“Una radio triste”
La estación de radio de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Radio Universidad, XEUBJ, cumplió 50 años este octubre. Medio siglo de permanencia no podía pasar así nomás, por lo que la rectoría de esa alicaída Universidad se vio forzada a atender a su abandonada radio y nombrarle un director; llevaba todo el año acéfala.
Aunque otras veces ha contado con director todo el año, la suerte de esa estación no ha sido mejor. Carente de una verdadera estructura administrativa, padece la rémora de tantas otras instituciones: un sindicato. No hay en esta radio realmente jerarquías y cada quien hace lo que puede y la mayoría lo que quiere. Un director que dirige, ¿a quién?, pues no cuenta con el apoyo de departamentos administrativo, de producción, de programación. Hay jefaturas de esas áreas pero sólo en el papel y en la nómina.
En el abandono
Quien sintonice durante varias horas del día esta estación en el 1400 de AM, se dará cuenta de su inocultable abandono. Son horas enteras que la dejan al aire sin que nadie atienda, en una dinámica que uno de sus directores anteriores llamó”dejar prendida la rockola”.
No hay producción, sus programas principales son producidos por otras estaciones, simplemente reproducidos al ser gratuitos: el noticiero Pulso de Radio Educación; la Música del Mundo. El informe de la BBC de Londres, que era de lo mejor aunque ajeno a esa radio dejaron de transmitirlo al dejar de pagar ese servicio que, por lo demás, no es caro.
No vemos, por ejemplo, algo parecido a lo que realiza Radio UNAM por estos días del 100 aniversario del nacimiento del escritor mexicano José Revueltas; la adaptación radiofónica de su novela El Apando.
Los programas donde hay más participación desde hace muchos años, y que han tomado como foro a XEUBJ ante lo único que tiene en exceso: tiempo. Los sábados y domingos, sobre todo, se reúnen en sendos programas indigenistas zapotecas de la Sierra y el Istmo. Con charlas y música en vivo sobre estas regiones. La antigüedad y persistencia de esos programas costumbristas ha hecho a esta radio universitaria más que difusora de ciencia y arte, pionera y precursora de las radios comunitarias.
La espontaneidad y buenas intenciones de quienes realizan estos programas, sin embargo, no pueden suplir la formación profesional. Ahí destacan conductores que parecen no saber que la función del entrevistador es tratar de desaparecer para que hable más el entrevistado, pues por el contrario hablan más que el entrevistado cuando acaso generosamente lo dejan hablar, además de ofrecer consejos y decir a investigadores y autores experimentados lo que deben hacer.
Programa de 50 aniversario
En un programa especial de 50 aniversario de Radio Universidad, un par de horas después de las 10 de la mañana este 10 de octubre, llamado Mesa Redonda, “Análisis desde un puntos de vista diferente” —moderado por Porfirio Santibáñez y conducido por Toño Vargas—, donde invitaron a periodistas y conductores de estaciones de radio comerciales de Oaxaca, destacó de nuevo la espontaneidad de quienes la produjeron. Lo anterior fue notorio desde su concepción: no llevar a especialistas en la materia, sino a quienes trabajan en el bando opuesto, la radio comercial.
No es que un debate entre radios comerciales y las alternativas no sea trascendente, pero no debió faltar el debate del papel de Radio Universidad en 50 años. Alguna semblanza histórica, sus aportes, debilidades, fortalezas. Plantear y replantear su papel. Nada de eso hubo en los 8 días de festejos, del 3 al 10 de octubre.
Así, en vez de un programa sobre los 50 años de la radio — que era de esperarse y lo que se evitó—, se dio un debate contra la radio comercial de Oaxaca, sobre todo contra un conductor a quien hasta por el teléfono abierto cuestionaron duramente. Uno de los conductores del programa decía: la radio comercial es portavoz del poder, esta otra se opone al poder, ¿en serio? ¿La radio universitaria es para oponerse al poder?
En ese programa especial del 10 de octubre uno de los participantes y miembro de esa radio dijo con toda claridad: “Esperamos que nuestra Radio Universidad deje de funcionar con esfuerzos personales y lo haga con trabajo institucional”. Esto revela la realidad de esa radio desolada: no hay equipo para producir, quien desee hacer algo tiene que llevar su equipo, sus computadoras y grabadoras. Las carencias son muchas, aunque hay programas excepcionales por buenos y bien conducidos, hay que decir.
¿Medio Universitario?
Para no improvisar en las respuestas de lo que debe ser una radio universitaria tomemos su definición de una de las memorias de la radio de la Universidad Nacional, donde se define de manera concisa el papel de este medio universitario:
“Radio UNAM es la emisora de la Universidad Nacional Autónoma de México. Representa un canal de difusión de la cultura y la ciencia en todas sus manifestaciones, de la diversidad de pensamiento y la música de calidad en beneficio de la comunidad universitaria y la sociedad, conforme a sus atribuciones legales y valores universitarios”. (Ver http://www.radiounam.unam.mx/Documentos_memoria/2013_DGRU%20MEMORIA%20PUBLICADA.pdf )
Radio UABJO, como receptáculo de recomendados a quienes se le abre un espacio en la nómina universitaria, no tiene personal que sepa programar y realizar los trabajos de producción radiofónica, ni quien planee los contenidos. Así, grupos de profesionistas y de ONG´s obtienen fácilmente tiempo en la radio donde, obviamente, predomina la buena voluntad e improvisación. Ni siquiera en el programa Panorama Universitario de los sábados se abordan temas cruciales de la UABJO. Participan colegios de profesionales; se habla de otras universidades locales, por ejemplo, pero no de avances de investigaciones, de publicaciones de libros o revistas universitarios, precisamente porque no hay mucho de eso en la UABJO.
Radio triste
El problema de Radio UABJO inicia desde que es parte de una institución en aguda larga crisis, que no cumple con los objetivos centrales de una Universidad que son: educación, investigación y extensión o difusión universitaria. La radio, televisión, gacetas, revistas y demás medios de comunicación universitarios tienen el objetivo de hacer llegar a sus miembros y de la sociedad en general los beneficios de “la cultura y la ciencia en todas sus manifestaciones”. Sobre todo la producida en sus propios espacios universitarios, precisamente de lo que carece la UABJO. (Ver recuadro)
Finalmente, la responsabilidad del abandono de esta radio es de la rectoría, la que sólo poco antes del 50 aniversario de su XEUBJ nombró como nuevo director al odontólogo Eduardo Vásquez Lagunas y como subdirectora a la médico Cruz Alcázar. Ni perfil ni experiencia de ninguno de ellos. Nada más sugerente de la poca importancia que dan los universitarios a su estación de radio. “Una radio triste”, como la definiera un radioescucha cuando al final de uno de sus programas escuchara a un locutor universitario despedirse con un “hasta mañana, dios mediante”. (Cuauhtémoc Blas)