Cuauhtémoc Blas
Los asaltantes de un banco se arriesgan muchísimo: a ser detenidos y pasar años en la cárcel, o a ser heridos o muertos, si hay enfrentamiento. Los de cuello blanco no tienen mérito, por así decirlo, no corren riesgos, tienen defensores y casi garantizadas sus ganancias mal habidas. Se mueven, además, con un aire de respetabilidad. Se da en el sector público y privado. Trataremos del segundo.
En el sector comercial, algunos dicen estar para servir y mostrar sus mágicas mercancías, sin compromiso. Previamente han escogido a su cliente, que a la postre viene a resultar su víctima. La semblantean, han de ser personas tranquilas y sencillas con ciertos recursos económicos. Llegan al domicilio con un aparato de demostración apantallante.
Luego de llenar las estancias de sus “maravillosas” mercancías, con amable presión sobre la clienta —siempre son mujeres— logran encajarle varios de los artefactos que por sus atributos son de alto costo, “Royal Prestige”, es la marca. En su portal se presenta así:
“Fundada en 1959 en Madison, Wisconsin, Estados Unidos, Royal Prestige® se ha convertido en una de las compañías de ventas directas más exitosas en el mundo. Además de México, actualmente estamos presentes en Estados Unidos, Canadá, Ecuador, República Dominicana, Argentina, Brasil, Colombia y Perú, entre otros”.
Las letras chiquitas
Productos de importación, de calidad y con un profesional manejo de marketing, no pueden ser más que costosos. Pero, no hay problema, total es a crédito con abonos pequeños. La señora se queda con buenas mercancías y el vendedor amarra el trato. Así, todos contentos, claro más el segundo. Pronto inicia la decepción de la compradora.
En el primer pago quien compró se percata que le llegan intereses de los que nunca le habló el vendedor. De inmediato le llama, le reclama, se queja, pero ya nada se puede hacer: ha firmado un contrato donde se comprometió a pagar, en las letras chiquitas, esos altos intereses. Ni modo, a apechugar y pagar.
Pero en ocasiones, cuando se topan con un mal comisionista, y la compradora ya está por culminar con el pago total, surgen problemas. El vendedor paga a la empresa la última parte y se pone él a cobrarlo a la compradora, pero de más. Es cuando esta recibe de pronto el requerimiento de un despacho de abogados que le exige pagar de nuevo el monto total de los productos. Mandan “Citatorio extrajudicial” con textos imperativos:
Gabinetes jurídicos
“Apremia su presencia para resolver su situación y no dar impulso procesal a la demanda respectiva, evitando así generar en Usted actos de molestia y gastos innecesarios para sustanciar la vía judicial… La atención omisa a la presente, será considerada una rotunda negativa de su parte para llegar a un arreglo y se proseguirá con la instancia legal…”
Ofrecen en el citatorio de marras un número de cuenta de banco, clabe y sucursal para que le depositen lo que ellos arbitrariamente establecen. Si toman desprevenida a la persona y realiza el depósito que, además de injusto ¿cómo podrá comprobar la finalidad del mismo? Puesto que se haría a nombre del gabinete: “Estrategias Jurídicas, Financieras y de Patrimonio”.
Son tiempos difíciles los que vivimos, con la pandemia de la Covid 19 las oportunidades disminuyen, se achican. Se incrementan las acciones desesperadas por salir adelante. Sin embargo, no tiene que ser a costa de los demás. Los asaltos, cristalazos a los autos, robos a negocios han crecido, lo vemos y escuchamos cada día. Eso afecta a todos, incluso a quienes los cometen, pues el medio ambiente, que también habitan, se hace tóxico para todos. www.revistaenmarcha.com.mx, lc.blas@gmail.com y @blaslc