¿Por qué insisten en ingresar a la UABJO?

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A esta pregunta se puede responder de inmediato: quieren ingresar a la UABJO porque es la única a la que los estudiantes de bajos recursos tienen acceso. Sin embargo, hay otras respuestas.
Forjarse una carrera profesional es un asunto que debiera ser analizado fríamente, sin embargo esa decisión se toma en una época de la vida donde predomina el romanticismo juvenil.
Al elegir una carrera se elige la futura posición económica. Aunque, por supuesto, el gusto por una ciencia y la vocación (que generalmente responden a la socialización) también son elementos fundamentales para elegir.

Como en casi todo, el factor económico también es determinante para decidir una profesión, que es exactamente una inversión. Quien planee pasar cuatro o cinco años de su vida en una Universidad debe calcular el dinero que gastará en todo ese tiempo y las posibilidades de su recuperación.
En esta temporada de intensa agitación de los alumnos rechazados por la UABJO, se impone aclarar la interrogante: ¿Por qué insisten en ingresar a la peor universidad del país? Pasar ahí cuatro años implica, además de dinero para múltiples necesidades, pasaje, comida, cuadernos (sin contar whiskys para los “profes”) consumir el principal insumo: tiempo.
Hasta hace poco los egresados de la escuela de medicina de la UABJO estaban reprobados por el Consejo Nacional de Certificación Médica, la que en sus evaluaciones concluía que no cumplían los estándares mínimos de calidad educativa, por lo cual era muy difícil que fueran contratados fuera de Oaxaca. El año pasado las instituciones de salud: IMSS, ISSSTE y SS se negaban a aceptar a los estudiantes que cada año ingresan a realizar sus prácticas, por similar motivo.
En Derecho, el antiguo prestigio desapareció hace tiempo, al contrario hoy es sinónimo de violencia y corrupción. Las preparatorias cada vez tienen menos demanda por lo peligroso de meter ahí a los hijos, a un nido de pandillas. Los empresarios ya no contratan a egresados de la UABJO.
En suma, si estudiar en buenas escuelas no es garantía de éxito en estos tiempos de crisis, perder años y recursos en la peor universidad del país, sin calidad ni prestigio, es una pésima inversión. Es mejor aprovechar el tiempo en proyectos de vida más promisorios, no es obligatorio poseer un título para ser alguien en la vida, sobre todo cuando ese título no respalda una profesión de calidad.
“iViva Macario!”
Cuando el féretro de Macario Matus entraba a la Casa de la Cultura de Juchitán, en hombros de sus amigos y discípulos, un gritó atajó a los oportunistas de siempre: “¡Viva Macario, viva la cultura, mueran los políticos corruptos!”.
Héctor Sánchez, Polo de Gyves y Oscar Cruz, fundadores de la hoy envilecida COCEI, acusaron el golpe ante la molestia de la viuda y familiares quienes querían cumplir la última voluntad de Macario: no permitir la presencia de políticos en sus funerales.
Macario, intelectual zapoteca, no lucró con la moda indígenista, ni buscó becas, ni se asoció en organizaciones de escritores indígenas, ni fue cortesano de los poderosos, por eso cualquier escritor precoz tiene más obra publicada que él. Personaje de alto nivel, habrá que analizar su legado.