.- Educación de los niños, lo peor en la pandemia

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Cuauhtémoc Blas

 

Los niños son ya y serán más perjudicados por las secuelas de esta pandemia, Si bien biológicamente son los menos afectados por el Covid 19. Estamos, dicen los expertos, ante la mayor catástrofe educativa.

 

No hay manera de suplir a la escuela en vivo en la educación básica, ¿quién tomará la mano de los pequeños para que aprendan a dibujar las primeras letras, con la pericia de los buenos maestros? No se podrá hacer esta enseñanza por vía virtual, en las plataformas interactivas de internet, menos por la planísima pantalla de televisión.

 

“Siempre hará falta la mirada del maestro”

 

Eso es tarea de los preparados para esa importante labor, que no podrán suplir los padres de familia aún con toda buena intención. Una anécdota al respecto: Rodeábamos Guillermo Sivelli (QEPD) y quien escribe en una mesa al gobernador y al entonces rector de la UNAM, José Sarukhán, cuando el primero con su aire de suficiencia de siempre le espetó al científico:

 

“Doctor, se acerca el día que desaparezcan físicamente las escuelas y se instaure la educación a distancia, no presencial”. No pudo o no quiso ser políticamente correcto nuestro rector (ese sí Rector, no como otros pobres), y lo contradijo: “Eso no pasará, siempre hará falta la compañía del maestro, la mirada del maestro, el consejo del maestro”.

 

Debo aclarar que, al hablar hasta aquí de maestros se habla del maestro ideal. Hoy los niños están sin maestros, apartados de su ambiente escolar festivo, de amigos, juegos y todo lo lúdico de la infancia.

 

Siguiendo con lo ideal, los niños toman clase en casa frente a una pantalla, apoyados, supervisados o fastidiados por sus padres. Cambio radical de su estancia anterior en la colectividad, dentro un salón y bajo la mirada de alguien preparado para enseñar.

 

No hay que presionar a los niños

 

Hoy muchos niños están estresados bajo la mirada de sus mayores, que les urgen a participar, que les “soplan”, de lo que se dan cuenta los maestros del otro lado de la pantalla y piden a los padres que no ayuden a los muchachos. Lo peor es cuando con el ánimo de “ayudar” a los chicos se les exige como nunca antes.

 

No hay que presionar a los niños, no hay que regañarlos, están tratando de aprender en las menos óptimas condiciones pedagógicas. Casi todos sus maestros, ahora auxiliares de una pantalla, están sin capacitación en herramientas digitales y educación a distancia.

 

S 22, no ayuda y si estorba

 

Y acá entramos a nuestro contexto, donde lo ideal es excepcional, con maestros que ni siquiera tienen la voluntad de ayudar a paliar la problemática, con una sección sindical, la 22 y su CNTE

puestas a bloquear cualquier opción que no provenga de ellos, como en toda su historia. Nunca han aparejado a sus protestas alguna buena propuesta.

 

Ahora de nuevo la S 22 esgrime que presentará alternativas extraídas de su PTEO, ese bodrio de manifiesto político que nada tiene de pedagógico y sólo les sirve para oponerlo a todo. Nada de herramientas digítales y educación a distancia contiene el PTEO, por el contrario, su esencia es retornar al comunalismo del pasado, a los saberes de los pueblos. ¿Conocen a alguno de nuestros pueblos indígenas que con esos saberes no esté en la pobreza?

 

Gobierno de Oaxaca SA, omiso

 

El gobierno federal algo tenía qué hacer, al menos con la televisión y la radio, lo malo es que de manera tan improvisada en lo académico y en su cobertura que deja fuera a millones de niños. En pueblos de la Mixteca, Chimalapas, Huaves, Sierra Sur ni siquiera están informados del nuevo método para tomar clases.

 

El Gobierno de Oaxaca S A, anunció que IEEPO y CORTV llevarían las clases a los hogares oaxaqueños, a lo que ya tienen señal televisiva. Pero si eso ya lo hace la televisión nacional. Lo que debieron hacer es entrar es a esas regiones mencionadas, marginadas de todo tipo de comunicación, plantear estrategias para incluir a los más humildes. Pero no les importa.

 

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