Humor Oaxaqueño

POR BRUNO MORENO


Locorio se echó a un Gavilán

 

Hace un par de años, cuando Sabino Cuentos Vallegrave descollaba como el más raterazo de todos los tiempos en un gobierno, sucedió este caso: un personaje que ocupaba un cargo de medio pelo en la Secretaría de Salud fue exhibido de acribillar a un aguililla, lo mató, zas.
Como era muy inocente mostró su dizque hazaña en las redes sociales. De inmediato esos que defienden más a los animales que a su familia se le fueron encima. El sonso tuvo que renunciar a su buena chamba.

Andando el tiempo quien fuera su jefe, el Secretario Locorio, ligado familiarmente a Vallegrave, fue involucrado en el asesinato a un contador de apellido Gavilán.

—Todo esto es muy injusto —explotó— a mi me corren por matar a un aguililla, y a ese cabrón que se echó a un Gavilán todavía le siguen pagando como Secretario.

 

Títolo de Yarí

 

Dos juchitecas platican y toman cerveza su casa una de ellas manitos. La anfitriona gritaba su nietecito:

— ¡Títolo!, trae limones pa’.

— ¡Titolo!, trae más cerveza, xhuncu.

—¡Títolo!, trae camarón, mi’jo.

—¿Nana, por qué es que le dices Títolo ese niño pues, ingrata?, le pregunta la invitada.

—Es que mi’ja Yarí me dijo “Mamá voy México a estudiar pa’ que me den Títolo”, y éste es que trajo manita.