No es juarista un gobierno que no defiende la educación

Benito Juárez y la Sección 22

Cuauhtémoc Blas

 

No puede ser juarista alguien que haga lo contrario de Benito Juárez, quien no impulse la educación del pueblo como principal acción de gobierno. La 4ª Transformación ha dado pruebas de que no es la educación su principal cometido. La reducción del presupuesto para Ciencia y Tecnología no deja lugar a duda, así como el intento de hacer lo mismo con la UNAM y el IPN.

 

Organizar la apertura de escuelas para el pueblo era lo primero que hacía Benito Juárez en cuanto llegaba al gobierno de Oaxaca, narran sus biógrafos y quienes escriben sobre esa época, entre ellos el historiador Jorge Fernando Iturribarría. Concebía la educación como el principal objetivo de un gobierno, en sus escritos dejó dicho: “Gobernar es educar”.

 

Conocedor en carne propia Benito Juárez de que el principal enemigo de los pueblos es la ignorancia, trabajó en ese sentido. “La instrucción es la base de la prosperidad de un pueblo, a la vez que es el medio más seguro de hacer imposibles los abusos del poder”. Su combate al oscurantismo del clero se nutrió también de su experiencia personal como abogado, al ser encarcelado por un cura en los Loxichas junto a sus defendidos indígenas zapotecas.

 

A Juárez se debe que la educación sea obligatoria, laica y gratuita, si en Oaxaca como gobernador abrió escuelas para el pueblo, como presidente de México fundó por decreto la Escuela Nacional Preparatoria el 3 de febrero de 1868. Institución fundamental para el país, ahí se forjó la intelectualidad del porfiriato, los Científicos, pero también los intelectuales precursores de la revolución de 1910 como los hermanos Flores Magón.

 

Siendo presidente apoyó proyectos educativos importantes, como la fundación del Instituto Juárez de Tabasco, que se diseñó imitando al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca entonces de altísima calidad educativa. Los tabasqueños le explicaron la penuria intelectual de su tierra, ni siquiera tenían cuadros para gobernarse, la mayor parte de sus gobernantes les llegaban de fuera, el famoso Tomás Garrido Canabal era Chiapaneco y el General Francisco J. Mújica de Michoacán, de los últimos fuereños.

 

Magisterio, enemigo de la emancipación

 

Sería impensable que Juárez negociara la educación del pueblo con una camarilla como la Sección 22 que han sido el principal obstáculo de la emancipación de los oaxaqueños. Desde hace casi 40 años nunca han terminado un ciclo escolar completo, en los 80´s se perdió un año escolar y en 2006 dieron como bueno el año cuando solo trabajaron medio ciclo escolar, con el consecuente e irreparable daño para generaciones de oaxaqueños.

 

No se puede ser juarista si se actúa firme en materia educativa, abandonando la educación del pueblo al dejarla en manos de sus destructores. Nada hay peor que eso, los políticos se roban el dinero, pero la camarilla magisterial se roba el futuro de Oaxaca, pues sin educación no hay civilización.
No tienen los profes ninguna autoridad, ni académica y menos moral los para exigir se les devuelva la administración de la educación de la entidad y, sobre todo, claro está y de eso se trata, los multimillonarios recursos en plazas y prestaciones del IEEPO, devolución, aunque sea de manera informal, con la entrega de miles de plazas que ellos designen, como es su propuesta. Ilustramos la debilidad de ese magisterio con un fragmento de otro trabajo que desarrollamos anteriormente.

 

Educación de Oaxaca siempre abajo

 

En 1990 el promedio de escolaridad de Oaxaca era de 4.5 grados, el nacional de 6.5; en el 2000 fue de 5.8 y el nacional de 7.7 grados. Otro informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) en 2004 ubica a Oaxaca en el último lugar en comprensión lectora junto con Chiapas.

 

El mismo INEE ubica a Oaxaca en el 2003 con cero en matemáticas y español. Hoy las estadísticas siguen siendo de las peores, el promedio de escolaridad según el INEGI es acá de 7.5 grados en tanto el nacional es de 9.2.

 

Siempre abajo, precisamente en esos años que la S 22 tuvo el control del sistema educativo en Oaxaca, todas las direcciones, de primaria, secundaria, educación física, indígena. No tienen ningún argumento válido para sus falsarias exigencias reivindicatorias. Y si no, que den las estadísticas de sus éxitos educativos.

 

Aunque ya avanzaron bastante con sus presiones y violencia, quieren más. Ya les dejaron sin efecto la evaluación “punitiva” a quienes están en activo (o sea, inamovibles los taxistas que heredaron o compraron plaza). Ahora exigen que se hagan las reformas como ellos dicen, no puede AMLO resolver vistosamente como en otros casos porque aquí la camarilla magisterial no negocia, no dialoga nunca, impone siempre. Y está visto que les va a conceder lo necesario para tener si no el poder si gobernabilidad en el sector.

 

Hay consenso en quienes conocer el actuar de la S22 y el CNTE en que no han hecho demasiado ruido contra la nueva legislación en materia educativa que según ellos no abroga la peñista. Sin embargo, salieron satisfechos de la reunión de tres horas con el mismísimo presidente López Obrador, seguramente se negoció algo y no en bien de la educación de los mexicanos.

 

No es de justicia devolver aun indirectamente el IEEPO a la 22 para que retomen su doble papel injustificable de sindicato y patrón. Para que controlen de nuevo las plazas y la rentable dinámica del sistema, despidiendo o reprimiendo a los buenos maestros que quieren trabajar, pero no obedecer a la camarilla. En eso están juntos CNTE y SNTE. El mismo peje lo ha dicho, no volver a la corrupción de la venta de plazas, pero está visto que se anda doblando.

 

Anunciar 100 pequeñísimas Universidades “Benito Juárez” con un presupuesto de 100 millones de pesos cada una en promedio, es más una propaganda del actual gobierno. Ese dinero no alcanza para nada en materia de educación universitaria de calidad. Sólo la UABJO recibe los mil millones de pesos de subsidio anual que es todo el presupuesto del Sistema Benito Juárez, y la nuestra es la Universidad estatal de menor subsidio del país.

 

Todo eso no es de Juárez

 

Abrazar Obrador la causa del magisterio de la CNTE y su vanguardia la Sección 22 de Oaxaca en su tercera campaña para presidente de la república, fue una posición inteligente y redituable. Por qué no habría de coincidir con ellos, si hacerlo era fustigar de paso a sus adversarios de la “mal llamada reforma educativa”.

 

Por qué no habría de atacar, incluso, esa reforma de Peña Nieto si eso restaba a su lejano oponente José Antonio Meade, y atraía hacia su causa algún caudal de votos. Incluso si alguna parte de esa reforma fuera adecuada. No habría el entonces candidato de MORENA de tener consideración con sus oponentes. Así, le era útil decir que llegando a la presidencia de la república echaría abajo esa mal llamada reforma educativa del sexenio pasado. “No quedara ni una coma”, dijo.

 

Cualquiera con sentido común habría preferido condescender con el magisterio rijoso en la campaña y no pelearse con ellos desde entonces, en todo caso pelearse después cuando ya estuviera bien apoltronado en la silla del águila

 

De hecho, la reforma había fracasado, imposible llevarla al cabo si una parte importante de los principales sujetos de la misma estaban radicalmente opuestos, esto es los líderes, los jefes de la camarilla S 22 y la CNTE. En 2012 se hicieron las reformas estructurales, entre las que destaca la reforma educativa. Como se pudo ver, el gobierno federal con su titular entonces de la SEP, el medio presidenciable Aurelio Nuño, no planeó como afrontar la inminente y radical oposición del magisterio de la CNTE, de Oaxaca, Chiapas, Guerrero.

 

No pudieron planear porque sus aliados de la burocracia oaxaqueña que desde la Secretaría General de gobierno del perredista aliancista Gabino Cué, con la posición ahí negociada para el priista Alfonso Gómez Sandoval, apoyaron la expulsión de la S 22 del IEEPO, pero dejaron que la misma S22 siguiera con el control de la escuelas, direcciones y supervisiones, es decir, les dejaron poder real. Al mandar en las escuelas, ninguna orden pasa, ningún nuevo maestro entra, nada se mueve. De esto quizá ni se enteraron los altos funcionarios de la SEP.

 

Omitieron neutralizar las escuelas y sus direcciones, pues hubo un claro momento en que pudieron hacerlo. No hay ingenuidad en esto, los asesores locales no quisieron, pues están imbricados en el MDTO de la S22, es la burocracia gubernamental que desde 1992 se ha repartido espacios de poder y recursos del IEEPO con la S 22 en beneficio mutuo.

 

Está visto y ahora comprobado por el nuevo gobierno que a la camarilla magisterial de pseudo oposición y pseudo izquierda, no se le va a convencer ni con las más sublimes razones, no quieren analizar ni discutir, o se allanan a sus dictados e intereses o no se la acaban con sus presiones y violencia. No queda otra que combatirlos y derrotarlos en bien de la educación del pueblo.

 

Pero para eso habría que ser de verdad juarista, con la ideología clara y los arrestos firmes del patricio, y por ahora no hay nadie así en este país.