2015: otra vez la economía debajo de expectativas

Gerardo Nieto

Resumen Ejecutivo/ AP 703

 

La conclusión preliminar es que en estos dos años de gobierno de Peña Nieto ha habido una mala conducción económica. La crisis económica se agravará por la desvinculación del ciclo económico mexicano de la fase de recuperación estadounidense. Nuestro país no crece más en paralelo con EE.UU. La demanda interna se encuentra debilitada por los bajos salarios y el endeudamiento privado; hay impacto recesivo de la depreciación del peso y un aumento consistente de la inflación.

 

En momentos en que crece la sospecha sobre la participación del Ejército en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y justo cuando la devaluación del peso y el desplome de los precios internacionales del petróleo plantean escenarios de ajuste al gasto público, las variables externas muestran la fragilidad de la economía mexicana.

 

La alternancia política del 2000, fue posible, en buena medida, por el efecto social de la crisis financiera del llamado “error de diciembre”(1994-1995). Ahora, la única certeza que se tiene es que el PRI no soportaría una nueva devaluación con su secuela de inflación, carestía y desempleo.

 

El problema de fondo está en el carácter estructural de la crisis: agotamiento del modelo económico y del régimen político que empata con la descomposición social producto de la violencia. La administración de Enrique Peña Nieto sostiene que la crisis se debe a factores externos, pero hay elementos suficientes para demostrar que es la incompetencia del equipo del Presidente la responsable del estancamiento económico.

 

Economía, debajo de las expectativas

 

El crecimiento económico del primer bienio de Enrique Peña Nieto es de 3.5 por ciento: 1.4 por ciento en 2013 y 2.1 por ciento en 2014, muy por debajo de las expectativas y promesas de campaña. La explicación oficial es que las variables externas no permiten crecer; sin embargo, todo hace pensar que no es así. El crecimiento mediocre de la economía mexicana se debe fundamentalmente a variables internas.

 

El hecho de que Estados Unidos crezca a tasas superiores a las de México indica que el problema no está en el sector externo, sino en el diseño de la macroeconomía del crecimiento: a) Pésimo ejercicio del gasto público. Para el 2014 con un incremento del 9 por ciento en términos reales del gasto público, no se logra ningún impacto sobre el sector productivo. Es decir, el gasto público deja de tener el efecto multiplicador de la inversión.

 

Esto se debe a) “…la calidad del gasto público. El gasto público no es mágico ni genera crecimiento por sí mismo. Apostarle a mayor gasto público sin poner atención al destino de dicho gasto es estéril. Las adjudicaciones con precios inflados, las obras superfluas o los Guerreros Chimali que suelen prevalecer en el gasto de ciertas entidades no generan los efectos de derrame productivo o de inversión adicional deseables. En ese sentido el combate a la corrupción, la mayor eficiencia y la transparencia en su ejercicio pueden contribuir a hacer del gasto público un elemento importante de política pública…Mientras esto no ocurra, es posible que el gasto público en México siga siendo altamente improductivo” 1.

b) Apreciación y devaluación del peso mexicano. En teoría, un peso fuerte encarece las exportaciones. Esto sugiere que el actual proceso devaluatorio debe traducirse en un mayor dinamismo del sector externo; sin embargo, salvo en el sector automotriz, el resto de subsectores económicos parecen registrar efectos negativos. La devaluación crea presiones adicionales en los niveles de inflación. “No puede estarse inyectando dólares indefinidamente; cada dólar que se inyecta al mercado de divisas se convierte en deuda interna y sólo favorece la especulación”2.

c) Desastrosa política para el sector de la construcción. El capitalismo de cuates exhibe licitaciones a modo que limitan el potencial del sector. En el fondo, se trata de un problema de corrupción que ya estigmatiza al actual gobierno.

d) Reforma fiscal recesiva. En un escenario de crisis económica resulta suicida elevar los impuestos. Esto fue lo que hizo Enrique Peña Nieto con su reforma fiscal. Hoy, hay consenso en el sentido de que uno de los factores del estancamiento económico es la determinación del Secretario de Hacienda de mantener elevados los impuestos. Para 2015, se aprecia un problema grave en las finanzas públicas, sobre todo porque una tercera parte de los ingresos del gobierno proviene de las exportaciones petroleras y todos los indicadores disponibles indican que los precios internacionales del crudo mexicano se mantendrán por debajo de lo presupuestado para el actual ejercicio fiscal.

e) Desconfianza en torno al proceso de implementación del modelo reformista. Lo verdaderamente importante de las reformas del Presidente no fue su aprobación en el Congreso, sino su implementación. En torno a la apertura de sector de la energía, el contexto de incertidumbre prevaleciente que apunta a mantener precios bajos del petróleo por lo menos durante los dos próximos años, descubre la fragilidad del modelo y la falacia de depositar en la privatización de ese sector las expectativas de crecimiento: “…la caída del precio del petróleo tendrá un efecto negativo importante en las expectativas de inversión en el sector energético y…en el monto de ingresos públicos (a pesar de las coberturas), lo que podría dar lugar a un ajuste en el gasto público” 3.
La apertura del sector de la energía mexicana se da en el peor momento de la crisis del petróleo. En el corto plazo, la reforma energética es inoperante: está muy lejos de generar el flujo de inversiones esperado. Los precios son demasiado bajos y hay excedentes de oferta en el mercado global del petróleo. Lo menos que puede decirse es que las previsiones respecto a la entrada de capitales vía esta reforma se sobredimensionaron.

f) Crisis de inseguridad. Se refleja en la percepción de debilidad que existe entre los inversionistas nacionales y extranjeros sobre el deterioro en la vigencia del Estado de derecho en México. No hay un solo elemento que ofrezca garantías reales de que los niveles de violencia en el país bajarán en el corto plazo. Por el contrario, lo más probable es que en este ámbito, la realidad empeore, la violencia escale en objetivos y se deteriore aún más el ambiente para hacer negocios.

g) El riesgo principal en el sector externo está en un escenario recesivo a nivel internacional. De hecho, la desaceleración de China alerta sobre la probabilidad de más problemas para la recuperación. El pronóstico para la zona euro es que no crezca o que sólo lo hagan algunos países en niveles muy bajos. Este escenario impactaría a la economía estadounidense y por extensión a México.

 

El factor internacional

 

A nivel internacional prevalecerán los problemas de endeudamiento público y desempleo en la zona euro. Sólo como ejemplo, está el caso de España cuya deuda es superior al 100 por ciento de su PIB; a la pérdida de dinamismo de la economía china se agrega una estrategia de crecimiento de Estados Unidos con base a la sustitución de importaciones de hidrocarburos y aumento de su producción energética; a nivel de América Latina se acentuará la desaceleración y el impacto negativo sobre las finanzas públicas de México, Venezuela, Brasil y Argentina por la caída de los precios internacionales del petróleo.

 

China desplaza a Estados Unidos como primera potencia económica del mundo. Esto desemboca en un reposicionamiento militar del gigante asiático, se da lugar a una fragmentación y polarización del sistema internacional; se consolidan actores no estatales como ONG’s, corporaciones privadas y mafias internacionales del crimen organizado; se registra una debilidad estructural de las democracias liberales y se arraigan los nacionalismos en regiones autonómicas como Cataluña o el país Vasco, en España; también varios países de Europa como Alemania o potencias como China y Rusia; continúa la guerra del petróleo y desplome de los precios internacionales del crudo; se diversifican los ataques cibernéticos.

 

México, mala conducción

 

En el caso de México, la conclusión preliminar es que en estos dos años de gobierno de Enrique Peña Nieto ha habido una mala conducción económica. La crisis económica se agravará por la desvinculación del ciclo económico mexicano de la fase de recuperación estadounidense. Nuestro país no crece más en paralelo con EE.UU. La demanda interna se encuentra debilitada por los bajos salarios y el endeudamiento privado; hay impacto recesivo de la depreciación del peso y un aumento consistente de la inflación. En 2015, la paridad cambiaria, en el mejor de los casos, rondará los 15 pesos por dólar.

 

Por los bajísimos salarios que prevalecen en México y los índices de desempleo, no se puede esperar una reactivación económica por el lado del consumo. La única alternativa de elevar el PIB es la inversión productiva, pero factores como los precios bajos de los hidrocarburos en el mercado mundial y la crisis de inseguridad a nivel nacional, no ayudan a generar expectativas de ganancia a los potenciales inversionistas.

 

No hay confianza de los magnates globales en el programa de gobierno. Se estima que a más tardar en marzo próximo, el presupuesto deberá ajustarse a la baja para evitar mayor deterioro financiero. Por razones políticas y electorales, el gobierno buscará instrumentar su programa de ajuste hasta el segundo semestre del año, para sortear el proceso electoral, pero para entonces todas las variables de la macroeconomía podrían salirse de control: desempleo, deuda pública, incremento de riesgo e inflación.

 

En los dos primeros años de este gobierno, la deuda pública externa se eleva de manera exponencial: pasa de 125 mil millones de dólares a 150 mil millones. Si el crecimiento es bajo, entonces la pregunta es ¿de dónde sacará recursos el gobierno para pagar la deuda nominada en dólares? En el mejor de los pronósticos, México crecerá en 2015 en un 3.4 por ciento, pero no se descartan ajustes a la baja. El peor escenario es que el crecimiento de este año sea menor al 2.1 por ciento del 2014.

 

1 Esquivel, Gerardo, Resultados y perspectivas económicas en El Universal. México, enero 03, 2015. p.-15.
2 Dolores Padierna, senadora de la República citada por Blanca Estella Botello. Véase: Caída del peso debido a la mala política económica en La crónica de hoy. México, enero 04, 2015. p.-6.
3 Esquivel, Gerardo, Resultados y perspectivas económicas… Op. Cit. Supra, p.-15.