Incertidumbre y esperanzas con Cué

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La incertidumbre reina en los pasillos de las oficinas del gobierno estatal, no entre los empleados de base sino en los de confianza. Jefes de unidad, de departamento y de oficina están preocupados, así como los llamados empleados de contrato, los más vulnerables. Y es que el cambio de gobierno que se avecina no es como cada seis años. Aunque entre quienes empiezan a figurar como posibles miembros del próximo gabinete haya caras conocidas, ex altos funcionarios de sexenios anteriores, la incertidumbre no mengua.

De los jerarcas, secretarios y directores, ni hablar, ellos ya no tienen dudas pues la mayoría sabe que se va, aunque ahora, en general, sin la entera posibilidad de acomodarse en otra área como hace seis años. Algunos quizá ya se estén adhiriendo a los nuevos equipos, pues este 4 de julio no fue el asalto al Cuartel Moncada ni hubo una revolución sino un cambio de gobierno por partidos.

Empiezan a esgrimirse los lazos de amistad y de parentescos, los viejos apellidos de políticos de siempre están al abordaje del nuevo gobierno, por ahí podrán encontrar de nuevo la entrada al presupuesto quienes siempre han estado. Quizá sea cuestión de tiempo. Las aguas vuelven a su cauce.  Pero, ¿no que quienes ya bailaron que se sienten?

De todos modos la gente espera que efectivamente no todo siga igual, que los eslóganes del proceso electoral reciente como “No más de lo mismo” se cumplan. Por ello es importante que en el nuevo gabinete, al menos de inicio, no entren los viejos conocidos e, incluso, poco prestigiados políticos de siempre. Si cunde la impresión de más de lo mismo, mucho se perdería desde el principio. Para las reformas y cambios que se proyectan y se esperan, hace falta aún el entusiasmo de la gente.

Los mandos medios, con que iniciamos esta entrega, no pueden ser despedidos de tajo, pues muchos representan un capital humano que ha costado tiempo y recursos del erario para su formación. Sustituirlos por correligionarios sin las capacidades necesarias sería un grave error que mucho costaría al estado. A menos que se tengan ya detectados a quienes han hecho de la función pública un negocio personal o de grupo, que los hay. Están en Finanzas, Coplade, Obras Públicas, etc.

No se debe actuar como lo hizo José Murat y su gente al iniciar su gobierno, quienes por su compulsión anti Diódoro Carrasco despidieran a muchos mandos medios sin siquiera esperar a qué estos los instruyeran sobre la naturaleza de su función pública. Sólo porque olían a Diódoro eran echados.

Así, por ejemplo, áreas de Coplade y el DIF de esa época fueron afectadas. Los despedidos nos comentaban que por ser echados así no informaron a los nuevos dueños del poder que tal o cual programa recibía recursos que había sólo que tramitar, muchos de esos trámites no se hicieron. En el DIF Oaxaca les dio por cancelar cuentas bancarias que por estar en ceros pagaban comisiones aparentemente innecesarias. Tampoco esperaron a informarse que esas cuentas recibían recursos periódicamente de instituciones o fundaciones de otras latitudes. Cuánto perdió Oaxaca sólo por esos impulsos. Con razón decía Benito Juárez que no se debe gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa.

En esto de la administración pública también será necesario hacer cambios y reformas de fondo, no es posible que cada seis años recursos humanos sean desplazados o enviados a áreas que desconocen y donde habrían de empezar de nuevo a capacitarse, con el consiguiente despilfarro de un estado de suyo pobre como Oaxaca. El servicio civil de carrera debe iniciarse en la administración pública estatal, no para dar patente de corso a quienes no cumplen bien su función pública, sino para dar certidumbre a quienes sí lo hacen.

Algo similar sucede en los municipios, donde urgen también esos cambios. Pero, sobre todo, que desde el gobierno estatal les tiren la línea de la honestidad a los ayuntamientos, que entiendan que la venta de protección terminó, pues los municipios están hartos de presidentes municipales atrabiliarios que cada tres años salen enriquecidos (ver revista En Marcha 128 en circulación). La legislación municipal actual le da plenos poderes al primer Concejal, es preciso atender también aquí la necesidad de cambios.

De nadie como del gobernador electo Gabino Cué se espera tanto, se crearon muchas expectativas, la gente en general vive de esperanzas y sueños, ¿habrán de persisitir?

www.revistaenmarcha.com.mx y blaslc@yahoo.com.mx