Guichicovi, único palacio municipal dañado, pero en uso

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Empleados y ciudadanos en peligro permanente

Las réplicas rebasan las 9 mil, los edificios se dañan más, pero Cástulo Escobedo, presidente de Guichicovi, no desaloja su cuarteado viejo Palacio Municipal. El peligro es grande, estamos ante un riesgo considerable. Único caso éste donde negligencia y obstinación alcanzan grados superlativos.

 

Los Ayuntamientos de los municipios afectados por los sismos de septiembre no destacaron por sus capacidades en la emergencia. Ninguno llamó a sesión permanente de cabildo con su órgano de Protección Civil, como se establece cuando se dan desastres naturales.

 

Pero no fueron excesivamente negligentes si se les compara con el excepcional de San Juan Guichicovi, con su edil Cástulo Escobedo Lucas, quien no obstante los graves daños del viejo Palacio Municipal, no solicita al menos un peritaje.

 

Ni siquiera platicó con el personal del municipio, que esperaba una explicación. Las protestas de los vecinos de la parte de atrás del palacio tampoco han sido atendidas y desde esa parte pueden verse los daños, de gran peligro.

 

Decenas de edificios municipales fueron desalojados; es probable que el palacio de San Juan fuera atendido por el INAH, igual que el de Juchitán, que será rehabilitado por ese Instituto. Pero Cástulo habría tenido que gestionar, trabajar, pero eso cansa.

 

Cástulo, “Informe de nada”

 

Por eso no es casual que hoy la élite política de Guichicovi no tenga obras qué informar. Cástulo las tiene estancadas y poco podrá avanzar para su primer informe. “Informe de nada”, empiezan a decir.

 

Sólo lleva un 15 por ciento obras, no tiene para cuando a pesar que los contratistas ya firmaron sus convenios; tiene fondos en la cuenta pública sin emplear, afirman que no sabe ni cómo usarlos, su proyección social es negativa y hay descontento de los sectores que lo eligieron, salvo los del grupo cristiano pentecostales al cual el edil pertenece.

 

El salario de los empleados municipales es el más bajos en los 16 años que lleva en el poder el PRD. Lo paradójico es que Cástulo, es de la Sección 22, se dice luchador social por incrementos salariales, pero con “nosotros ha sido un sátrapa, nos paga salarios de hambre”, dicen empleados que piden omitir sus nombres ante el ambiente represivo implantado.

 

Las inconformidades crecen. Otra queja es que entregue las obras a ciertas constructoras sin licitar; empresarios de la región protestan por sus compras exclusivas a determinadas empresas. Por ejemplo, la gasolina la adquiere en una sola estación, no importa si el vehículo oficial va hacia el norte o hacia el sur.

 

La élite de Raynel, en silencio

 

La élite perredista de Guichicovi que arribó al poder municipal hace 16 años —que dirige desde su búnker local el también profesor Raynel Ramírez Mijangos, líder moral y operador principal del PRD local—, guarda silencio, lo dejan hacer y deshacer, confían en su arraigo partidista, no advierten riesgos.

 

Deberían verse en el espejo de San Pedro Comitancillo, que luego de 21 años de control del Ayuntamiento, lo perdieron a manos de un ex perredista, hoy presidente priista de ese municipio también del Istmo.

 

Las historias suelen repetirse, el caso de Escobedo Lucas es parecido al de Edilberto Juárez Espinoza, ex presidente de esa misma Villa de Guichicovi (2005-2007) cuyo mandato fue de caos, corrupción y sin obras, tanto que al final Raynel tuvo que lanzar de nuevo su candidatura para rescatar la presidencia, apenas con unos 30 votos de ventaja.  Para 2018 necesitan imponer a un buen arlequín de candidato.