“Estamos mal pero Gabino está igual”

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2013 ha sido difícil para Oaxaca. Cómo pocas veces la entidad ha padecido de falta de dinero circulante. Ello debido a la escasa inversión del gobierno del estado que en un Oaxaca sin actividad industrial ni realmente empresarial, salvo contadas excepciones, depende de la dinámica que imprima el sector público.

No obstante contar con los “presupuestos históricos”, en este 2013 más de 60 mil millones de pesos (y en 2014 serán más de 80 mil millones) las obras son menores, los empleos generados por el principal empleador que es el gobierno del estado y los municipios han disminuidos en vez de acrecentarse. Y para 2014 en que su presupuesto será más alto que nunca el gobierno estatal anuncia recorte de personal.

¿Si no hay obras ni empleos burocráticas dónde está el dinero? El pleito entre las cúpulas políticas donde la hegemonía de Diódoro Carrasco es avasallante, con más de medio gabinete en su poder y la expulsión de representantes de otros grupos políticos, ha generado un conflicto de grandes repercusiones que explica la interrogante.

Jesús Martínez Álvarez, ex secretario General de Gobierno, en una postura insólita en la dinámica política estatal al dejar forzadamente este año ese cargo se ha convertido en acérrimo crítico de Cué y su gobierno.

Jesús Martínez narra en su cuenta de Facebook, en lo que llama “anécdotas”, cómo un par de personajes muy cercanos al gobernador mueven a placer en los bancos los recursos de Oaxaca. El ex Secretario de Finanzas Gerardo Cajiga y el ministro sin cartera pero con más poder Jorge Castillo. Esos recursos estarían produciendo intereses y comisiones en el banco Interacciones de Carlos Hank González.

Lo anterior, junto con el desgobierno evidente y la falta de oficio en el ejercicio del poder del gobernador lo deja desprovisto de fortaleza para imponer orden en la entidad, sobre todo en los municipios que sin tener como antes un jefe en el gobernador hacen y deshacen a placer. Pero también los funcionarios. Es casi política pública la discriminación a las mujeres en el sector Salud; este año el caso de la mazateca Irma López Aurelio dio vuelta al mundo cuando la mandaron a parir al patio del Centro de Salud de Jalapa de Díaz. Igual el saqueo en SINFRA, CAO…

Otra anécdota, ésta de Tuxtepec, retrata el desorden político. En una reunión entre funcionarios estatales y municipales, cuestionado sobre la falta de resultados el presidente municipal  José Barrera Mojica soltó: “Estamos mal pero Gabino está igual.” De ahí que presidentes municipales ante la falta de liderazgo, de autoridad o de un gobierno fuerte o autoritario como antes se hayan excedido en su corrupción, abusos y desgobierno.

Agresiones a periodistas

El presidente de Xoxocotlán hasta mandó a golpear a periodistas. Desdeñó a la Defensoría de Derechos Humanos y se va impune. La ruptura acá del Estado de derecho pone en riesgo la paz social, empezando por la seguridad de los comunicadores que son el medio para garantizar el derecho a la información de la sociedad. En el mismo Tuxtepec medios y periodistas sufren amenazas y violencia; un diputado local  manda a sus porros a golpear periodistas en el mismísimo Congreso local. Lo mismo hace la Sección 22. El gobierno se desentiende en todos los casos, no ve ni escucha, no existe.

Oaxaca se descompone con el incremento de asesinatos políticos, atentados y de la delincuencia en general. El Procurador sostiene a sus agentes que agreden periodistas, los ediles saquean el erario, los funcionarios incumplen con las obras. Todo puede pasar si finalmente tienen la máxima: “Estamos mal pero Gabino está igual.”