Sanciones del IFE al gobierno

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Seguramente los operadores del PRI y agentes gubernamentales tienen medidas sus faltas en el proceso electoral, pues soportan los reveses ante el IFE; aprovechan el tiempo que pueden con sus anuncios ilegales, y cuando el IFE los conmina, los descuelgan y van hacia otra cosa; y de nuevo asumen las reconvenciones y continúan.
Un hecho que fue sancionado por el IFE, se refiere a la colocación de propaganda gubernamental y de la imagen del gobernador Ulises Ruiz Ortiz en las Unidades Móviles para el Desarrollo. En su resolución el Consejo General del IFE ordenó retirar en un plazo de 24 horas, esa propaganda adherida a diversas unidades móviles, y de aquella publicidad contraria a la normatividad electoral.
Ante esto, lejos de defender la imagen de su jefe o articular algún argumento de descargo, el Coordinador de Comunicación Social del gobierno del estado, Raúl Castellanos Hernández, “informó al organismo electoral mediante un oficio que (,) por iniciativa del mandatario estatal (,) se implementó la difusión de la citada propaganda, la cual fue pagada con recursos del erario público (sic)”.
Por ello, los consejeros electorales avalaron, por unanimidad, la resolución de dar aviso a la Auditoría Superior de Oaxaca de  la violación a la legislación electoral cometida por el mandatario, para que sea ésta la que proceda conforme a derecho.
Ulises Ruiz podría decirle a Raúl Castellanos, el clásico “no me defiendas compadre”, pues hasta en el semanario “Regeneración”, propiedad del vocero oficial (con lo que incurre al menos en conflicto de intereses) incide en estas cuestiones sancionadas.
Celulares desaparecidos
El caso más publicitado recientemente es el acto masivo llamado “Conexión 2009”, realizado en el salón “Casa Rocha”, en inmediaciones de Tlalixtac de Cabrera, en el que se obligó a asistir a la estructura burocrática de los tres poderes del estado. Los mandos medios y superiores acataron la orden de asistir sin chistar, pues el mensaje fue claro: su trabajo y su posición, se la deben al PRI.
Pese a las posibles represalias (la amenaza velada de que, de no asistir y apoyar tales actividades, perderían su empleo), decenas de trabajadores de contrato se negaron al trato despótico de los “guaruras” apostados en las entradas, quienes los obligaban a dejar celulares y revisaban con detector de metales el acceso.
Entre mentadas de madres, muchos se regresaron y no escucharon las arengas del dirigente estatal para concitar el apoyo en favor del anodino candidato por el distrito ocho, Manuel de Essesarte. Otro sainete se armó al salir, pues sin control alguno, los celulares cambiaron de dueño, algunos, de plano, no aparecieron.
El acto, pese al sigilo con que fue convocado, se hizo del dominio público y los representantes de los partidos políticos hicieron acto de presencia para constatar la llegada de toda la estructura gubernamental. Sin embargo, faltó que la autoridad electoral se presentara. Los funcionarios del IFE se hicieron ojo de hormiga. El vocal ejecutivo, Jorge Carlos García Revilla, como siempre, ante el régimen en turno, maniobró para que no le tocara a él cuestionar al gobierno estatal.
Por ello los representantes partidistas acudieron ante el vocal ejecutivo del IFE en el distrito 08, sólo que éste, argumentó con razón, que los hechos ocurrían fuera de su jurisdicción. Fueron entonces con David Chiccati Como, el responsable del distrito 04, Tlacolula, en cuya jurisdicción se encuentra Tlalixtac de Cabrera, pero nunca lo encontraron; su celular estaba apagado y a nadie había avisado de su paradero (lo que es obligatorio en el proceso electoral, dado que todos los días y las 24 horas son hábiles, para tal efecto).
Tras los hechos, se formó una comisión de consejeros para indagar lo ocurrido. David Chiccati, vocal distrital del IFE en Tlacolula (quien duró siglos al frente del IFE en Tehuantepec) está en capilla. Todo apunta en su contra; su coartada es endeble: ausentarse por una visita a San Juan Teitipac, lugar “foco rojo” en el proceso. Pero a nadie avisó, aunque señala que lo hizo al IFE local.
García Revilla, conocido cortesano de los poderosos en turno, para deslindarse, promovió entre los trabajadores de Tlacolula que firmaran una carta, donde acusan a Chiccati Como de incumplir sus responsabilidades. En fin, un asunto habrá de resolverse concluido el proceso electoral.