Un paraíso terrible
Frente a los escándalos de corrupción, de faltantes de recursos en el gobierno estatal pasado en su conjunto, que sólo la Auditoría Superior de la Federación anuncia son de 8 mil millones de pesos; otra cantidad similar en la Secretaría de Salud; en la Secretaría de Seguridad Pública; en SINFRA, CAO, etc., las instituciones encargadas de auditoría y vigilancia palidecen, exhiben su ineficacia.
En los municipios el panorama es igual, es evidente el desvío de recursos, ante el franco abandono de la gobernabilidad del estado, los presidente municipales se convirtieron en auténticos pequeños tiranos. De algunos nos pudimos ocupar en las páginas de En Marcha en estos seis años.
Oaxaca, Salina Cruz y otros de los peores
El municipio de Oaxaca fue dos veces El Peor Ayuntamiento del Año. Con Luis Ugartechea, que llegó a presidente con la burbuja del cambio y la Coalición “Todos Somos Oaxaca”, terminó bajo escándalos de corrupción, venta de la vía pública y falta de pago a sus proveedores. Éste de Javier Villacaña, priista, termina peor aún, con la mayor deuda pública, opacidad, obras “infladas” en sus costos y la agresión más grande al Centro Histórico. En 500 por ciento calculan los comerciantes establecidos el incremento del comercio en vía pública.