Educación, fracaso de todos

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Felicitaciones al compañero Octavio Vélez por su merecido Premio Nacional de Periodismo.

 

El tema educativo de este país y de nuestro estado es muy complejo. Larguísimo para comentar y abordar al menos las aristas más importantes de su embrollo. Lo de hoy es la Reforma Educativa, el despliegue que realiza el gobierno federal por retomar de nuevo el control de ese servicio en todo el país, una vez que fracasó su llamada descentralización administrativa.

Esa descentralización o mejor dicho desconcentración de los años 90, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, fue planeada también para quitar la presión de las secciones estatales del SNTE que desde 1980 con los maestros disidentes de Oaxaca y de otros estados, Chiapas, Guerrero, agrupados en la CNTE, acudían con sus manifestaciones a la ciudad de México.

En el marco de esa política pública nacional, el gobierno federal se quedó, empero, con la rectoría de la educación, diseño de currícula y planes y programas de estudio, así como de los libros de texto gratuitos. También la rectoría de la educación Normal. Sólo pasó a manos de los gobierno estatales la administración del personal e infraestructura escolar, para lo cual la federación envía el dinero para pagar todo eso.

Sin embargo, el Sindicato Nacional, ya con Elba Esther al frente, no perdió un ápice, siguió con la negociación única del Contrato Colectivo de Trabajo. Los gobiernos estatales ya eran los patrones pero el sindicato siguió siendo nacional. No obstante se logró así que las secciones ya no fueran a protestar al DF, sino lo hicieran con sus estados.

De esa manera el gobierno federal propició, indujo a la llamada doble negociación, la que realiza en la ciudad de México el SNTE cuyos beneficios son para todos los maestros del país, y la otra negociación de las secciones en los estados, muchos de ellos logrando cuantiosos dividendos. Oaxaca destacó entre las que obtuvo más en el país, 90 días de aguinaldo, así como apoyos diversos en la puja de la S 22 centrada sólo en lo económico. De lo académico se olvidaron gremio y gobierno de Oaxaca. Directivos del IEEPO incluso llegaron a declarar que sólo se dedicaban a administrar conflictos.

Por más que ahora los dirigentes de la S 22, quienes se hallan en posesión del poder real en Oaxaca, sean quienes más dañen la educación y la vida socio-económica estatal, la responsabilidad es también de los gobiernos federal y estatal, sobre todo al darles el control del IEEPO y hacerlos sindicato y patrón. También por su indolencia al haberse dejado subyugar desde Heladio, pasando por Diódoro Carrasco, Murat, URO y, francamente subordinado, Gabino Cué.

Los resultados de esos errores históricos son tan graves que es imposible seguir así, so pena de condenar a las generaciones futuras de mexicanos y oaxaqueños a la indigencia educativa. De acuerdo a los indicadores internacionales México está en los niveles más bajos de calidad educativa y Oaxaca en los más bajos de México.

Pero no es con las propuestas retrógradas del PTEO de la S 22, más para defender sus privilegios, con lo que se podrá mejorar la educación de Oaxaca. Y este PTEO es nada menos que la base de su propuesta de Ley Educativa estatal. La bandera de su plan educativo es por un “Oaxaca comunal”, decididamente bucólico, una descarada regresión a dónde ni ciencia ni tecnología existen, bases de la economía del conocimiento, fundamento actual del éxito de las naciones.