Ignorancia y pobreza, enemigas de la democracia
La ignorancia y la pobreza son enemigas de la democracia y propicias para el autoritarismo y la corrupción. Por este binomio, políticos de la más baja calidad sientan sus reales en municipios pobres. El rezago educativo, la pobreza extrema, el analfabetismo y el monolingüismo, propician la llegada de personas sin escrúpulos a saquear el erario municipal, a enriquecerse a costa de los más desprotegidos.