Nace otra rémora, “Frente Regional de Damnificados y Damnificadas (sic) de la Región del Istmo”

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El Istmo de Tehuantepec bajo sismos, réplicas, escasez, caída de la economía, casas en demolición, personas en la calle sin viviendas, desorden en la entrega de los apoyos para reconstrucción, estudiantes sin clases, y, por si fuera poco, conocidos políticos sin prestigio crean más problemas con un “Frente de Damnificados”. Ante la ausencia de sociedad civil, de ciudadanía, los mismos de siempre van al abordaje; ya empezaron a marchar y a bloquear.

 

Otro problema adicional para la gente del Istmo de Tehuantepec fue la creación del Frente Regional de Damnificados y Damnificadas (sic) de la Región del Istmo de Tehuantepec. Sin rubor, algunos personajes del todo desprestigiados se asociaron para crear este grupo que de inmediato fue repudiado por lo que supone, perturbación, bloqueos, daños.

 

El Istmo, sobre todo Juchitán, paga un costo muy alto por su indigencia ciudadana, por su falta de cultura política, por todos esos años de aceptar someterse a liderazgos tribales, a cambio de recibir dádivas, terrenos, bienes, concesión de servicios (mototaxis, puestos ambulantes).

 

La calidad de la gente es de la calidad de sus líderes, escribió un pedagogo, y si en algún lugar esto se aplica es Juchitán. Cuando escriben que en la Ciudad de México hay una esperanza de despertar político con los jóvenes millennials que se organizaron para el rescate y ayuda a los damnificados del reciente sismo allá del 19 de septiembre, en el Istmo eso es lejano.

 

Terremoto, delincuencia acaban con la economía

 

Golpeado ese pueblo por la inseguridad pública, con una violencia cotidiana y una delincuencia que hace y deshace impunemente, que afecta empresarios, comerciantes, ganaderos y todo aquél que tenga recursos que quitarle, de suyo había ya un fuerte desanimo social.

 

La inercia de la ciudad comercial por su ubicación geográfica sostenía una economía fuerte en la región. Hay quienes dicen que ese centro comercial se acabó, lo cierto es que la ubicación geográfica privilegiada de Juchitán lo sostiene en esa posición de manera permanente, ni la instalación de la Estación del Ferrocarril en Ixtepec el siglo pasado lo desplazó de ser el centro comercial del Istmo y la más grande cabecera de distrito, que abarca su zona colindante, El Espinal, Ixtepec, los pueblos huaves, hasta la zona norte (Matías Romero) y oriente del Istmo (Tapanatepec).

 

Pero hoy eso ha caído junto con casas y edificios, el comercio y la economía menoscabados, al menos por un tiempo. Fue patético Quizá por esa atonía social municipal allá toda la ayuda llegó de afuera, la solidaridad entre pobladores se dio poco.

 

En la sexta sección, mientras veíamos que las máquinas derribaban las casas, con trascabos enormes, los dueños tenían que ayudar a retirar unos palos grandes llamados morillos, las pesadas puertas de las casas antiguas, o redes de varillas de las casas más nuevas, láminas, tanques, ventanales de fierro, los vecinos permanecían expectantes. Sólo miraban, como agobiados, los trabajos en una ocho o nueve casas. Lejos quedó aquella época de cooperación, “mano vuelta” y “raca chiña”.

 

Una buena porción de gente mostró esa actitud, había que llamar a los amigos más cercanos para que acudieran a ayudar y que no tuvieran la misma emergencia. Pocos asalariados aceptaban trabajar, la verdad la mayoría se ocupaba de sus desgracias personales o familiares.

 

Por supuesto, menos aceptaban el trabajo de bajar muebles de segundos pisos en casas dañadas. Circuló en redes el ofrecimiento de 300 pesos diarios a quienes trabajaran en el rescate de los muebles del siniestrado hotel de cuatro pisos La Mansión. Al parecer su oferta no fue atendida. Era de esperarse, hacer este trabajo era jugarse la vida.

 

Ixtaltepec recibió ayuda de sus vecinos

 

Otra fue la dinámica que se dio entre Ciudad Ixtepec o El Espinal que se volcaron en apoyo a sus vecinos de Ixtaltepec, tanto para ayudar en retirar los escombros, sacar pertenencias, demoler, como con camionetas llevando comida de uno y otro municipio hacia Ixtaltepec.

 

La solidaridad fue intensa, notoria. No fue así entre estos pueblos y el también cercano a ellos Juchitán, quizá por el temor a los asaltos que había en ese último municipio, el despojo de los víveres que hacían a quienes llevaban esa ayuda o algún otro motivo.

 

Lejos del fenómeno millennials de CDMX

 

La diferencia entre la vitalidad con que los famosos millennials, jóvenes de alta escolaridad menores de 30 años, se organizaron para ayudar a los damnificados del terremoto en Cdmx y la gente del Istmo, sobre todo, Juchitán es radical. Por eso cuando se proponía con emotividad derribar a los políticos dueños del poder local junto con las casas y el palacio municipal, la respuesta fue decepcionante, ese pueblo es el sostén de esa élite tribal que los sojuzga, difícil que haya un proceso de insurgencia política en esos pueblos, lo tiranos locales son hijos legítimos de ese pueblo políticamente atrasado, los representan de manera directa.

 

Ni ante tanta incompetencia y la desesperación de las masas con la dura situación que atravesaban y que ella misma agudizaba con su rapiña y violencia, no hubo siquiera motines o levantamientos como vaticinaban. No hay nuevos ni mejores liderazgos. No se ve ni de lejos alguien con la capacidad para asumir un liderazgo moderno.

 

El Frente sin prestigio

 

Son los mismos dirigentes conocidos por su mercenarismo y comercialización de movimientos políticos, devenidos en chantaje al gobierno, quienes se apresuraron a crear “nuevas organizaciones” para aprovechar la emergencia. Especializados en invasión de tierras, cierre de carreteras, bloqueo de calles.

 

En ese Frente figuran miembros de tribus disímbolas de la COCEI como Pavel Renato López Gómez, político Chapulín que ya saltó a MORENA; Rogelia González Luis, de la Alianza Regional Simona Robles; por la “COCEI Nueva Generación” René Vásquez Castillejos actual regidor de Hacienda Juchiteco.

 

Pocos dudan que no sea otro grupo más de presión para intentar atraer los recursos destinados a la reconstrucción de casas e infraestructura del municipio. Ni siquiera esperaron, de inmediato iniciaron en medio de los temblores y réplicas sus marchas y bloqueos para negociar y obtener como siempre, como ha sido la práctica que los hace famosos y ricos, recursos económicos que administrarían antes de dar migajas a su clientela.