Burocracia, elecciones y voto nulo

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En pleno proceso electoral el secretario de Administración del gobierno de Oaxaca y sus marionetas del sindicato de burócratas asestaron un duro golpe a la base trabajadora. Sin considerar las repercusiones que pudiera tener en las urnas les echaron la migaja de 7 por ciento de aumento, con la llamada peor negociación salarial de la historia del STPEIDCEO.

Además de las 31 prestaciones laborales y derechos arrancados a los burócratas en las dos últimas décadas, avanzan en despojos más importantes.  Para eso ya está en el Congreso  local la propuesta de reforma a la Ley del Poder Ejecutivo que también contempla reformas al Servicio Civil que borraría derechos esenciales de los empleados.

Dicha propuesta contra los burócratas fue presentada a la Cámara por el diputado y empleado más cercano al gobernador, Jaime Bolaños Cacho Guzmán (PRD), ex secretario Técnico de Gabino Cué. Hombre del primer círculo junto con el de Administración, Alberto Vargas Varela y otros fuera del gabinete como Jorge Castillo y Sergio Castro.

Para los burócratas críticos estas reformas son peor que el magro aumento salarial, pues con ellas perderían mucho: la inmovilidad del trabajador del lugar donde radica; las plazas para los suyos; el concepto de “bono” en vez de aguinaldo; la pérdida del tabulador que afecta al trabajador y pensionados pues ya no tendrían aumentos de sueldo.

 

Dichas reformas abrirían la sub contratación de empleados con la legalización de las outsourcing, el gran negocio de funcionarios y sus despachos privados  que ya realizan desde ahora pero van por su legalización.

Todo esto pasa no sólo con la omisión sino con la colaboración del Comité de Felipe Noel Cruz Pinacho, pues como se vio en la revisión salarial en lugar de defender a su gremio protegía al patrón: “hay que ser conscientes de las dificultades económicas del gobierno”, defendía Pinacho a sus patrones.

De nuevo se deja ver el desorden del ejecutivo de Oaxaca, en tanto una parte de este gobierno apuntala y financia campañas políticas de los candidatos de los partidos de su alianza gobernante PRD, PAN, MC y PT (hay denuncias en el Istmo), otros funcionarios se confrontan con 10 mil burócratas y sus familias, 30 mil votantes como promedio, nada desdeñables en cualquier proceso electoral. 

Voto nulo,  crece como protesta activa

Reportes de las regiones advierten el aumento del abstencionismo y voto nulo en las urnas este 7 de junio. El voto nulo crece como protesta activa al acudir a las urnas y manifestar así el rechazo a la partidocracia: “todos los partidos son iguales”, dice la gente. Tan claro lo anterior como que candidatos que apenas ayer militaban en un partido hoy están en otro sin rubor alguno.

Mediocre jornada es esta donde lo relevante sólo es la guerra sucia y el surgimiento de un candidato por el Istmo que de ganar se colocaría en la antesala de la candidatura a la gubernatura por el PRD, el PAN y otros partidos satélites, el ex presidente del PRI estatal cuando Diódoro que hoy contiende con el PRD, José Antonio Estefan Garfias.

Hay quien dice que anular el voto es hacer el juego a “la mafia del poder”. Es obvio que un partido siempre defenderá lo que le conviene en su búsqueda del poder. Desde la academia, por el contrario, especialistas han comprobado que con el voto nulo no se perjudica ni beneficia a ningún partido en específico, sino afecta a todos por igual, al rechazar no el sistema de partidos sino los vicios de toda la partidocracia que ha pervertido la práctica política y la democracia en México. Presionar para mejorar la democracia, es lo que proponen los impulsores del voto nulo.