Auditorios públicos en comodato

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El cambio de sede de la fiesta Guelaguetza que se realiza en julio de cada año en el Auditorio del mismo nombre en el Cerro del Fortín de la ciudad de Oaxaca ha removido los intereses ocultos en ese sector. Los manejos del área cultural y turístico no son tan revisados como otros. No hace mucho Noticias publicó el escandaloso mal manejo de los recursos en la Secretaría de Cultura del gobierno del estado, que dirige el oscuro Andrés Webster Henestrosa. Últimamente, un  diputado de oposición exige revisión a las cuentas de la Secretaría de Turismo donde reclama malos manejos por 40 millones de pesos.

Desde hace tres años llamamos la atención de la apropiación de un particular del Auditorio Guelaguetza, un famoso contador en la mira del fisco por sus habilidades en disminuir impuestos a través de outsourcing, seudo cooperativas o empresas fantasmas pero con facturas con los cuales sus clientes justifican millonadas ante Hacienda. Sergio Castro, que así se llama este conspicuo emprendedor.

En ese mismo tenor realiza otros negocios como la apropiación de espacios públicos para sus negocios privados. Es lo que hace tres años sucedió cuando este personaje, Castro, realizaba uno de sus espectáculos comerciales con seudo artistas con los que expolian a las masas. Nadie lograba pasar rumbo al planetario u observatorio por su policía privada con que se posesionaron del lugar. Y eso sucedía cada que invadían el lugar. Hubo inconformidad y ruido, quizá por eso se retiró del inmueble, tan caro a los afectos de todos los oaxaqueños.

La empresa de espectáculos populacheros de Castro se trasladó al municipio de El Tule donde levantó una especie de rodeo o jaripeo grandote que llamaron pretenciosamente “La monumental”. Pero tanto la lejanía de la capital como la molestia de los tuleños los hace buscar de nuevo espacios mejores. De ahí que hace dos años lograrán obtener en comodato nada menos que el Estadio “Benito Juárez” en el municipio de Santa Lucía del Camino.

Ciudadanos de Ixcotel, agencia municipal de Santa Lucía, manifiestan su inconformidad porque una empresa privada administre ese importante inmueble: “Para todo lo que se tenga que hacer en el Estadio hay que pedirle permiso a los Castro, ellos cobran el uso en ferias y expos, ¿por qué?”, cuestionan. Otros dicen que las ganancias se lo reparten entre Castro, gobierno estatal y Ayuntamiento de Santa Lucía, léase el depredador presidente Alejandro Díaz quien hoy por fin parece estar con un pie en la cárcel. Lo cierto es lo del comodato de un bien público a favor de un particular.

A raíz de la derrota anunciada del PRI en Santa Lucía del Camino, los ciudadanos exigen la recuperación del inmueble Estadio de fútbol “Benito Juárez” entregado en ese extrañísimo comodato. Por lo pronto la información empieza a fluir. En el camino a asumir la autoridad municipal  saben que el Estadio fue entregado directamente por el gobierno estatal sin tomar en cuenta al cabildo municipal, menos a la agencia de Ixcotel. Incluso, hay información de que con las obras inconclusas en el Cerro del Fortín, el gobierno paga renta del Estadio a Castro para presentar ahí la Guelaguetza y demás eventos. Esos sí que son negocios, pero aún hay más. A reserva de avanzar en las investigaciones, no son pocos quienes sostienen que el Auditorio Guelaguetza también podría ser entregado a Castro en otro comodísimo comodato, claro una vez techado para que hagan pingües negocios, como antes lo hacían aunque sin techo. Quién sabe si aquí también habrían de ignorar olímpicamente al Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez.

En torno a ese proyecto absurdo, hay quienes dicen con una facilidad sospechosa que hace bien el gobierno en techar el Auditorio Guelaguetza para que no sea una carga onerosa al erario y hasta pueda dejar recursos. Como si el papel del gobierno fuera hacer negocios. No sólo este Auditorio oaxaqueño fue construido ex profeso para una gran fiesta, para una manifestación extraordinaria que bien vale la pena. De igual manera fue construido en Tabasco el Parque La Choca  donde cada mayo realizan la Feria Tabasco. Un parque donde los 17 municipios de esa entidad se encuentran ubicados en un espacio que reproduce en pequeño el mapa de la entidad. En cada quiosco que representa a los municipios se puede hallar lo típico de cada uno. Imagino que si algún tabasqueño propusiera llevar ahí box y lucha libre recibiría una pamba con plátano Roatán y macho que abundan por allá.

Pero tal vez esa propuesta se entendería si algún lambiscón quisiera complacer a sus patrones políticos en el poder. De todas maneras, ambos inmuebles, La Choca y Guelaguetza, se usan también para otros eventos adecuados a su estructura.

Hasta ahora ninguna persona informada, con criterio sólido, no nuestros estimados muchachos de secundaria, ha sostenido que el Auditorio Guelaguetza se deba techar. Fue concebido como un teatro griego al aire libre, por el entonces gobernador Víctor Bravo Ahuja, tuxtepecano culto y brillante, que los hay. Remodelar el Auditorio Guelaguetza es destruirlo. Sólo falta que porque a nuestros muchachos les parezca bien, al rato vayamos a remodelar Monte Albán. Y luego decir que se hace para que no sea un lastre económico. Y finalmente entregarlo también en comodato.

Notas al margen: Dueños de semanarios y portales de noticias nos dicen que están por formar un frente de defraudados por la ex candidata Abad Santibáñez, a la manera de los timados por las cajas de ahorro. La sui generis ex candidata contrató espacios para su propaganda, culminó la contienda y es la hora en que aún no paga esos espacios contratados.

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