Diputados apoyan el despojo de Petapa a Matías

Imprimir

 

A la actual legislatura local se le pueden reclamar las mismas imposturas y omisiones que a las precedentes, que carece de autonomía, que sólo funge como oficialía de partes del poder ejecutivo, etc.; también lo que hoy se discute en el ámbito nacional, que sus integrantes carecen de las capacidades necesarias para realizar un buen papel.

Por ello, por ejemplo, nuestros flamantes diputados federales aunque pelean lo más probable es que no alcancen la presidencia de alguna comisión importante de la LXI legislatura federal.  No hay especialistas en alguno de los grandes temas nacionales. Por el contrario, de nuevo parecen perfilarse como exponentes de maniobras de presión y fuerza, de escándalo. Destacan para esta actividad Elpidio Concha y Sofía Castro, conocidos en el ámbito nacional, con su capitán del “Bronx” Héctor Pablo Ramírez Leyva, ex golpeadores de Murat.

También en el Congreso local predominan estos perfiles, lo que no es poca desventaja para Oaxaca, pues múltiples asuntos que no necesariamente son impuestos por el ejecutivo tienen en nuestra legislatura un trato superficial, debido, precisamente, a esa falta de oficio de los legisladores. Aunque afortunadamente hay excepciones, sobre todo en algunos opositores, sin embargo no se vieron en la reciente sesión de la Comisión Permanente del Congreso local.

Este 10 de septiembre dicha Comisión del congreso local turnó a la Comisión Permanente de Asuntos Agrarios  un exhorto enviado por el Congreso de la Unión a los municipios de Matías Romero y Santa María Petapa “a procurar la definición de sus límites territoriales”.

A simple vista lo anterior parecería un gesto de buena voluntad de los legisladores, sin embargo no es así, puesto que busca legitimar un conflicto a todas luces artificial, creado en el sexenio del ex gobernador de triste memoria José Nelson Murat Casab, para socavar al gobierno municipal de oposición entonces en Matías Romero.

Desde esos años 2002-2004, la familia caciquil de Santa María Petapa, que hoy comanda el dos veces presidente municipal de Petapa y hoy diputado local por ese distrito istmeño, Germán Juárez Mendoza, inició una reclamación infundada que sin embargo estuvieron preparando con antelación.

Desde que el 30 de mayo de 1997 la ineficiente y creadora de conflictos Secretaría de la Reforma Agraria (SRA, hoy en extinción) comisionó al topógrafo Natalio Herminio González para deslindar 37 mil 270 hectáreas reconocidas como Bienes Comunales de Santa María Petapa. Aquí no se hallaban incluidas las 620 hectáreas que se habían comprado para Matías Romero desde 1902 a Petapa y El Barrio de la Soledad.

El 10 de junio de 1997 el comisionado entrega su informe donde ya incluye en los Bienes Comunales de Petapa esas 620 hectáreas de Matías Romero.  Por este motivo el 29 de octubre de ese mismo año la SRA desaprueba el veloz estudio que el comisionado realizó en 10 días, para corregir la inclusión de las hectáreas de la zona urbana del Ejido “Matías Romero”.

Pero algo detuvo esta corrección y en la Resolución Presidencial el irresponsable comisionado topógrafo  Natalio Herminio González, de manera ilegal incluyó esas 620 hectáreas correspondientes al Fundo Legal de la ciudad de Matías Romero y a terrenos del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec.

Los legisladores deberían revisar un poco los antecedentes y no dar por cierto algo sólo porque alguien lo dice, cualquiera puede reclamar cualquier cosa, pero en este asunto los argumentos legales y razonables están muy claramente a favor de Matías Romero. De ahí que haya ganado todos los pasos legales, amparos y hasta una controversia constitucional.

No hay, pues, indefinición alguna de límites, sino una reclamación ilegal y con dolo por parte de los caciques de Santa María Petapa. (Éstos toman el mal ejemplo sentado por la federación en la Colonia Cuauhtémoc, agencia municipal de Matías Romero, quienes con los argumentos legales y pruebas a su favor fueron despojados de la razón a favor de Santa María Chimalapas. Con esto de inmediato se perdió la gran producción de ganado que ahí había. ¿Con Petapa quieren reeditar esta absurda historia?).

Esos terrenos fueron vendidos por Petapa desde 1902, como consta en documentos legales de la época, y como puede leerse en dichos papeles entre los cuales figura la creación del municipio de Matías Romero el 8 de noviembre de 1906 en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Oaxaca:

“...Con el nombre de Matías Romero se erige en pueblo la ranchería de “Rincón Antonio Nuevo”, de la Municipalidad de Santa María Petapa, del Distrito de Juchitán, comprendiéndose en la jurisdicción de la nueva Entidad Municipal la Ranchería de Rincón Antonio Viejo y las agrupaciones denominadas “Las Flores”, “Guelavego”, “Septuni-Grande”, “Las Arenas”, “Paso Guayabo” y “Barrancones...”.

Terrenos que desde 1902 los dueños de S. Pearson and Son Limited en representación del gobierno federal compraron a Santa María Petapa y El Barrio de la Soledad, comprendiendo 620 hectáreas. Pero sólo el primero recibió los 2 mil pesos en monedas de oro, el segundo municipio, más visionario, pidió que la naciente empresa ferrocarrilera diera empleo a su gente, lo que se cumplió.

Quedó establecido desde entonces que esos terrenos se destinarían al Ferrocarril Nacional de Tehuantepec y que el gobierno federal podría disponer libremente de dichos terrenos comprados. La operación de compra-venta se formalizó mediante escritura pública del 1 de marzo de 1902, dando fe el Notario Público número 1, licenciado Rafael María Cano de la ciudad de Juchitán, y quedó inscrito en el Registro Público de la Propiedad con el número 80 (amplia exposición en www.revistaenmarcha.com.mx).

Con todos esos documentos Matías Romero ha demostrado de manera incuestionable que desde 1902 la comunidad agraria de Santa María Petapa vendió esos terrenos y, por supuesto, dejó de ser dueña de ellos, y es por lo menos extraño que ahora reclame un bien que ya vendió; sólo una mente extraviada puede reclamar como suyo algo que ya enajenó. En ese año aún gobernaba Porfirio Díaz y no había comunidades agrarias con esa cauda de privilegios improductivos con que nacieron en la Constitución de 1917.

Pero cuentan los caciques Petapas, que son quienes manipulan a esta población de la montaña zapoteca del istmo, no sólo con la omisión de los diputados “desinformados”, sino con la traición del presidente municipal priista de Matías Romero, José Luis Albores Gaspar, quien para lograr su candidatura a la diputación local trabaja en contra de su municipio, en busca del apoyo del diputado de Petapa, Germán Juárez, y las mansas huestes de éste, así como de los jerarcas estatales de su partido.

Trasciende, incluso, que Albores ya está “palomeado” para esa candidatura, sin embargo enfrentaría el rechazo de los matiasromerenses que son mayoría en el padrón distrital electoral, no sólo por su escandaloso enriquecimiento inexplicable y pésima administración municipal, su obnubilada prepotencia y vida disipada, sino por esta traición con qué colabora para que Santa María Petapa intente despojar a Matías Romero.