México, todo al revés

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La postración económica, política y social del México actual viene de lejos, desde el incipiente desarrollo de una iniciativa privada aldeana, sin capacidades para el desarrollo de las fuerzas productivas, sin desarrollo científico y tecnológico, hasta la mala planeación educativa nacional.

Hemos hecho todo al revés, diferente a los países desarrollados, cuya inversión en desarrollo tecnológico lo realiza la empresa privada. En Estados Unidos Procter and Gamble invierte el 15 por ciento de su facturación mundial en investigación, mucho más que la Universidad de Harvard y otras universidades de ese país.

Acá, en México, los mayores recursos en investigación los ejerce no la iniciativa privada sino una institución pública, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hasta hace poco realizaba más del 70 por ciento de la investigación en el país.

Hace 40 años se inauguraron Institutos Tecnológicos regionales cuyo lema es “Tecnología propia e independencia económica”, pero ni lo uno ni lo otro. ¿Dónde está esa tecnología propia? Esos institutos tecnológicos hoy son enormes fábricas de desempleados y subempleados, como lo es evidentemente el Tecnológico de Oaxaca. Muchos de sus egresados hoy son elegantes cajeros de los bancos o de las tiendas Telcel. Es enorme el desperdicio de recursos nacionales en esta dinámica.

¿En qué área tecnológica de qué industrias oaxaqueñas habrían de trabajar los egresados? ¿Dónde están las industrias oaxaqueñas nacidas a raíz del “desarrollo tecnológico” de esas escuales? Nada grande se ha creado a partir de ellas. Grande sólo los sueldos de la cauda de medianos profesores sindicalizados de esas instituciones de educación “superior”.

Ni en situaciones difíciles aprendemos. Hoy, en plena crisis, cuando Oaxaca y el país sufren los mayores recortes de presupuesto de su historia contemporánea, cuando la economía cae vertiginosamente y no se ve salida alguna a la crisis, los actores políticos agudizan sus miserias.

Antes que tomar medidas urgentes, coherentes, como atender el pilar de toda sociedad, la educación, pues sin educación no hay civilización, las mafias del magisterio asestan otros golpes a la sociedad oaxaqueña. Los paros y daños a la formación de generaciones de oaxaqueños desde hace 29 años persisten y persistirán sin consideración de ninguna especie, está visto.

Hemos sostenido que hacen más daño a la entidad las omisiones e irresponsabilidad del magisterio, pues un político corrupto sólo se lleva el dinero (que tampoco es una gracia), los maestros se llevan la conciencia y el futuro de los oaxaqueños, anulan la posibilidad de crear mejores personas que mejoraran su entorno y calidad de vida. Por eso tenemos esta sociedad violenta, que no respeta el Estado de derecho, una sociedad con serios problemas de civilización.

Sin educación eficiente no seremos buenos ciudadanos y tampoco buenos políticos. Por eso nuestros políticos son reflejo de todos nosotros; los políticos no crecieron en el aire, crecieron entre nosotros, son muy parecidos a nosotros, son lo que la sociedad es y produce humanamente.

Hay quienes condenan la actividad política y a los políticos, y se sitúan por encima de ese gremio que consideran cuestionable, pero los defectos de los políticos son más públicos sólo porque ocupan lugares especialmente visibles en la sociedad, por eso  resaltan mucho más sus defectos que los de las otras personas.

Todo esto es propiciado por uno de los peores sistemas educativos del mundo. Y el gobierno estatal anterior y el actual insisten en seguir abriendo escuelas, universidades regionales, les llaman. Alrededor de 20 años tiene la Universidad Tecnológica de la Mixteca, en Acatlima Huajuapan y la miseria de esa tierra desértica no ha cambiado, la emigración continúa. Los cambios han sido para empeorar. Está claro que no es éste el camino para el desarrollo de Oaxaca, pero en vez de corregir el rumbo, seguimos haciendo todo al revés.

Dicen que si empezamos hoy a cambiar hacia una buena educación tardaríamos 50 años en obtener mejores resultados, pero no se ve que podamos empezar pronto a cambiar, ¿entonces?

NOTAS AL MARGEN. La señora Georgina Hernández nos envió un correo electrónico donde relata su calvario con las instituciones médicas. Lo reproducimos acá porque refleja el de muchas personas:
“Mis hijos se encuentran con fiebre y síntomas de influenza, los llevé al IMSS como mucha gente lo hace pero desgraciadamente le dan prioridad a sus amigos o conocidos que a los que llegamos a hacer fila con orden para solicitar en "urgencias" la atención. En mi caso para mis hijos, niños de 11 y 6 años que tenían fiebre de 39 y 38 grados. Esperamos 2 horas y nada, no nos atendieron. Esa es la atención nuestro Oaxaca lindo? Se preocupan por los autos en doble fila y la salud de niños y ancianos? Y eso no fue todo. No es posible que llegue una mujer bien arreglada y la pasan en 10 minutos y los que teníamos más tiempo nos ignoraron, porque ella conocía a un médico al cual no le importó la gente que estaba esperando y sólo nos dijeron que esperáramos el turno de la tarde, pues el médico dijo que su ultima consulta era la que dio a esa mujer.

“Aún no llegaba el médico del turno de las 15 horas según nos informaron, a mí y a otra señora que llegó en la misma situación  con una pequeña que tenia 5 años y del HOSPITAL CIVIL la habían mandado al IMSS pues tenía INFLUENZA. Las enfermeras que estaban cubriendo esta área nos dijeron que no era la única vez que esto pasaba con ese mismo médico. Nos pasaron con el subdirector quien nos dijo con toda tranquilidad que no pasaba nada, que nos esperáramos una hora más. Ya les estaba dando de nuevo fiebre a los tres niños. No es posible que a los niños no les puedan dar la atención medica URGENTE! Y lo que es peor,  no es posible que no haga nada este gobierno contra esto! ¿Tenemos que tener palancas, ser influyentes para que nos atiendan?” www.revistaenmarcha.com.mx y blaslc@yahoo.com.mx