SINFRA, el caos

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El puente elevado que se construye en la glorieta de Cinco Señores ha resultado de muy alto costo político para el gobierno y más para el erario, o sea para el pueblo de Oaxaca si entendemos que el erario pertenece a éste. Y así es por más que los nuevos poderosos continúen administrando esos recursos como antes, con una actitud patrimonialista, cual si fueran de su propiedad.

El rechazo a esta obra desde su presentación fue muy similar al que se dio contra el techado del Auditorio Guelaguetza, no obstante la aparente diferencia entre ambos gobiernos, el de Ulises Ruiz proveniente del viejo autoritarismo, y el de Gabino Cué de una amplia alianza opositora que, como se ha visto en este caso que nos ocupa, no se diferencia del primero.

Cuatro grandes vicios mostró de una sola vez el gobierno del “cambio” con esta obra: Autoritarismo, improvisación, despilfarro y corrupción. Exactamente todo lo que criticó del anterior gobierno antes.

Autoritarismo. Con la imposición de esta obra, igual de poco estética que la velaria, se dejó ver el rostro autoritario del gobierno del “cambio”. Desdeñaron las exigencias de la sociedad desplegando una dinámica inesperada en un gobierno que se esperaba democrático y sensible a los reclamos sociales.

Improvisación. Sin duda esa inconformidad no hubiera surgido si la obra se inscribiera en un marco de planificación, la gente exigía explicaciones técnicas para un proyecto que surgió de pronto, sin un plan integral de desarrollo urbano ni de vialidad, lo que pedían los profesionales y especialistas del ramo.

Despilfarro. Este desorden en la administración condujo o creó el pretexto para que en la medida que los funcionarios de SINFRA decían atender los reclamos y modificaciones a la obra incrementaran sus costos. De los iniciales 126 millones que se anunció costaría creció en 78 y luego 80 millones para quedar en 206 millones de pesos. El mensaje parece claro: “Entre más protesten peor les va.”

Corrupción. El reclamo de los constructores locales de que esta obra se habría entregado en licitación amañada a una empresa de escaso prestigio vinculada a José Murat no ceja. Además de eso, la sola ineficiencia ya es corrupción, sobre todo con estos incrementos cuando los expertos señalaban lo innecesario de construir un puente elevado y un paso subterráneo.

“Sólo el túnel o sólo el puente, no las dos cosas”, asentó Alberto Kalach arquitecto de renombre internacional. Eliminar el puente ahorraría 50 por ciento del costo, estimó el urbanista. Lo que se requiere, dijo, es modernizar la flota vehicular del servicio de transporte, cambiar taxis de cinco plazas por urbanos o metrobús con paradas fijas.

SINFRA, la secretaría de uno de los hombres fuertes de este sexenio, Netzahualcóyotl Salvatierra, mostró de manera abierta como sin plan ni orden en la administración es fácil que todo salga mal. Pero este desorden además de provenir de las incapacidades de servidores públicos sin los mínimos estándares de profesionalización, hace propicio el “a río revuelto ganancia de funcionarios”.

Incapacidades que en este caso y como dijo el arquitecto José Márquez Pérez, coordinador del Consejo Honorario de Participación Ciudadana del municipio de Oaxaca de Juárez: “Lo único que van a provocar es que se complique más la vialidad de esas avenidas, ya que la fluidez que se dé ahí en el crucero de Cinco Señores va saturar las calles de más adelante, lo que significa que no hay una planeación. Por donde debemos empezar es por la Planeación para ordenar ese caos vial.”