Estampas de un tortuoso proceso electoral

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La coalición en el poder de Oaxaca no es la de hace 6 años, con su candidato de bajo perfil, sin el PT y sin MC y con Morena que le arrancó miles de votos, además de la división propiciada por Benjamín Robles. Su esperanza es que el Tribunal anule la candidatura del mexiquense Alejandro Murat. Pero con un mejor candidato del PRI, sin el lastre de la mala marca Murat, ¿no les iría peor? En Marcha inaugura su sección Expediente, que serán estampas del actual proceso electoral.

 

Hoy las condiciones políticas del estado son muy distintas a las de hace seis años. En 2010 la ciudadanía había esperado cuatro años para cobrarse las afrentas de aquel violento y arbitrario desgobierno de Ulises Ruiz Ortiz, que condujo al caos del 2006, en que la inepta cleptocracia de Ulises y su banda echó a Oaxaca 20 años atrás.

 

A diferencia de esa época, en este proceso electoral no hay una motivación fuerte contra el PRI de Ulises y su delfín Eviel Pérez, aunque sí una peor y más inepta cleptocracia; tampoco hay un líder de imagen consolidada como lo fue Gabino Cué en aquel proceso. El alto porcentaje con que ganó las elecciones, 9 por ciento, confirmó que incluso hubo “efecto Gabino”, que ayudó a ganar diputaciones locales y presidencias municipales.

 

Disminuida Coalición

 

Hoy la coalición en el poder, sin el PT y sin MC (lo que entonces era Partido Convergencia) y con Morena que le arrancó dirigentes y militantes, además de un candidato de bajo perfil y la división propiciada por Benjamín Robles, no es ni la sombra de lo que antes fue. Su esperanza es que el Tribunal Electoral eche abajo la candidatura del mexiquense Alejandro Murat o de un repunte extraordinario de los partidos gobernantes y sus aliados.

 

Pero cuál será la apuesta de la Coalición con Rumbo y Estabilidad para Oaxaca (CREO) PRD-PAN, cuando con otro candidato con menos pasivos, sin la apabullante mala marca Murat, el PRI tendría más en la bolsa la recuperación del gobierno de Oaxaca. Esos pasivos son la fortaleza de la campaña de Estefan Garfias.

 

Los discursos de campaña del abanderado de la CREO, Estefan, se apoyan en que él si es de aquí, y su adversarios Benjamín Robles y Alejandro Murat no nacieron en Oaxaca, sobre todo contra este último a quien hasta le han compuesto una canción hecha de estribillos pegajosos y un video donde se le repite que “no es de aquí”. Si lo cambiaran y le pusieran otro adversario a Pepe Toño, ¿cuál sería su fortaleza?

 

Infortunio el de Oaxaca, en tanto dos de los candidatos a gobernarlo no son nacidos en la entidad, Benjamín y Alejandro, este último no cumple su residencia de cinco años en el estado, como lo exige la Carta Magna, tampoco hay quien muestre capacidad para enderezar la vida de Oaxaca.

 

Murat, ¿ya ganó?

 

Con el voto duro más amplio en la entidad, así como la estructura más grande y operadores de sobra, aunque le renuncien algunos, el PRI cuenta con los recursos necesarios para hacer holgadamente campaña y con los cuadros suficientes. Si acaso su candidato no llegara a crecer para ser quien jale a los candidatos a presidentes y diputados, ya cuenta con esa ventaja.

 

En menor medida el PRD cuenta también con su voto duro y una estructura quizá menos amplia y sólida, y menos aún su único aliado el PAN que va en caída libre en las preferencias electorales. El PT, enésimo partido en el que se cobija Benjamín Robles carece de estructura en la entidad, ha sobrevivido pegado en alianzas a los otros partidos (PRI o PRD-PAN) y sin voto duro. Los votos que Robles pueda arrancarle a sus enemigos políticos Estefan-Cué-Diódoro será ganancia.

 

Robles, lo que sea en Tuxtepec

 

Benjamín Robles quien durante sus años de Senador recorrió el estado en pos de su candidatura a gobernador de Oaxaca, por el PRD, ahora recorre la entidad con el PT en busca de personajes con ascendencia local para hacerlos candidatos, para tener quienes pidan votos que puedan ser también para él.

 

Robles agarra lo que le cae, toma lo que sea. Hace cualquier cosa. En Tuxtepec, que siente su bastión, casi había puesto como candidato a presidente a José Manuel Llanjo, pero en eso renuncia al PRI Fernando Bautista Dávila con algunos de sus empleados y de su AC Fhucup (dicen que renunció con otros “disfrazados de priistas”).
El neo petista hizo a un lado a Llanjo e impresionado por el gesticulador Dávila se apresuró a registrarlo como candidato del PT. También revivió a la ex panista Teresita Ahuja Pérez como su candidata a la Diputación Local por ese Distrito 02 de Tuxtepec.

 

Tribus de PRD, venden Huatulco, Pochutla…

 

Estefan se encuentra en las manos de los dueños de la franquicia PRD. El perredista Raymundo Carmona entregó la candidatura de la coalición en Huatulco a un ex priista y hoy panista Alfonso Carrasco, a quien —dicen ahí— lo mandó a perder; en tanto en su corral Pochutla, Carmona, el famoso Carilindo colocó a un candidato equis en lo que encuentra buen cliente. Ni a quien irle, el PRI manda a Carolina Aparicio, quien disputó contra su hijo esa posición. La señora ya fue presidenta y nadie espera algo bueno de ella.

 

El PAN designó como candidato de Oaxaca de Juárez al hierático Sergio Bello, sin atributos para ganar una elección. A ese Bello de igual manera lo habrían puesto para perder (otra vez), ante el virtual candidato del PRI, José Antonio Hernández Fraguas. Tuxtepec, plaza del PRD que administra Amador Jara, fue para Paco Niño, quien no ha podido ligar una. Y así.

 

Istmo de Tehuantepec, caldera política

 

La región del Istmo de Tehuantepec con ser la más grande y poblada de la entidad, después de Valles Centrales, no ha recibido especial atención de los candidatos. El único que viajó de inmediato hacia allá el mismo día de su inicio de campaña fue Alejandro Murat, al neurálgico Juchitán, después de haber estado por la mañana de ese domingo en la Plaza de la Danza de la ciudad de Oaxaca. Estefan Garfias, no fue a su natal Tehuantepec, tierra que cobijó a sus padres que llegaron del remoto Líbano.

 

El abanderado priista fue días después a Tehuantepec, dejando pendiente la plaza grande de Salina Cruz, donde la señora presidenta Rosa Nidia Villalobos tiene al PRI por los suelos, con una muy escandalosa corrupción, represión, desgobierno, nepotismo, compadrazgo, de todo. Sólo estar cerca de ella implica pérdidas, de ahí quizá las reservas.

 

Salina Cruz, fechorías de Rosa Nidia

 

Rosa Nidia, además, le jugó las contras a José Murat en la pasada elección federal donde no apoyó a la priista Sofía Castro, sino a José Antonio Estefan Garfias, a quien hoy sigue apoyando, aseguran priistas disidentes de la señora. De ahí que su hijo haya sido expulsado de las listas de candidatos a diputados y el controvertido ex director de la Judicial Federal en los aciagos años de Salinas de Gortari, Rodolfo León Aragón haya excluido de su planilla priista a la presidencia municipal de ese puerto a los enviados de Rosa Nidia.

 

Tiene la señora, además, dos acusaciones en el Congreso de suspensión de su mandato, promovido por los propios regidores de su mismo partido. Robar y actuar fuera de la ley son los elementos, pero aseguran que cuenta con la ayuda “desinteresada” de dos “prestigiados” políticos que casi no venden protección a los presidentes: Adolfo Toledo Infanzón y el titular de la ASE, Carlos Altamirano Toledo.

 

Por este desastroso contexto priista es que muy seguramente “El cachorro” dejó para después visitar Salina Cruz,
Cuando por fin llegó a esa plaza tal como se esperaba los conflictos fueron fuertes, Rosa Nidia con su conocido grupo de golpeadores y golpeadoras decidìa quién subía y quié se bajaba del tremplete. Los gritos y sombrerazos fueron sin pudor, aún en presencias del mismo candidato a gobernador. León Aragón también fue alejado del lugar,

 

Tehuantepec, Donovan y su tiradero

 

Mientras en Tehuantepec, Donovan Rito es candidato a diputado por su partido el PRI, y busca que sus paisanos olviden sus manejos desaseados en el ayuntamiento que encabezó al no licitar obras millonarias y adjudicársela a una constructora de la que se dice es socio.

 

Deja Donovan un tiradero y a una incondicional en la presidencia, Carmen Hilda de Dios Tello. Sostiene también pleito con Amador Villalobos Peto, quien era su delfín a esa presidencia y a quien las voces palaciegas aseguran le había entregado un millón 500 mil pesos del erario para su precampaña. Éste fue rechazado, y ante eso Donovan le exige la devolución del dinero. Cuentan que Peto estalló en llanto dos veces, una cuando le dijeron que no sería candidato, y la otra cuando el ingrato de Donovan le exigió la devolución del dinero que ya había gastado.

 

Consuelo Zamudio era la candidata natural del PRI en Tehuantepec, a pesar de la oposición de Donovan y no obstante que la popularidad de la señora le estaba salvando sus mítines. Mandan de manera inusitada a Venustiano Gutiérrez Reyna, cartucho quemado quien ya fue presidente hace años, después renunció a su partido para irse con Coinvergencia en la primera intentona de Gabino Cué. Ahora regresa pero no lo que se llevó. Por la coalición CREO va Yesenia Nolasco, así que el duelo ya no será plenamente entre féminas.

 

Matías Romero y las ventas del panismo

 

En Matías Romero el edil panista, Etelberto Rodríguez Terán impuso candidato de la Coalición gobernante a quien fuera su secretario municipal, Ignacio Mun Magaña. Necesita un incondicional que le cubra sus corruptelas. Sin nada de obra, sin rendir cuentas, Etelberto, también aviador de la Secretaría de Salud, logró ungir a Nacho Mun, personaje de muy bajo perfil.

 

Este caso ilustra los negocios del panismo. No sólo son las tribus del PRD, ni el famoso Alejandro Avilés, conocido como vendedor de candidaturas del PRI, Juan Iván Mendoza Reyes, presidente del PAN en Oaxaca entregó la candidatura a Mun Magaña de manera repentina. Fue tajante con quienes proponían a un candidato más presentable y hasta grosero pues corrió de su oficina en la ciudad de Oaxaca a los partidarios del médico Alfredo Juárez, quien era apoyado por casi la totalidad de los panistas de Matías Romero. Lo compraron, dijeron los corridos, y se fueron a otros partidos políticos. Del PAN en esa municipalidad sólo queda el cascarón.

 

Nacho Mun, de ascendencia china, serio aspirante a regidor, ha servido en trabajos electorales al PAN, más conocido como mapache panista (tramposo electoral, pues) sólo va con la intención de tapar el enriquecimiento de su patrón Etelberto, quien apenas trasciende acaba de adquirir una pipa de 2 millones 800 mil pesos para surtir su gasolinera que construirá en un terreno ubicado en la esquina de Morelos y Porfirio Díaz del centro de esa población.

 

Quién sabe si por su gran corazón, por ser muy cristiano y saber perdonar a quienes lo ofenden, pero Marco Julio Hernández Vargas va en la planilla del chinito después de que hace nueve años Nacho Mun se opuso a su candidatura y trabajó en su contra para hacerlo perder. Lo que finalmente sucedió con ese granito de arena. Amén.
Avilés, las ventas del PRI

 

Es de justicia otorgar al PRI el reconocimiento a la fundación de las prácticas de venta de candidaturas desde tiempos inmemoriales, hoy vigentes en los principales partidos políticos. Aunque Amador Jara, Raymundo Carmona, Juan Iván Mendoza, del PRD y PAN se revelan como vendedores destacados, Alejandro Avilés se alza como el más distinguido.

 

Avilés es el villano favorito priista desde hace un par de sexenios. Desde los tiempos de Ulises Ruiz fue acusado de vender candidaturas. Incluso se le atribuye un notable adagio, acorde a los nuevos tiempos, su respuesta al reclamo de alguien que compró la candidatura y no ganó la elección. Avilés estableció esta jurisprudencia: “Se venden las candidaturas, la elecciones se ganan”.

 

Incluso este personaje, hoy presidente de Comité Directivo Estatal del PRI, fue recientemente acusado ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) por la presunta venta de candidaturas, su tarifa va de un millón a tres millones de pesos. En su escrito los denunciantes dicen “está aprobando a los candidatos que reúnen los recursos económicos antes señalados, y no a los candidatos idóneos que permitan el triunfo del tricolor”.

 

Un escándalo reciente donde de nuevo figura Alejandro Avilés es en San Pedro Pochutla, lo acusan junto con Héctor Pablo Ramírez Puga, director nacional de Liconsa, de haber impuesto a Carolina Aparicio como candidata del PRI a presidenta municipal.

 

Pero no es el único exhibido con estas prácticas, Jorge González Illescas, quien acompaña al candidato priista a gobernador en su campaña, fue sorprendido con algo similar en Santa Cruz Xoxocotlán.

 

Juchitán de las divisiones

 

En Juchitán nada está escrito aún en la designación de candidaturas a la presidencia municipal, pero saltan a la vista los amarres entre grupos que no son de la misma filiación política.

 

Priistas podrían votar por perredistas y viceversa; petistas podrían hacer alianza con el tricolor, y los seguidores de Morena liderados por Alberto Reyna Figueroa podrían ir al matadero en un proceso municipal sin aliados y con apenas 2 mil 600 votos a favor de su abanderado Manuel López (a) Manolo Yodo.

 

Sin embargo la división de la COCEI, tras la elección interna del 6 de marzo que favoreció a Gloria Sánchez López, no es garantía de triunfo del PRI en la elección de junio próximo, y menos si la cúpula priista, con el visto bueno del candidato a gobernador Alejandro Murat, insiste en imponer a Daniel Gurrión Matías como candidato a la presidencia.

 

PRI, ruptura por Gurrión

 

Diversos sectores del PRI ya lo han repudiado y Héctor Matus Martínez, ahijado y compadre del ex gobernador José Murat, ha dicho que su voto y el de su grupo no serán para Gurrión Matías.

 

Con las bardas listas para su propaganda, Gurrión es cuestionado por aspirantes a la alcaldía juchiteca e integrantes de la Comisión Política Municipal, quienes enviaron una carta al presidente del CEN del PRI Manlio Fabio Beltrones para rechazar lo que advierten será la imposición de su candidatura.

 

Cuatro de los aspirantes priistas se unieron para advertir que una imposición podría derivar en una derrota electoral y demandaron “considerar las aspiraciones de los cuadros destacados que se inscribieron ante la comisión de procesos internos”.

 

Los firmantes de la carta dirigida también al presidente del Comité Directivo Estatal del PRI Anuar Mafud y al candidato Alejandro Murat, son Jorge López Luis, Porfirio Montero Fuentes, Arturo López Lena Villalobos y Heliodoro Altamirano Charis se abstuvieron de firmar Carmelita Chiñas y Florentino López, pero tampoco lo aceptan.

 

Reyna, Polo y Santana

 

El PRD temeroso de quedarse sin una candidatura fuerte, avaló los resultados de la contienda interna de la COCEI y aceptó a Gloria Sánchez como su candidata a la presidencia municipal, mientras los inconformes Alberto Reyna y Leopoldo De Gyves de la Cruz intentan en reuniones “secretas” convencer a Feliciano Marín Valdivieso, un viejo coceista y trovador zapoteca convertido en funcionario del gobierno estatal, a encabezar lo que podría ser la “candidatura de unidad”.

 

Mientras los coceístas se deciden, Mariano Santana López hace el papel de “villano y traidor” como lo hizo en las municipales de 2001 que dio la espalda al PRD y se fue a encabezar al PT asestando un fuerte golpe al partido del sol azteca y a su abanderado, el profesor Enedino Jiménez (­­+), lo que favoreció al triunfo del priista Héctor Matus. Hoy de nuevo, argumenta que su partido le pide ir solo y no en alianza.

 

Leopoldo De Gyves, negocia por dos lados. Pues por un lado exige cuatro posiciones en la planilla que encabece Gloria Sánchez para sumarse a su campaña, y por otro lado, dejando en el olvido a su candidato Jorge Magariño, empuja la candidatura de unidad de su verdadero “gallo”, Feliciano Marín.

 

El ex diputado federal Roberto López Rosado aún no ha dicho esta boca es mía, después de haberle levantado la mano a su detractor Jorge Magariño en una alianza interna que causó suspicacia, pues meses atrás, el propio Magariño había acusado a López Rosado de haberse embolsado un millonario recurso de una campaña de fortalecimiento de la lengua zapoteca.

 

López Rosado anunció que el recurso serviría para el Proyecto “Fortalecimiento de las tradiciones y costumbres e impulso de la lengua zapoteca” que incluía además la filmación de una película. Nada se sabe.

 

Considerando que quizá la dirigencia del PRI decida darle la candidatura una vez más a Daniel Gurrión, los priistas ya hablan del voto de castigo de la militancia que tiene otras tres opciones ciudadanas para canalizar sus votos; dos emanadas del PRI, María Elena Caballero y Pamela Terán, y una más, la de un joven con presencia en la redes sociales de internet: Gubidxa Guerrero.

 

El panorama es gris y poco alentador para el electorado que es testigo de las turbias negociaciones de la política partidista que realizan sus dirigentes tanto en la sedicente izquierda aliada a la sedicente derecha, como en el PRI.