Imponer como sea a Josefina Aranda en rectoría

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Las elecciones para rector de la UABJO están a la vuelta de la esquina. Proceso que se avizora más complicado que otros años. El grupo nucleado en el sindicato SUMA que tomó el control de la administración universitaria se ha dividido.

Por un lado el rector Torres Valdez tripulado por Francisco Martínez Neri, con sus aliados y el manejo del millonario presupuesto universitario enfrentan a su antiguo mecenas Abraham Martínez Alavés, a quien le deben haber alcanzado la rectoría hace 8 y 4 años, respectivamente.

Neri y Torres para cubrirse las espaldas están obstinados en hacer rectora a Josefina Aranda Bezaury, quien fuera Secretaria Académica durante este rectorado. No obstante pesen sobre ella severas desventajas y acusaciones.

La mayoría de las universidades tienen por norma, escrita o no, que sus autoridades sean egresadas de sus aulas. No es el caso de Aranda egresada de la Universidad Iberoamericana del D. F.

Le señalan que impidió la homologación salarial en la Universidad y que la misma recibiera los recursos federales del PIFI. Así como de instaurar Antropología, una carrera retrógrada cuando Oaxaca necesita carreras útiles que atiendan los sectores forestales, pesqueros, eólicos. Esa postura académica de Bezaury más que conservadora es francamente de retroceso.

Frente a ella Eduardo Martínez Helmes con el apoyo de su padre el hombre fuerte de la UABJO, Abraham Martínez Alavés, busca esa posición sin los recursos millonarios de su adversaria y que son notorios en su propaganda, así como en la llamada danza de los BlackBerry con que impusieron la Comisión Electoral que maneja el proceso.

La red familiar que desde el universitario Programa de Redes que maneja la familia Martínez, así como las posiciones dentro de las escuelas y facultades tejidas a lo largo de los últimos 8 años se encuentran en franco despliegue.

Con menos recursos aún el tercer candidato con reales posibilidades de competir, Enrique Martínez Martínez, realiza su campaña y denuncia el derroche de recursos universitarios a favor de la candidata oficial. Hay denuncias de que grupos de choque de rectoría (“porros”) están listos para violentar el proceso.

 

Los escenarios que se vislumbran son básicamente cuatro: 1) Que gane la candidata oficialista, lo cual podría despertar inconformidad tal que los grupos se movilizaran para impedir su toma de posesión; 2) Que transcurra el tiempo del actual rector Torres sin sucesor y entonces haya rector interino; 3) Que las otras dos fuerzas reales se unan en una declinación de facto que los haría ganar sin dificultad; y 4) Que gane Martínez Helmes sin más alianza que con Leticia Mendoza Toro, Silviano Cabrera y demás factores de decisión en la UABJO.

La votación se calcula cerrada entre los tres principales, sin embargo el ala oficialista de Neri-Torres-Josefina sería remontada sin dificultad por los votos de una eventual alianza entre Martínez Helmes y Enrique Martínez.

El problema es ¿Quién declina a favor de quién? El primero argumenta su mayor capacidad de movilización y adeptos; la gente del segundo arguye que el primero aún tiene tiempo por su juventud para esperar ser rector.

Lo cierto es que de no ponerse de acuerdo habrán de esperar a los problemas poselectorales para hacerlo y buscar anular la elección.

Lo cual puede ser un escenario probable pues el temor de Neri y Torres de sufrir las represalias de su ex mentor Martínez Alavés los está orillando a planear acciones temerarias.

Uno de los puntos de la convocatoria para estas elecciones dice que los sufragios serán contados en secreto por la Comisión electoral, y esa Comisión fue integrada favorable a Neri-Torres-Josefina.

Entre tanto, el gobierno del estado sólo contempla lo que pasa en la UABJO, nadie prevé el futuro inmediato que apunta hacia la desestabilización, y que por cierto coincidirá este mayo con el típico plantón magisterial de la Sección 22. Ojalá no suceda así.