UABJO, institución anulada

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Hasta hace unos años la afrenta de la UABJO a Oaxaca es que estaba en los últimos lugares de calidad entre las instituciones de educación superior del país. En el último lugar pero aún figuraba en el ranking. Actualmente ha desaparecido, ya no la toman en consideración. En los hechos está anulada.

 

Es la que tiene el más bajo subsidio de todas, aunque no deja de ser una cantidad considerable, 800 millones de pesos anuales. Si bien siempre hacen falta recursos para mejores proyectos, con los no pocos que tiene nada hace, ningún avance, sólo retroceso. La coartada de la familia caciquil y sus aliados que la dominan es que necesitan más recursos, ¿pero para qué si no muestran ninguna mejoría?

 

Como dice el vicerrector del Tec de Monterrey: “El tamaño del presupuesto no necesariamente está directamente vinculado a la calidad. (La calidad) tiene que ver más con el ejercicio de ese presupuesto”.

 

En este número revisamos algunas mediciones de la educación superior en México y América Latina, en las que la UNAM, el ITESM y el IPN se encuentran entre los primeros lugares. En algunas evaluaciones de años pasados la UABJO estaba a la zaga, pero en los más recientes ya ni siquiera figura. Lo que parece natural, consecuencia de décadas de haber cambiado la academia por la política violenta y el saqueo de sus recursos.

 

En la investigación realizada por AméricaEconomía y publicada por el diario El Economista, “Las mejores Universidades de México. Ranking 2016”, la UABJO ya no figura, pero tampoco en la más didáctica y popular Guía Universitaria que se publica cada año para consumo de los jóvenes egresados de preparatoria.

 

En esta Guía, con Las 100 Mejores Universidades de México, sólo aparecieron dos instituciones oaxaqueñas en 2014: La Universidad Tecnológica de la Mixteca, en la posición 85; y el Instituto Tecnológico de Oaxaca, en el puesto 91. En 2015 ya no apareció ninguno de Oaxaca.

 

Esta situación debería prender los focos rojos del gobierno de la entidad, estamos ante una catástrofe educativa que afecta gravemente el desarrollo del estado. Igual que la ínfima calidad de la educación básica del IEEPO. Es preciso atender la propuesta de cerrar la UABJO, por lo menos un tiempo para tratar de limpiarla, de rescatarla si aún es posible, o fundar otra, o debatir qué se hace. La federación debería atender este grave problema, la solución está en ese ámbito.

 

El daño concreto de una mala educación

 

El grave daño de una UABJO degradada no es algo abstracto o inscrito sólo en el desarrollo del pensamiento, es un daño real, concreto. En este número hay algo ilustrativo al respecto. Algo que nos impide crecer productiva y económicamente. En su análisis (aquí publicado) el joven profesional Martín Mathus Gómez Sandoval, señala la gran desventaja de no tener una infraestructura suficiente pero sobre todo carecer de profesionales calificados para atraer empresas con tecnologías de punta capaces de desarrollar productivamente a Oaxaca.

 

Por eso, lo más seguro es que a las nuevas Zonas Económicas Especiales, diseñadas para ser detonantes económicos de regiones rezagadas, lleguen empresas a aprovechar lo que llama las ventajas comparativas de Oaxaca: mano de obra barata, infraestructura y subsidios. Es decir, empresas de simple maquila o aprovechamiento de recursos naturales. Algunas ya están, las eólicas y compañías mineras.

 

Así las cosas, la UABJO como el IEEPO lo único que garantizan es la perduración de la pobreza de Oaxaca. No aportan luces para salir adelante, es más lo que ofrecen es oscuridad. Son lastre para cualquier proyecto de desarrollo.