.- Desastrosas comparecencias

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Cuauhtémoc Blas

 

Las comparecencias de secretarios y directores del gobierno de Oaxaca han servido para dejar más claras las deficiencias de este gobierno. Ni siquiera logran cuadrar las cifras de los montos millonarios que manejan, o de las pequeñas obras realizadas.

 

Son pocos los diputados que suben a tribuna a cuestionar a los bisoños funcionarios traídos del Estado de México, tierra del gobernador Alejandro Murat. Al parecer, el requisito es que los mexiquenses sean de mediano perfil, lo que confirman en su desempeño, no solo técnico, también político y de adaptación al medio, no asumen con resiliencia haber dejado su terruño.

 

O quizá les han creído a sus jilgueros que a menudo califican a los diputados como menos que de mediano perfil. Si bien hay muchos así, tampoco se puede generalizar. De manera que arribaron a esas comparecencias desprovistos de información sólida. Y les han dado una tunda, de tal manera que el mexiquense Javier Lazcano Vargas, titular de SINFRA (Obras Públicas) perdió los estribos al faltarle al respeto a un servidor público de mayor jerarquía que él, a un representante popular electo; los secretarios y directores son simplemente nombrados por el jefe del ejecutivo.

 

Opacidad en SINFRA

 

La molestia del susodicho fue por la mención que hizo el diputado César Morales Niño de la soberbia con se conduce. Le reclamó que no atienda a los diputados ni a los ayuntamientos. No hay mezclas de recursos para los municipios, sin embargo, los recursos se han ejercido.

 

Los diputados le señalaron que solo informó de unos mil millones de pesos de los 2 mil 782 millones del total que manejó esa Secretaría llamada “cabeza de sector”. Nombre que recibe por derivarse de ella otras como Caminos y Aeropistas de Oaxaca cuestionada de manera insistente por los mismos diputados de recurrir a empresas fantasmas o boletinadas por Hacienda.

 

Le reclamó el diputado que presente “obras de papel” y no detalle en qué se usaron 70 millones de pesos para el Centro de Convenciones, anotados en su informe. Así como 15 millones registrados en general para un proyecto ejecutivo de otro centro similar en Huatulco. También 55 millones no cuentan con información.

 

El diputado instó al informante a dar cuentas en esa comparecencia y no, como suelen hacer, salir con que la enviará por escrito. Se molestó el funcionario y de manera irrespetuosa soltó que sí mandaría por escrito las respuestas “como le gustan al diputado”, ironizó. A veces son útiles los diputados, así como estas comparecencias que exhiben el caos de la administración pública estatal, incluso también los bisoños funcionarios al exhibir dicho caos.

 

Secretaría de Bienestar, intrascendente

 

En fin, si algunas comparecencias como ésta y la ya comentada del secretario de Salud han sido malas, la de Claritza Ordaz Pineda, encargada de la Secretaría de Bienestar Social del gobierno de Oaxaca, fue intrascendente.

 

Ni datos, ni estadísticas de obras y servicios, ni de las inversiones o programas. A falta de sustancia, la funcionaria se dedicó a regodearse en sus proyectos del futuro, también en el papel. Así como de pequeñas obras realizadas por su dependencia. Pocas, pero con gran sentimiento.

 

Por largos minutos ponderó entusiasmada que algunas familias ya cuenten con el servicio eléctrico en Pochutla, y del reparto de canastas navideñas. Siguió con su cándido entusiasmo, al informar de sus planes para combatir la pobreza, al final del sexenio. Nos informó la funcionaria que los más pobres de Oaxaca están en la Mixteca, ¡eureka!

 

Le señalaron que no avanza hacia los objetivos del Plan Estatal de Desarrollo 2016-2022; documento anodino. Es vasta la ineptitud y el desenfado, no por nada el diputado Mauro Cruz Sánchez le pidió a Ordaz Pineda que, por el bien de Oaxaca, renuncie a su cargo. Conclusión: no hace falta traer ineptos de Edomex, acá hay.

 

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