Hay tres puntos innegables en el asunto magisterial de Oaxaca:
1.- A la Sección 22 no le importa en absoluto la educación. Ni la pedagogía, ni la ciencia de la educación.
2.- A los funcionarios del gobierno tampoco les importa eso sino sobrellevar a esas camarillas a las que teme y aprovecha.
3.- A ambos, Sección 22 y gobierno del estado, les cayó como balde de agua fría la reforma educativa del gobierno federal al quitarles ese rico filón del IEEPO.
No les importa la educación
Del primer punto hay pruebas de sobra, durante más de tres décadas los maestros sólo han presentado un llamado pliego petitorio, donde se dedican a pedir y pedir, más salario, menos horas de trabajo, más prestaciones, menos responsabilidad con su labor esencial que es enseñar. Sus demandas son sólo económicas que adornan con manifiestos de lucha social.
Lo medular del tema educativo, pedagogía, capacitación, calidad y buen servicio quedan al margen, no les interesa. Sólo atienden temas de capacitación y pedagogía (del oprimido) y con ese pretexto exigir dinero para alguna actividad.
CEDES 22, su Centro de Estudios de Desarrollo Educativo es casi un elefante blanco aunque con personal bien pagado y alto presupuesto. Sus publicaciones son lastimosas, simples fotocopias. Lo que les importa es el dinero que exigen para sus “investigaciones”. Dinero que le llega a la jerarquía por todos lados, por el manejo de claves, venta de plazas, de horas, de reubicaciones; por regalías de Serfin por cada cuenta que maneja de los docentes; de las tiendas de electrodomésticos que “estimulan” a los dirigentes.
Cómplices y adversarios
Segundo punto. Lo único que no ha soltado el gobierno del estado, es la Dirección General del IEEPO. Sin embargo, nunca llega un director general sin el visto bueno de la Sección, y cuando ésta considera que algún director debe dejar el cargo, con suma facilidad logra su salida, sea quien sea. En este sexenio, por ejemplo, corrieron a Bernardo Vásquez Colmenares amigo y muy cercano al gobernador.
Aquí las buenas relaciones son más relaciones de complicidad con el manejo de los más de 13 mil millones de pesos que recibe el IEEPO de la federación. El enriquecimiento de dirigencia sindical y director general del IEEPO se da de manera paralela. De los primeros ya hemos dado detalles, de los segundos podemos citar a los más obvios.
Froylán Cruz Toledo con su rancho en Chivela Istmo de Tehuantepec con su exitosa fábrica de alimentos para ganado a la orilla de la carretera; Abel Trejo González con otro rancho en su natal Reforma de Pineda. Alfonso Gómez Sandoval con su empresa de legumbres y hortalizas del que desde hace años se comenta tiene a sus trabajadores en la nómina del IEEPO (y tampoco paga agua desde que la empresa estatal era ADOSAPACO).
“Culpa del gobierno federal”
“Tan chulito que la llevábamos aquí y me salen con sus cosas”, dirían S 22 y gobierno estatal en una típica expresión regional. Fortunas y modus vivendi de funcionarios y dirigentes sindicales, hasta empleados de segundo nivel se consolidaron en el IEEPO. No sólo inició con la fracasada descentralización educativa la doble negociación, sino una secta burocrática se adueño e hizo de la nueva institución su coto de poder y riqueza. Junto a la mafia sindical-patronal que es la 22 hay otra burocrática en el manejo de la sofisticada administración.
Sistemas computacionales, programas, software especiales y privados con que administran las nóminas y sus ordeñas millonarias. Todo iba bien hasta que llegó la reforma. Por eso con toda claridad el actual secretario general de gobierno dijo en el Congreso local en su más reciente comparecencia que la culpa de los problemas actuales en Oaxaca es del gobierno federal por hacer esa reforma. ¿Así o más claro?