El problema de límites en Chiapas, se dijo desde el primer momento, era un problema artificial, es decir no había, no hay duda de los límites de Oaxaca con Chiapas, abundan testimonios históricos que la microrregión de Chimalapas, enclavada en la zona oriente de la región del Istmo de Tehuantepec, siempre ha pertenecido a Oaxaca; por el contrario, sobran testimonios que desde la anexión de Chiapas a México en 1824 venía sin Chimalapas. Hoy ambiciona 160 mil hectáreas de esa zona oaxaqueña.
Desde esos años la oligarquía chiapaneca mostró su índole expansionista cuando forzó al Soconusco a dejar Guatemala y unírsele, 20 años después de anexarse a México (http://es.wikipedia.org/wiki/Estado_de_Soconusco). Es en el siglo pasado cuando se intensifica la presión chiapaneca sobre esa zona de gran riqueza en su biodiversidad, el último reducto de selva baja del trópico húmedo mexicano, en serio peligro por la presión colonizadora y depredadora de los ricos madereros y ganaderos de aquel estado.
En 1967 los títulos primordiales de los indígenas zoques fueron reconocidos por Resolución Presidencial, aunque ese mismo año otra resolución de esas sustrajo de Oaxaca 7 mil hectáreas a favor de Chiapas. Con esa base arrecieron su incursión en Oaxaca, tan sistemática como planificada que cada nuevo gobernante del vecino estado retomaba para avanzar y avanzar, fundando colonias, ejidos, comunidades, hasta llegar a la creación de un municipio en tierras oaxaqueñas en noviembre de 2011, Belisario Domínguez.
Por su parte, los gobernantes oaxaqueños hacían lo contrario, sin orden ni plan. Nunca se notó real preocupación por detener la invasión. Desde el sexenio de Heladio Ramírez los zoques y sus asesores pedían que el gobierno hiciera la controversia constitucional la cual, aseguraban, se ganaría con facilidad por la claridad de los límites oaxaqueños:mapas, historia, leyendas dan la razón a Oaxaca: http://revistaenmarcha.com.mx/images/stories/Revista/No144/chimas_big_.jpg
Pero ningún gobernador lo hizo, ni Heladio Ramírez, ni Diódoro Carrasco, ni José Murat, ni Ulises Ruiz, y sólo hasta ahora Gabino Cué se vio forzado a realizar esa controversia pues Chiapas ya fue demasiado lejos al fundar un municipio en tierras oaxaqueñas. Lo cual, sin embargo, quizá no entraba en la estrategia de la oligarquía chiapaneca de siempre al violentar el paulatino proceso de apropiación. Se puede entender en el marco de abusos con que Juan Sabines asolaba Chiapas y le sobró contra Oaxaca.
Sin embargo, hay dos constantes históricas, dos coincidencias que llaman la atención y de las que nos ocupamos en este número. La primera en 1995 cuando INEGI cambia los límites a favor de Chiapas y Chiapas cambia sus límites en su Constitución coincidiendo con INEGI. Eran tiempos del EZLN, y gobernaba Oaxaca Diódoro Carrasco quien nada dijo. Dejó que este agravio corriera.
Hoy INEGI acepta, en primicia para En Marcha a través de uno de sus altos funcionarios, que movió esa raya a favor de Chiapas con base en una “Carta predial”, pero que en 2002 corrigió el error con constituciones y documentos. ¿En 1995 no tenía a la mano esos documentos más serios?
La otra coincidencia resalta a raíz de la denuncia que hacen los zoques de que hoy podría estarse abandonando esa controversia para ceder el territorio, y acusan a funcionarios del actual gabinete de favorecer a los chiapanecos, quienes, coincidentemente, fueron altos funcionarios en el sexenio de Diódoro cuando se permitió el cambio de la línea fronteriza.
Constantes históricas, coincidencias extrañas.