El Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de Oaxaca (Cecyte) también está resintiendo los efectos de las pésimas administraciones. Su anterior directora lo dejó para irse de candidata del PRI a la diputación federal por el distrito VII, de Ixtepec, la famosa María Luisa Matus. No es que la extrañen, la señora es de muy cortas entendederas como para dirigir una institución de educación media superior.
Tan confundida anda la señora que cuando anunciaron al iniciar este sexenio —que va que vuela para otro sexenio perdido—, su nombramiento como directora de Cocyt, Consejo Oaxaqueño de Ciencia y Tecnología, una oficinita de puro membrete, lo aceptó pensando que era algo importante, cuando vio la pequeñez del hueso a roer exigió algo mejor diciendo que lo había confundido con el Cecyte, dirección que exigió, y le cumplieron su exigencia.
Nadie la extraña en Cecyte, decíamos, viene al caso porque dejó un tiradero y caos que ya hace crisis. Lo más grave es la indefinición contractual en que dejó a mucha gente. Contrató a quien quiso, violando cláusulas del Contrato Colectivo de Trabajo donde se establece que para esas contrataciones se debe contar con el aval sindical. En el corto tiempo que la flamante candidata priista estuvo en la institución hubo acusaciones de extorsión y acoso laboral, hasta un paro de labores realizaron los empleados.
Los reclamos del sindicato tienen a la institución en periodo de pre huelga, pues acusan violaciones fuertes al Contrato Colectivo, según los trabajadores. Además, en la revisión anual de ese Contrato Colectivo piden el 30 por ciento de aumento salarial. Las negociaciones se realizan en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje. No serían tan difíciles si María Luisa Matus se hubiera quedado quieta en Cocyt, donde sus daños habrían sido menores.