Burrén, ¿cruda o chikungunya?


HUMOR OAXAQUEÑO
Por Bruno Moreno

 


El dirigente de los maestros más democráticos del mundo que hace poco despertaron y su IEEPO ya no estaba ahí, ni sus millones, Burrén Ñoñes Neciez, dijo “qué madres va a ser Chichigunya, lo que tengo es una cruda feroz”, ateniéndose al diagnóstico del viejo loco ingeniero encargado de la Salud Pública de aquél rancho.

 

Alcanzó su resto de mezcal, se persignó y lanzó su cotidiano grito de batalla: “al frente, al centro, pa´ dentro”. Cuando agotó la botella se percató que lo suyo no era cruda. De inmediato llamó a los yerberos indígenas que le ayudaron a hacer su PTEO comunalista.

 

— Orita le curamos el chirringuya —le dijo uno—, hablaré con los tatamandones.
— Quítame esto que tengo en puerta una megamarcha y dos mini megamarchas.
— Patrón —aprovechó el comunalista— la Ramona quiere ya su plaza.
— Mándamela con esa medicina y acá me arreglo con ella. Dile de una vez, cama o lana.

 

El líder llamó a su segundo, “tengo Nchinkungunyan, relévame”, le dijo y luego abrió una botella que le obsequiaron en la Guelaguetza Magisterial. Sonó el teléfono.

 

— Patrón ya está, dice el sabio tatamandón que tome moringa a diario. ¿Conoce la moringa?
— No me chingues Javier, la botana que conozco es la moronga.