.- No hay dictadura buena

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Ricardo Flores Magón, 98 aniversario luctuoso

 

Cuauhtémoc Blas

 

No hay dictadura buena, no la ha habido y muy seguramente no la habrá. Una dictadura es por definición un régimen autoritario, que sostiene su poder por la fuerza y la violencia, conculcando los derechos humanos, hasta los más elementales derechos de los ciudadanos. Lo primero que mata una dictadura es a la libertad de expresión. La madre de las libertades.

 

En la dictadura de 35 años de Porfirio Díaz en México, quedó muy claro lo anterior, pues en tanto clausuraba periódicos libres, reprimía y encarcelaba a periodistas críticos, por otro lado, premiaba a sus aduladores, de adentro y afuera del país. Una vieja práctica, siempre vigente, que el sangriento dictador del “mátalos en caliente” también utilizó.
Peter Hamill, historiador, escribió que el empresario editor de periódicos norteamericano William Randolph Hearst fue propietario de “un rancho en México de 2.5 millones de acres”.

 

Naturalmente, un pago del dictador para allegarse la complicidad de medios norteamericanos. Hay que decir que tuvo la habilidad el sátrapa de lograr que su gobierno no tuviera una mala impresión de los estadunidenses.

 

Hasta que el periodista norteamericano John Kenneth Turner, con su libro “México Bárbaro”, que documentó la esclavitud en que vivían buena parte de los más pobres del campo mexicano, empezó a abrir los ojos a sus connacionales.

 

Es evidente que ni el mismo Díaz se tomaba en serio ser el hombre providencial de México, el patriarca salvador y modernizador de Anáhuac. Si compraba la complicidad de la prensa internacional, era porque sabía que erigía su dictadura a sangre y fuego.

 

Mientras el sátrapa presumía una tendencia europeizante, afrancesada, que aparentaba buscar para México otros espacios internacionales, entregaba la mayoría de las riquezas al vecino del norte, los Estados Unidos. Las empresas norteamericanas fueron las más beneficiadas en su prolongado mandato.

 

Se ha atribuido erróneamente al dictador la frase de que “Pobre México tan lejos de dios y tan cerca de los Estados Unidos”. Diversos historiadores han confirmado que dicha frase fue escrita por Nemesio García Naranjo, intelectual oriundo de Nuevo León.

 

No tendría Porfirio Díaz como concebir esa frase, pues carece de sentido por partida doble en su ideario: por su entreguismo servil a ese país y por el apoyo que los gobiernos gringos dieron a su dictadura. Entre estos apoyos, sostener en las cárceles norteamericanas al indomable revolucionario Ricardo Flores Magón hasta su muerte.

 

Al fin de la dictadura del general oaxaqueño, 1910, los estadunidenses eran dueños de las dos terceras partes de los ferrocarriles en México. La otra parte de esa industria era de ingleses, alemanes y franceses. Entre esos extranjeros se repartía la mayor parte de la base económica.

 

Entonces, igual que en el pasado reciente, se consideraba que si lo que el país necesitaba era capital para modernizarse y hacer crecer su industria, habría que traerlo del extranjero, aunque los beneficiados fuera el 1 por ciento de la población y las empresas extranjeras.

 

Regeneración, el gran precursor

 

El periódico fundado por Ricardo Flores Magón, Regeneración, el gran precursor de la revolución mexicana, llegó a publicar 27 mil ejemplares, en una época donde el 85 por ciento de una población de 16 millones era analfabeta. Luego vinieron los tiempos de la persecución y destrucción de sus imprentas, así como sus encarcelamientos.

 

A 98 años de su muerte en la prisión de Leavenworth E.U. (21 de noviembre de 1922), Ricardo Flores Magón sigue vigente. Tanto que su índole rebelde pone en cuestión a cualquier poder establecido, de ahí que, después de haber sido parte central del discurso de los antiguos opositores, hoy en el poder, actualmente sea poco mencionado y menos homenajeado.

 

Hoy, 21 de noviembre a las 11 horas se hará una ofrenda floral en honor al revolucionario oaxaqueño ante su busto, erigido en la Plazuela de la Libertad de Expresión, ubicada en la esquina de Rayón y Santos Degollado de la Ciudad de Oaxaca. Será transmitido por www.facebook.com/blaslc

 

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