“El Comité de Autenticidad de las fiestas de la Guelaguetza ya ni la chinga”, suelta molesta Itzel Ramírez Gómez, ciudadana de Huajuapan de León. “El Jarabe Mixteco es auténtico de Huajuapan; no de Tlaxiaco, es una arbitrariedad”, dijo indignada por la participación de Tlaxiaco con el jarabe típico de Huajuapan en el primer Lunes del Cerro de la Guelaguetza“.Es como si subieran a bailar “Flor de Piña” los “Cuerudos” acarreadores de ganado.
El Jarabe mixteco es de Huajuapan
“El jarabe mixteco ejecutado por un hombre y una mujer en cortejo –ilustra la huajuapeña—, consta de siete sones y danzas regionales: jarabe inicial, zapateado, chandee, palomo mixteco, guajuacado, toro y jarabe, algunos de estos sones datan del tiempo del virreinato y la recopilación de la música la realizó el profesor huajuapeño Antonio Martínez Corro y la recopilación de los pasos coreográficos el también originario de Huajuapan, Cipriano Villa Hernández”.
Meterse con la cultura de los pueblos es delicado, pues si no había problemas entre Huajuapan y Tlaxiaco, esto podría ser el origen de una rivalidad innecesaria, creada por los políticos.
Las decisiones políticas están echando a perder la fiesta. Cada año una nueva decisión política pasa sobre las tradiciones y, más aún, por sobre el sentido común. Esto por el reciente fraude también avalado por ese Comité de seudo autenticidad. Miren que inventar absurdos como la grotesca “Fiesta tabacalera” de Valle Nacional que se comenta en este número.
Detener la degradación de la fiesta
No hace falta recalcar que eso de la originalidad y de los nunca conquistados y demás demagogia sólo es mito, lo único permanente en estas expresiones folclóricas también es el cambio. El Jarabe Mixteco y Flor de Piña, dos de las más destacadas en la Guelaguetza fueron creadas el siglo pasado, la última casi por encargo para asistir a los Lunes del Cerro.Para detener la degradación de la fiesta se debe poner atención a su calidad, profesionales de alto nivel como los organizadores del Festival Cervantino deberían ocuparse de nuestra Guelaguetza. Y limpiarla de bailes absurdos como el mencionado de “Los tabacaleros” y el de “Los cuerudos”, que representan a los antiguos acarreadores de ganado con chaparreras, cual vaqueros del Oeste de Estados Unidos. What?
Que vengan los negros
En la Costa Chica de Oaxaca se asienta un grupo étnico numeroso e importante, plenamente identificado y con sus propias costumbres y tradiciones: los negros de la Costa. Este año de nuevo exigieron su derecho a participar en la Guelaguetza.
Su asistencia no sólo es de elemental reivindicación y reconocimiento pleno a una etnia poco atendida, sino además enriquecería mucho la muestra folclórica y cultural de la diversidad oaxaqueña. Qué vengan los negros.