UABJO, prescindible

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En medio del proceso electoral 2016, la UABJO nos obsequió un preludio, elecciones violentas y fraudulentas. La que fuera “máxima casa de estudios” hoy se encuentra en mínima situación académica, en el último lugar del ranking de universidades estatales del país, abajo incluso de la Universidades de la Mixteca y del Mar, ambas de relativa reciente creación en Oaxaca. 

 

No cumple la UABJO con los objetivos que justifican a una universidad: academia, investigación y difusión. Con 0.09 de su presupuesto destinado a investigación, o sea nada, no produce conocimiento, y, en el mejor de los casos, sólo reproduce un conocimiento estancado.

 

En el mejor de los casos, decimos, pues con la política anti académica de la familia caciquil que la domina, Martínez Helmes, que despide a los buenos maestros, incluso hasta eméritos para contratar pasantes-maestros-porros, ni siquiera eso es posible. Con 30 pesos que les pagan por hora clase, se ven en la “necesidad” de cobrar por acreditar a sus alumnos pasen o no pasen los exámenes. Quien no paga, reprueba.

 

Violencia y corrupción ha sustituido el lema que tuvo la UABJO antes, Ciencia, Arte y Libertad. La estrategia general para someter a toda una institución con decenas de facultades y escuelas, intelectuales e investigadores de “vanguardia”, fue llevar a la institución hacia grado cero de calidad. Todo aquello que fuera o pareciera masa crítica fue sometido o eliminado.

 

Totalmente a la zaga de otras universidades que hace algunos lustros padecieron el porrismo y la absurda elección de supuestas autoridades académicas a través del voto directo, como Puebla, Guerrero y Sinaloa, la de Oaxaca prosigue ese descenso. Ha tocado fondo y sigue hacia abajo. Ingresar a facultades como medicina y derecho cuesta ilegalmente entre 50, 80 y 150 mil pesos.

 

Las corruptas autoridades universitarias en vez de modernizar su ley orgánica y elevar la academia, se la pasan pidiendo más subsidio. Es la universidad que menos recibe, 800 millones de pesos al año. Por supuesto, la federación no accede a dar más dinero pues no hay justificante para ello. Sería echar más recursos públicos a un barril sin fondo. O mejor dicho, dinero público que se torna privado en las alforjas de la Familia.

 

Para tratar de comprender la nueva etapa, todo indica que de mayor oscuridad de la UABJO, con la imposición de un rector fachada o pelele, como ninguno antes, Eduardo Bautista Martínez, presentamos aquí dos trabajos de una serie sobre la UABJO. Nuestros lectores ya habrán descansado de este dramático tema.

 

Contexto político pobre

 

En correspondencia con instituciones educativas decadentes, el contexto político de la entidad es pobre, como lo vemos en el actual proceso electoral. En vez de producir elementos capaces para trabajar en el desarrollo social y político de la entidad, salen de las aulas porros formados por sus maestros-porros, lo que inició desde hace casi 40 años, desde que en 1977 se instauró en la UABJO la “popular” votación universal, que impulsó la debacle. ¡Loas al gestor de tal desatino!

 

Dos casos de notorio éxito a ese respecto son Jorge Franco “El Chucky” (secretario de gobierno de Ulises Ruiz) y el diputado local y candidato a presidente municipal de San Pedro Mixtepec (Puerto Escondido) Fredy Gil Pineda. Conspicuos egresados de esa universidad porril. Pero hay muchos más, quienes han dirigido la Procuraduría, tribunales, secretarías, presidencias municipales, etc. También por eso estamos como estamos.