Impunidad devastadora

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La ausencia del Estado de Derecho en el país y en Oaxaca es devastadora. La facilidad con que los presidentes municipales y cualquier funcionario mayor o menor saquean los erarios, estimula estas conductas. El daño es muy grande. La corrupción de los gobernantes parece imparable, siempre en aumento. 

 

Vemos una competencia no por quien trabaja mejor sino por quien saquea más. Lo que sucede en Santa Lucía del Camino, consignado en los diversos números de En Marcha desde hace varios trienios, es elocuente.

 

Los impunes partidos y ediles

 

Esta loca carrera de políticos de todas las regiones de la entidad y de todos los partidos crece cada día, hasta en municipios indígenas de muy alta marginación, como San Lucas Ojitlán. Ahí la partidocracia colocó a su hombre en el poder municipal para hacer lo que desde hace años despliegan en los municipios: saquear el erario de manera conjunta partidos y grupos.

 

En una carta enviada al actual presidente de Ojitlán lo amenazan y exigen su parte del erario, para lo cual lo conminaron a una “mesa de diálogo… Para destrabar los temas relacionados con el convenio Corechima A.C., siendo que usted resultó electo como presidente municipal abanderado por los partidos PAN y PRD y nosotros como representantes de dichos partidos los exhortamos al diálogo. Si usted no respeta los acuerdos establecidos pone en entredicho nuestros principios por cobijarlo hacia su elección, evítenos desconocerlo como presidente a nivel estatal y a nivel nacional”.

 

Pero corrupción no es sólo desfalcar las arcas públicas, también no hacer su trabajo. Estas actitudes defraudadoras se han extendido y alcanzan hasta a quienes se postulan como críticos o revolucionarios, los maestros de la Sección 22. Magisterio perdido en actos de presión y de chantaje con el que han arrancado a su cómplice el gobierno casi todo lo que han querido.

 

La burocracia del gobierno estatal es otro grupo contaminado, hay cálculos que el 70 por ciento de ésta no desempeña realmente su trabajo. Ellos que ven el saqueo que hacen sus jefes tienen el apoyo tácito de estos últimos en correspondencia.

 

El tejido social oaxaqueño está contaminado, aunque por supuesto queda una franja importante de honestidad, la mayoría trata de no quedarse atrás, así el plomero o mecánico hincan el diente a sus clientes mientras critican al mal gobierno.

 

Los impunes de la UABJO

 

Entre otros impunes tenemos a la “familia real rural”, Martínez-Alavés-Helmes, que junto con sus rectores impuestos han saqueado la UABJO. Francisco Martínez Neri no sólo hizo fortuna ahí, nunca entregó cuentas finales, sino dejó de legado un edificio feo e infuncional como pretenciosa torre de rectoría, edificio que parece haberse construido más para encerrar absurdamente el aire.

 

Pero eso es poco, el peor e irreversible daño a esa institución, fue corromperla hasta sus cimientos, crear una red de aliados pagados con el subsidio a la Universidad, o con cuotas de facultades o escuelas, donde tienen manga ancha para cobrarse como quieran. Desde la venta de fichas para nuevo ingreso de estudiantes, cuotas de inscripción exageradas, hasta la invención de nuevos conceptos como el de “Mantenimiento” que exigen a los alumnos.

 

Las legiones de esos grupos delictivos denominados “porros”, con los que en última instancia controlan violentamente a estudiantes y maestros que quisieran disentir de los jefes, es otro legado de esa familia voraz, pre moderna que a ciencia y paciendo de las autoridades estatales y federales, SEP, ANUEIS, SEGOB, gobierno de Oaxaca, acaba con la UABJO.