El Pacto por México funciona como eje transversal del gobierno, pero sus alcances e impacto sobre la población muestran que su hechura atiende cuestiones de legitimidad política y reforma económica, no problemas de orden social. La crisis agroalimentaria con incrementos desproporcionados en los comodities, confirma que el Pacto sirve para muchas cosas, pero no para ofrecer respuestas a la carestía y a la inflación que, otra vez, golpea a los sectores vulnerables.
El diseño del Pacto, en el mejor de los escenarios, podría incidir marginalmente en los niveles de crecimiento gracias a la apertura de Pemex a las inversiones privadas, pero a un costo en soberanía muy elevado; la reforma fiscal dará los recursos para sostener la Cruzada Nacional contra el Hambre llamada a ser el Pronasol de Enrique Peña Nieto, pero secará los bolsillos de los mexicanos más pobres con el incremento al IVA y su aplicación generalizada. Nada garantiza que el Pacto funcione en el largo plazo y, está visto, que en el corto, a Peña Nieto se le olvidaron los pobres.
Incremento en alimentos
Al primer trimestre de 2013, se registra un incremento de 42 por ciento en el precio de las verduras. Ricardo Navarro, presidente de la CONCANACO demanda reabrir el programa de importaciones de huevo puesto en marcha el año pasado. La idea es que el precio del producto regrese a los 28 pesos y, con ello, evitar que la inflación se dispare.
El incremento porcentual en el precio de algunos productos agropecuarios, con base a la Secretaría de Economía, muestra que hay una fuerte presión inflacionaria: el incremento en el huevo es de 82 por ciento; el del jitomate de 44; el pollo registra un alza de 41 por ciento; la leche de 9 por ciento; la carne de res de 5 por ciento; el aceite vegetal de 3 por ciento; y la tortilla de uno por ciento.
En el informe trimestral de la Secretaría de Hacienda se destacan las variaciones en los precios de la Canasta Básica, la de los alimentos en particular: huevo, verduras, tortilla, pollo, café. El índice de precios al consumidor se ubica en 3.7 por ciento, pero el de la canasta de alimentos se encuentra en 8.7 por ciento. El mismo informe señala que se inscribieron al IMSS 219 mil personas, pero con un salario precario, y el propio documento habla de una disminución real de las percepciones de los trabajadores. De acuerdo a CONEVAL, 28 millones de personas en México están en pobreza alimentaria. Es decir, personas que no tienen ni para comer1.
Crece economía informal
El empleo en la economía informal alcanza el 60 por ciento de la población económicamente activa. Esto es, que sólo 40 por ciento del PEA paga impuestos. Aunado a lo anterior se encuentran los aumentos de gas en 17.5 por ciento, de energía eléctrica de 8.4 por ciento y el mensual en los combustibles. En las últimas semanas los consumidores han resentido el incremento generalizado en los precios de los alimentos: el tomate verde, 400 por ciento; el huevo pasa de 30 pesos el kilo a 60; el transporte público se eleva 30 por ciento, etcétera2.
En este contexto, depositar toda la estrategia de gobernación en el Pacto por México es un grave error. "No habrá acuerdo suficiente mientras la canasta de productos básicos crezca en 300% durante cinco meses. Era anticipable. Se engolosinaron en su Pacto cuando lo importante para el común de los mortales era el huevo, el frijol, la tortilla, el tomate, la fruta.
Así gobernaron en el Estado de México
Nada más que no se puede replicar en un Estado nacional. Que sus lógicas mediáticas y electorales no se pueden reproducir a la escala de México (...) Muchas reformas, mucha productividad legislativa, muchos acuerdos, reanudación del Pacto. ¿Y? El gobernador del Banco de México reconoce la presión inflacionaria (...) El México de Enrique Peña genera expectativas. No da resultados
durante cinco meses el Presidente de la República encanece y no da resultados concretos
Calderón
jamás dio resultados (...) Hay una fractura en el proceso político nacional
la falta de perfil del gabinete de EPN, el control a plazo definido de prensa
el miedo de poblaciones, la desesperanza de las mayorías y el necio juego de la imagen de EPN (...) ¿Creen que van ganando? ¿Tienen sentido de la historia? ¿Cabe en ellos la realidad? ¿Es tanta la soberbia de mexiquenses e hidalguenses?"3.
Cae el PIB
Como Carlos Salinas, Enrique Peña Nieto ilusiona al país con su modelo reformista, aunque la realidad a diario desmienta sus propias expectativas. La crisis en los precios de algunos alimentos es una imperdonable omisión del Pacto.
Con base al Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al primer trimestre de 2013, el crecimiento del producto fue de apenas 1 por ciento cuando en el mismo periodo de 2012 alcanzó 4.9 por ciento. Esto se debe, según al documento de la Secretaría de Hacienda, al menor crecimiento de los Estados Unidos y a factores estacionales.
Paul Krugman, premio nobel de economía 2008, es optimista respecto al pronóstico de crecimiento económico de México en el largo plazo, pero en la perspectiva del corto y del mediano plazos, dice no ver el milagro económico mexicano, ni saber exactamente en qué momento nuestro país perdió la dinámica de crecimiento de años anteriores.
Si en términos mediáticos el Pacto resuelve algunas cuestiones de legitimidad política, en materia económica y de distribución del ingreso, no tiene instrumentos de intervención.
Pacto, estrategia mediática
Hasta ahora, evitar que la crisis agroalimentaria impacte socialmente depende de la política. La estrategia es mediática: se construye una burbuja que hace del anuncio de las reformas el éxito del gobierno. Pero ninguna de ellas aterriza en el terreno de la realidad y de lo inmediato. La laboral es regresiva: se diseña para bajar el costo de las contrataciones y los despidos. No funciona en España ni en otros países con mercados laborales flexibles y no hay evidencia de que en México sea distinto. La CEPAL afirma que el tránsito hacia la llamada Sociedad del Conocimiento elevará el desempleo4. La asignatura pendiente del modelo está en la generación de empleos productivos.
¿Cómo gobernar un país en crisis? Hasta ahora el camino ha sido el mensaje político y la construcción de una nueva narrativa apartada de la realidad. Hacia adelante, hay elementos que permiten configurar la hoja de ruta: estrategia mediática y uso político de procesos judiciales. No hay cruzada contra la corrupción, sino oportunidad en la utilización de casos que caen por su propio peso. Es una suerte de regalo del sistema para el régimen que sabe cómo explotarlos en una vertiente de desviar la atención para ganar tiempo.
El establecimiento político tiene ante sí una canasta llena de escándalos potenciales a cuenta de calderonistas, cacicazgos sindicales en decadencia y personajes de la izquierda social que no han podido restaurar su imagen pública. Ante la crisis envolvente que vive el país, viene el circo. Pero la crisis estructural tiene la fuerza para romper el modelo de la segunda generación de tecnócratas salinistas.
La pretensión de los economistas que están detrás de Peña Nieto es construir el segundo piso al modelo surgido en los ochenta y conocido genéricamente como Consenso de Washington. Pero la crisis por la que atraviesa el mundo —México incluido— tiene que ver con la desregulación, inmanente al modelo económico. Los economistas de Peña Nieto con Luis Videgaray a la cabeza le apuestan a su propia antítesis: regular el sistema, comenzando por los circuitos financieros. A ver si no generan un engendro. Pero mientras experimentan, tienen ya una larga lista de casos que servirán de cortina de humo a una crisis que no cede.
Ex funcionarios en capilla
Expedientes de ex funcionarios federales y locales, así como el de algunos líderes sindicales, están en proceso de convertirse en nuevos escándalos mediáticos. Las filtraciones sobre presuntas irregularidades del pasado en áreas sensibles como la de procuración de justicia o seguridad pública, confirman que no sólo se trata de evidenciar operaciones fuera de norma, sino de aprovecharlas políticamente. Los personajes involucrados están solos. Destacan los nombres de Marisela Morales, Carlos Romero Deschamps, Ernesto Cordero. Su pasado los convierte en potenciales víctimas sexenales.
Enrique Peña Nieto no tiene que habilitar testigos a modo para avanzar en cada uno de esos casos; no son parte de una cruzada contra la corrupción, sino de una acción casi inercial por el tamaño de los abusos y los absurdos a los que dieron lugar. Es insostenible Romero Deschamps como indefendible es Marisela Morales. Es temporada de caza.
La tesis fundamental que este Análisis sostiene es que la crisis de México es de carácter estructural y no coyuntural. Sus causas no cambian en razón del arribo de otro gobierno, por el contrario, algunas de sus expresiones como el de la inseguridad o la carestía de productos básicos se agravan.
Carlos Salinas es la materia gris de Enrique Peña Nieto. El modelo reformista del Presidente y su esquema de gobierno son la réplica del salinismo, punto de inflexión para el país. El modelo económico es el que Carlos Salinas impone al país en el contexto del decálogo del Consenso de Washington. Nunca segundas partes han sido mejores. Por el bien de México, esperemos equivocarnos.