Cuauhtémoc Blas
Si lo primordial de cualquier institución educativa es la formación de sus estudiantes, debe volcarse con todos sus recursos hacia ese objetivo, lo que justifica la razón de ser de la misma, lo que le da sentido.
Por ello, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) diseñó su Plan de Emergencia de Apoyo a Estudiantes, con un estudio que detectó a 20 mil estudiantes de bajos recursos a quienes entregó igual número de tabletas electrónicas, para continuar sus estudios por internet.
En la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) no hubo ningún plan para atender a sus alumnos, ni estudio para apoyarlos, no destinaron recursos para proveerlos de lo necesario e inhibir que desertaran.
El dinero es prioridad, no los alumnos
La UABJO ha perdido sus objetivos, su rumbo, carece de sentido al desatender a los alumnos. La prioridad de las camarillas universitarias es otra, es pedir más recursos y remontar el estratosférico rezago de 500 millones de pesos que le estalló al actual rector, marcado en el informe de 2018 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
La otra prioridad de dichos grupos es la disputa por el botín de la rectoría. Ni los opositores a la “Familia” de Abraham Martínez, se ocupan de los estudiantes, a nadie le importan, solo quieren preservar por lo menos lo que les provee la UABJO, y si se puede adueñarse de nuevo de su conducción. Entre ellos Martínez Neri y sus amigos del “Observatorio Universitario”, quienes ya medraron y quieren más.
La Secretaría Académica de la UABJO, a cargo de Javier Martínez Marín, declaró a la prensa el viernes 25 de septiembre del 2020 que 7 mil 200 estudiantes universitarios estarían prácticamente fuera de sus clases: “Imposible clases en línea para 7 mil alumnos de la UABJO”, fue el encabezado de la nota del diario El Imparcial.
Casi la tercera parte de los estudiantes no accederían a las clases, que en esta pandemia son por vía virtual, tal y como lo acaba de ratificar el rector-usurpador en su comunicado de reinicio de clases este 6 de enero de 2021. Con los 500 millones extraviados se pueden adquirir modestas tabletas de 4 mil pesos para todos los alumnos de la UABJO, y sobraría mucho.
Ninguna medida de apoyo a alumnos
Aunque tenemos información extraoficial de que sólo 12 mil alumnos se habrían inscrito y reinscrito en este ciclo escolar, esto es, menos de la mitad del total de 28 mil alumnos. Sin embargo, ante la dificultad de contrastar ese dato, con los 7 mil 200 anunciados por el secretario
Académico ya es demasiado. Casi la tercera parte con problemas de conectividad. Eso también quedó claro en dicha nota, donde asentó esa autoridad universitaria que los maestros habían “flexibilizado” sus mecanismos de enseñanza.
También dejó claro el funcionario, que la UABJO no tomó ninguna medida para apoyar a los alumnos sin conectividad, sin aparatos ni internet, solo dijo el entrevistado que los maestros habían “flexibilizado” sus mecanismos de enseñanza. “Sabemos de la situación económica, pero no hay pretexto para no cumplir de alguna manera”.
Elocuente declaración, pues por un lado dice que no hicieron estudio alguno, con lo cual pudieran cumplir la esencia universitaria, que es la enseñanza- aprendizaje, tampoco que brindaran apoyo alguno a los jóvenes, ¿cómo podría la UABJO cumplir de alguna manera?
Además, los maestros-porros incluidos por el cacique Abraham, que desplazaron a los maestros de tiempo completo y hasta a los eméritos, es muy seguro que no sepan manejar la educación virtual. Sistema de enseñanza que es absolutamente otra manera de interactuar, que casi nada tiene que ver con la educación en el aula.
“Flexibilizar” es la clave, lo común allí: que nadie repruebe. Eso es catastrófico, pero sale más barato que invertir en lo esencial: ofrecer buena educación. Por ello, la institución carece de sentido, y, por lo mismo, no tiene caso seguir perdiendo millones y millones del erario en ella.
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