hace décadas.

 

UABJO levantarla de escombros

 

En reto es mayúsculo, levantar de esos escombros a la UABJO. Obviamente, los ofrecimientos de campaña son eso, propaganda, proselitismo, pues ¿cuánto tiempo y cuánto dinero hará falta para lograr ese objetivo? Habida cuenta de ser la Universidad estatal que menos subsidio recibe de todas las del país, merced a su muy bajo rendimiento y mala calidad educativa. Pero por sobre todo, ¿de dónde sacará la capacidad académica si también es la más huérfana de ello?

 

La Universidad local recibe alrededor de 800 millones de pesos, de un promedio nacional de 1 mil 500 millones. Los clamores de sus autoridades para incrementarlo no han tenido eco, toda vez que en vez de apuntalar la calidad, la caída de ésta es casi estrategia institucional.

 

Una evaluación amplia y académicamente avalada por la Asociación de Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES) muestra el ranking de esas instituciones en México, donde la UABJO se ubica en el penúltimo lugar de 39 instituciones de los 32 estados de la república. Sin contar a la UNAM, IPN, ni Institutos particulares como el Tec de Monterrey, Anáhuac, entre otros, que por cierto en otras mediciones están en los primeros sitios.

 

Penúltimo lugar nacional en calidad

 

Ese estudio publicado en la revista 166 de la ANUIES “La calidad de las universidades públicas estatales en México desde la perspectiva de un multi-ranking” de Santos López Leyva, pone por encima de la UABJO, en el lugar 35 a la Universidad de Mar (Costa de Oaxaca) y en el 36 a la Universidad de la Mixteca. La UABJO está en el lugar 38. El último lugar, el 39 corresponde a la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. http://publicaciones.anuies.mx/pdfs/revista/Revista166_S2A1ES.pdf

 

Este instrumento de medición señala que trabajó con siete variables: 1) profesores de tiempo completo (ptc); 2) ptc con reconocimiento vigente de perfil deseable en el Programa de Mejoramiento del Personal Académico (promep); 3) ptc con reconocimiento en el Sistema Nacional de Investigadores (sni); 4) ptc con estudios de posgrado; 5) número de programas de posgrado en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (pnpc); 6) cuerpos académicos consolidados reconocidos por promep, y 7) cuerpos académicos en consolidación.

 

Lo anterior sólo contempla, como se ve, calidad académica, hay mediciones de otros aspectos que la dejan igual de mal parada, pero no cabrían acá. Lo que no se puede dejar de mencionar es la falta de cumplimiento de una esencial misión universitaria que es la investigación, a la que desde hace años esa Universidad destina el mínimo guarismo de 0.09 por ciento de su presupuesto. Y sin investigación no hay Universidad, pues el conocimiento se estanca, se hace anacrónico si no hay creación de otros nuevos.

 

Ha sido un largo descenso de esa institución que reclamaba ser heredera del Instituto de Ciencias y Artes de Benito Juárez, y que hoy se encuentra tan lejos de aquellos gloriosos años, de aquellos grandes que marcaron la historia de este país. Hay mucho que componer, corrupción y porrismo, las peores lacras a eliminar. Difícil.

 

www.revistaenmarcha.com.mx y lc.blas@gmail.com