¿Dónde están los 245 millones de Xoxo?

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¿Qué suerte espera a municipios como Xoxocotlán en los próximos meses? La selección de candidatos está a la vuelta de la esquina. El grave problema de esas designaciones es que corren a cuenta de los partidos y sus jerarquías; ni la militancia ni la ciudadanía intervienen. Ahí empieza el problema pues los candidatos y después autoridades saben que deben el cargo más al partido que a la gente, que del partido depende en exclusiva que obtengan otros cargos más adelante.

Eso pasó en Santa Cruz Xoxocotlán en las elecciones municipales pasadas cuando el voto de castigo al PRI favoreció obligadamente a quien ya había mostrado su faz autoritaria, violenta y de opacidad en el uso de los recursos públicos desde la primera vez que fue presidente: el perredista "Cívico" José Julio Antonio Aquino. La escasa responsabilidad del PRD al designar a un personaje de esta catadura lo paga hoy la gente de Xoxo.
De los más de 81 millones 599 mil 515 pesos que recibe Xoxo de los ramos federales, y los 164 millones de ingresos propios, suman 245 millones anuales que no se ve en dónde estén invertidos. Aquino presumió en su segundo informe: "Con la obtención de 15 millones de pesos por concepto de impuestos, se superó la expectativa de recaudación durante 2012, aumentando de 151 millones que estaban considerados en la ley de ingresos 2012 a 164 millones como total recaudado." ( ver página oficial: http://xoxocotlan.gob.mx/noticias/80-encabezamos-un-gobierno-propositivo-capaz-que-participa-y-debate-jose-julio.html) Pero, ¿dónde está todo ese dinero?
Miembros del Consejo de Desarrollo Municipal de Xoxo denuncian que se presupuestan obras, llega el recurso, se gasta y las obras no están físicamente. Todos esto lo puede hacer José Julio por las omisiones cómplices de la Auditoría Superior del Estado (ASE) donde vegeta Carlos Altamirano y de la Contraloría del gobierno del estado donde hace los mismo Perla Woolrich, aquella panista que gritaba al PRI sus verdades y hoy calla. Y, por supuesto, también del Congreso Local.
Esta fácil impunidad hace muy rentable los cargos municipales, de ahí que muchas candidaturas estén a la venta por parte de dirigentes de los partidos políticos, a veces a crédito para cuando la fórmula obtenga el triunfo. Es el caso de Santa Lucía del Camino donde Pedro Cabañas fue echo a un lado por no pagar lo convenido al entonces presidente del PRD, Amador Jara, que la habría dado fiado la candidatura y al tomar posesión Cabañas tenía que entregarle 500 mil pesos mensuales. Como al tercer mes quiso negociar esa suma estratosférica, fue desconocido no por el Congreso local sino simplemente por la Secretaría de Finanzas que se puso a entregar los recursos municipales a otros sin la personalidad jurídica para recibirlos.
En el PRI fue de escándalo las ventas de candidaturas que se le adjudican a Alejandro Avilés. Cuentan que un candidato que perdió la contienda acudió a Avilés para recuperar el dinero que le habría dado el priista, fue despedido así: "una cosa es la candidatura, el cargo hay que ganarlo." Hoy Avilés está de vuelta como Secretario General del PRI y operador ulisista de esos negocios.
En el PAN los jóvenes dinosaurios de las viejas familias enriquecidas con la política como Leslie Jiménez se aprestan a carrancearse hasta una diputación plurinominal con base en su inocultable fortuna amasada. Está la panista en todos los negocios, hasta en las maquinas de venta de café en las oficinas públicas que monopoliza como el IMSS, ISSTE, Municipio de Oaxaca, DIF estatal, en la Ciudad Judicial, en la Procuraduría, etcétera, además de tener metidos a los empleados de sus negocios particulares en las nóminas de oficinas donde el PAN obtuvo sus cuotas en este gobierno de cuotas. Gente así quiere seguir en el poder destrozando Oaxaca.