Al colega Luis Soria Castillo, in memorian.
Cuauhtémoc Blas
El municipio es la célula básica del país, la instancia de poder más cercana a las familias, donde éstas se organizan para atender sus necesidades inmediatas, en teoría. La realidad es muy diferente en México, sobre todo en Oaxaca.
Sucede acá lo contrario de esa bonita teoría. El símil más cercano que tenemos en los municipios oaxaqueños está en la película La Ley de Herodes, dirigida por Luis Estrada y estrenada en 1999. Nuestros ediles son como el alcalde de dicha cinta: arbitrarios, prepotentes, codiciosos.
Salina Cruz, invaden propiedad privada
Diga el lector que otra cosa exhibe el presidente de Salina Cruz, Juan Carlos Atecas Altamirano, cuando se lanza contra La constitución y sus leyes centrales que sostienen, también en teoría, la propiedad privada.
Alguno del FRENA anti morenista podría pensar que, por haber llegado Atecas Altamirano al poder municipal con ese partido, ejerce lo que esa derecha ignara llama comunismo. Claro que podría acomodarse, incluso generalizarse, pues invadir propiedad privada ha sido la nefasta práctica de autoridades municipales de seudo izquierda en el Istmo de Tehuantepec, la COCEI y FUCO.
Salina Cruz no se distinguía tanto por esa dinámica, tuvo que llegar Atecas y su cabildo, para violentar esa parte del Estado de Derecho. Una autoridad que juró respetar la Constitución y sus leyes.
En esta aventura lo acompaña el agente municipal de Bahía Ensenada La Ventosa, Osiel López Jacinto, donde se ubica el predio invadido. Son cinco hectáreas, propiedad de la empresa Proyectos y Negocios Inmobiliarios S.A. de C.V., cuyo Representante, José Ismael Aguilar Valencia, se entrevistó con el edil Atecas para mostrarle las actas notariales de la propiedad. Y ni así.
La maquinaria de la localidad ha limpiado esos terrenos, lo han deslindado y entregado lotes a 40 personas. No crean que gratis, además, comprometida esa gente a engrosar la clientela política de esos Herodes. Estamos ante el delito de despojo y daño en propiedad privada
¿Y la Fiscalía General del Estado? Como siempre, protegiendo a los ediles, quienes, aunque sean demandados, tienen la impunidad que le brindan los fiscales regionales, jueces. Nunca los llaman siquiera a declarar, no los tocan ni con el pétalo de una rosa.
Pluma Hidalgo, edil imperial
Los mismo hace esa dependencia con la denuncia del Síndico del Municipio de Pluma Hidalgo, José Díaz, quien desde mayo pasado sufrió amenazas de muerte por parte del presidente municipal, Josué Silva Jacinto. Declaró que ello porque le pide transparencia en el ejercicio de los recursos, así como por denunciar sus largas ausencias del municipio, pues vive en la Ciudad de Oaxaca.
Josué, presidente imperial y conductor de flamantes camionetas, no quiere que nadie le pida cuentas, confía en sus amigos del Congreso local para que le concedan la revocación de mandato del síndico. Acusan a éste de portar sin permiso un arma de fuego. Exigen que quien está amenazado de muerte no traiga consigo ni una daga para defenderse. Cómo alguien se atreve a oponerse a los designios del Herodes.
Un médico en Huatulco
Estos pequeños tiranos locales son un ramillete de absurdos. En Huatulco, el médico presidente municipal Giovanne González García, prohibió en plena pandemia que se prohibieran las fiestas Huatulco 2020. Ello no obstante la exigencia de los hoteleros ante la inminente posibilidad de contagios del Covid 19.
Qué se mueran los feos, pero que no paren las fiestas del médico de Nueva Alianza. Parar fiestas, está visto, es pararla economía informal de las tranzas de políticos, más que la economía de los empresarios que en Huatulco exigían detener las fiestas y con ello los contagios.
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