Oaxaca exige justicia contra Gabino Cué y su banda

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SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE


Pronto se verá si el supuesto arreglo entre Cué y el PRI de regresar el gobierno al segundo tiene mayores visos de realidad. Pues fue demasiada afrenta a Oaxaca, que sólo un compromiso de esa índole, signado en las altas esferas del poder, daría impunidad a tan notorio quebranto. Eso también se explicaría si los vemos pasear su impunidad para burla y oprobio de Oaxaca.

 

Al final del gobierno del “cambio”, del “Oaxaca para todos”, pasa lo que nunca esperó mucha gente: la exigencia de justicia contra Gabino Cué y su banda. Pocos dudan que una mínima revisión de los recursos ejercidos daría con esa banda y sus huesos en la cárcel. Hay pruebas escandalosas del gran robo a Oaxaca.

 

Desde el primer número de En Marcha, posterior a la toma de posesión de Cué Monteagudo, iniciamos a señalar aquí los grandes y graves errores de ese gobierno, no lo hacemos sólo en las postrimerías de ese pésimo gobierno.

 

Cué, traidor siempre

 

Incluso nuestra crítica a Cué viene desde los años en que fue presidente municipal (2002-2004), cuando consolidó parte del equipo que ahora hizo grandes negocios en las dependencias de gobierno. Desde entonces venían con él los Candiani, los Gutiérrez, Vásquez Colmenares, los Tenorio, el grupo de junior que se amplió ya como gobernador.´

 

Desde entonces le daba por traicionar a la ciudadanía, como lo hizo con los habitantes de la colonia Jalatlaco, a quienes de manera arbitraria les desaparecieron la privada de Pirúes, para beneficiar la ampliación del ADO.

 

En su campaña como candidato a edil Gabino se puso de parte de los vecinos, ya como presidente se volvió en contra de éstos y totalmente a favor de la empresa. Para ello, realizó una “encuesta” patito con la también “patito” Universidad Vasconcelos (UNIVAS). Así zanjó el asunto pues, obviamente, ganó la encuesta el ADO.

 

También trascendió que desvió recursos del erario municipal del Ramo 33 para el pago de servicios cuando éstos están etiquetados para ejecución de obras. A su asesor de entonces Enrique Muñoz Paz, encargado de hacer el Plan de Cien Días del Ayuntamiento “Ciudadano”, como le llamaron, lo despidió por atreverse a señalar las malas acciones de su grupo de amigos que medraban en la administración municipal. Despidió al planificador al grito de “con mis amigos no te metas”. (En Marcha número 40, julio de 2002).

 

Acumulación compulsiva

 

Gabino no fue el delfín de Diódoro Carrasco Altamirano, sino José Antonio Estefan Garfias. Gozaba Cué de privilegios y favoritismo, pero no para pensar en él para cargos de mayor relevancia. No fueron, pues, las capacidades de Cué Monteagudo las que lo llevaron a esos importantes cargos, sino su ambición, oportunismo y el padrinazgo de quienes lo sabían aliado de sus intereses.

 

Aunque después Gabino traicionara duramente a algunos —siempre prefiriendo a su banda—, como lo hizo con Jesús Martínez Álvarez a quien prácticamente corrió de la Secretaría General. Éste salió echando chispas, pero luego se aplacó. Muchos dicen que para eso tuvo que ver su yerno Luis Ugartechea Begué, ex presidente municipal de Oaxaca que dejó ese cargo con acusaciones de desvío de recursos. De pronto dejaron en paz al yerno.

 

La situación en que Gabino deja a Oaxaca tiene su explicación en su incapacidad para gobernar, un desenfado total para poner siquiera un poco de orden en la administración pública, la ruptura casi plena del Estado de derecho, la descabellada deuda pública, muestra a un personaje sin carácter, sin controles, perdido en una acumulación enfermiza. Por sus limitaciones, ni siquiera pudo saquear en orden, como dicen que lo hizo otro ex gobernador que para ello creo la Contraloría del Estado.

 

El abandono a Mitlatongo

 

Después del Llamado Distribuidor Vial de Cinco Señores, el gobierno de Cué ya no hizo nada vistoso. La Ciudad de los Archivos que fue inaugurada sin ser terminada puede ser otra de las que sean exaltadas por el gobierno de Cué, los deportivos y otras minucias. Todo eso era lo menos urgente para el Oaxaca miserable.

 

Mitlatongo hubiera sido quien salvara un poco la cara de Cué y su banda, si hubieran culminado esos trabajos. Esas humildes poblaciones, Santa Cruz y Santiago, que fueron ícono de la campaña a gobernador de Gabino, a las que visitara aparentando preocupación por ellos que perdieron sus casas por el hundimientos de sus tierras, fueron burladas. Sobre todo Santiago Mitlatongo, la población más desatendida, donde hasta la casa muestra ya se había cuarteado y presentaba daños que son, precisamente, la muestra de un mal gobierno.

 

Quizá apenas la mitad de las obras se realizaron, recientemente que Cué viajó a ese lugar, sólo se tomó la foto donde había casas culminadas, las demás siguen inconclusas. Quedó a deber el gobierno de Cué todo lo invertido ahí a la empresa Constructora Curuy. De hecho las obras fueron suspendidas por la empresa.

 

Módulos de Maquinaria, diezmados

 

Por todos lados hay brotes purulentos. Y para informar a los ciudadanos, desde el inicio de su gobierno Alejandro Murat deberá ejercer una política de transparencia, en principio informar con claridad el estado en que recibió los recursos y bienes del pueblo de Oaxaca, en ese ejercicio llamado entrega-recepción.

 

De 64 Módulos de Maquinaria que dejara el gobierno de Ulises Ruiz, hoy el gobierno de Cué deja tan sólo 28. Esa sangría al estado es grande, pues se calcula en casi 4 millones de pesos cada módulo que consta de 2 camiones de volteo (1 millón de pesos), una retroexcavadora (1 millón), una motoconformadora (1.5 millones) y una camioneta (300 mil pesos).

 

En total serían 144 millones de pesos perdidos en esos módulos, además del abandono y desgaste innecesario a que fueron confinados los módulos sobrevivientes, como vemos acá en el reportaje del Módulo de Puerto Escondido.

 

El tiradero y la deuda

 

La desviación de recursos públicos en Oaxaca es evidente. Con los 80 mil millones de pesos durante cada uno de los últimos cinco años que puso la Federación en manos de Gabino Cué y los de la enorme deuda pública adquirida por éste, no se construyó obra pública ni hay servicios eficientes que los justifiquen. Ni siquiera hubo catástrofes naturales como en otros sexenios, para justificarlos en ellos.

 

Se espera que el próximo gobierno de Alejandro Murat Hinojosa dé a conocer el monto real, con todos los piquitos que adeuda, a los estudiantes de educación superior, a los policías, a los atletas discapacitados, a los pensionados burócratas, a beneficiarias de programas sociales, a las dependencias del mismo gobierno que no recibieron sus presupuestos, etc.

 

No es poco el daño histórico a Oaxaca, daño que persistirá por mucho tiempo. La voracidad es desmedida. Prueba de ello, es que hace unos días la Secretaría de Hacienda retiró de las cuentas del gobierno de Oaxaca 3 mil millones de pesos del Ramo General (RG) 23 destinado a Infraestructura Básica Municipal.

 

Los últimos 3 mil millones

 

Esos recursos se depositan en la Secretaría de Finanzas del estado pero deben ser entregados íntegros a los municipios en el plazo perentorio de 5 días, de lo contrario son recogidos por Hacienda. De inmediato los expertos en operación de fraude del gobierno salieron a querer engañar a los presidentes municipales que les habían conseguido recursos y sólo se los darían si les daban una parte y si la constructora designada por ellos hacía la obra.

 

Sabiendo esto los ediles se negaron a esa postrera artimaña, pero el dinero fue recogido por la Secretaría de Hacienda. Es posible que iniciando el nuevo gobierno lo devuelvan a Oaxaca, lo cual daría un respiro a la crítica economía de la entidad.

 

Pronto se verá si se negoció impunidad

 

Pronto se verá si el supuesto arreglo entre Cué y el PRI de regresar el gobierno tiene mayores visos de realidad. Pues fue demasiada afrenta a Oaxaca, demasiado abuso, que sólo un compromiso de esa índole, signado en las altas esferas del poder, daría impunidad a tan notorio quebranto económico. Eso quizá pueda explicar la molicie con que culminó el gobierno de Cué, sin importarle quejas, protestas, súplicas de pagos de tanta gente.

 

Eso también explicaría, si así se da, que esa camarilla ni siquiera escape o se esconda, como los ex gobernadores perseguidos, Duarte de Veracruz y Padrés de Sonora, y paseen su impunidad alegremente para burla y oprobio de Oaxaca, que hoy exige Justicia contra Gabino Cué y su banda.