Evalúan pobreza: hay hambre en Oaxaca

Miguel Ángel Maya Alonso

 

Los datos de esta radiografía de la pobreza en Oaxaca, que evidencia a sus malos gobiernos, son abrumadores. La salida que le ha quedado a los oaxaqueños sin futuro en su estado, es emigrar, la misma cantidad de población que habita la entidad ha emigrado de ella: 4 millones. El 57.4 de hogares de Oaxaca tuvo problemas para alimentarseen los tres meses recientes.

 

Oaxaca, es tierra fértil pero productora de pobres. Las personas en situación de pobreza en Oaxaca pasaron de 2 millones 354 mil 400 personas en el 2018 a 2 millones 714 mil 700, es decir, en diez años 360 mil 300 personas cayeron al nivel de pobreza de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Cifras nada alegres como las presentadas por el gobernador del estado, Alejandro Murat Hinojosa.

 

Se esperaría que un gobernante fuera crítico, si bien en lo que va de su gobierno disminuyó en cuatro puntos porcentuales el número de pobres, Murat Hinojosa no fue más allá, pues según los datos históricos, en el 2008 el 61.8 por ciento de los oaxaqueños eran considerados pobres, mientras que en el 2018 fueron 66.4 por ciento.

 

La cifra que presumió el gobernador fue el descenso de la pobreza del 2016 al 2018, al pasar de 70.4 por ciento al 66.4 por ciento, sin embargo, analizando los otros años esta cifra no es nada extraño, pues en el 2010 el 67 por ciento de los oaxaqueños era considerado pobre, en el 2012 el 61.9 por ciento y en el 2014, 66.4 por ciento. La cifra pobreza creció en la última década.

 

Sólo en pobreza extrema tenemos el número más bajo de la última década, al pasar de un millón 79 mil oaxaqueños en extrema pobreza en el 2008 a 951 mil 800 en el 2018. Sin embargo, hay que tomar en cuenta la creciente emigración y envío de remesas, que pudo incidir en este resultado. Pues no hay obras o acciones de gobierno que expliquen esta ligera mejoría.

 

Cuarta parte de oaxaqueños en la miseria

 

Casi un millón de personas viven en condiciones precarias, sin servicios básicos, sin educación, incluso sin comida. Una cuarta parte de la población oaxaqueña sufre ante la falta de oportunidades, sin empleos.

 

Para constatarlo no hay que ir tan lejos, basta con tomar cualquier camión urbano de la ciudad de Oaxaca y llegar hasta la terminal de cualquier colonia popular, San Martín, San Juanito, la Heladio, Santa Rosa, Colonia del Maestro, en las que la miseria es palpable. Entonces, ¿Dónde queda la política social que presume el gobierno del estado? sólo pequeñas acciones de políticas asistencialistas, como comedores comunitarios.

 

En Oaxaca no existen proyectos productivos que mejoren los ingresos de los campesinos u obreros, no hay empleos, lo que acrecienta la informalidad laboral. Esta administración carece de obras de envergadura, pues en la cartera de proyectos de la Secretaría de Finanzas (Sefin) el más grande que maneja es el del mantenimiento del complejo de Ciudad Administrativa, con un gasto de más de 22 millones de pesos.

 

Todas las grandes obras de infraestructura son heredadas o por iniciativa del Gobierno Federal, las autopistas, por ejemplo, con recursos de miles de millones de pesos la administra directamente la federación o el caso del Centro Cultural y de Convecciones, que concluyó la administración de Murat pero que se construyó con recursos del gobierno de Gabino Cué.

 

Hay hambre en Oaxaca y se oculta

 

El 57.4 por ciento de los hogares de Oaxaca tuvo dificultades para alimentarse por falta de dinero en los últimos tres meses, así lo reveló la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), lo que representan 656 mil 498 de las 1 millón 114 mil 641 viviendas contabilizadas.

 

Qué en 650 mil hogares no tengan comida suficiente debería ser motivo de preocupación para los tres niveles de gobierno, sin embargo, a nadie parece importarle, pues está encuesta no fue motivo de ninguna conferencia de prensa al no mostrar cifras favorables al gobierno del Estado.

 

En 202 mil hogares se quedaron sin comida y en 583 mil 415 consideraron que no tienen una alimentación sana y variada. En total, 770 mil 480 hogares de la entidad experimentaron alguna dificultad para satisfacer sus necesidades alimentarias.

 

Los números revelan que más de 170 mil adultos oaxaqueños sólo comieron una vez o dejaron de comer por un día debido a no tener ingresos suficientes en los tres meses anteriores. En cuanto a los hogares con menores, en 10 mil 340 el niño o niños sólo comieron una vez al día o no comió, mientras que en 14 mil 209 viviendas de Oaxaca, algún menor se acostó con hambre.

 

El futuro de estos niños es incierto. No podrán competir con niños de otros estados mejor alimentados. Incluso su desarrollo físico es menor por la falta de nutrientes. Esta situación que a nadie le interesa, parece normal en Oaxaca.

 

Se alimentan sólo con café y azúcar

 

En promedio, en los hogares oaxaqueños se consumió azúcar u otro alimento azucarado en 6.1 días a la semana, el café en seis. La tortilla es el alimento que se consume casi todos los días.

 

Se come lo que hay y se muere por ello; esta alimentación no adecuada causó la muerte de tres mil 484 personas en Oaxaca, por diabetes mellitus, esto de acuerdo a datos del Inegi. Frijoles, lentejas y soya se consumen 4.5 días a la semana en promedio; el huevo cada 3.2 días; el queso cada 3 días y la carne cada 2. Pescado o marisco se consume una vez a la semana en promedio.

 

En Oaxaca las peores viviendas de México

 

En la entidad el 25.2 por ciento de las viviendas son de materiales precarios y el 50.7 por ciento de las viviendas tienen techos distintos al concreto. El 11.4 por ciento tiene piso de tierra; no hay otra entidad que la supere en este rubro.

 

Un total de un millón 114 mil 641 viviendas contabilizó la ENIGH en Oaxaca, de las cuales 84 mil 207 tenían paredes de tabique, block, piedra, cantera o de concreto, mientras que el techo 493 mil 361 hogares es de estos materiales. Por otra parte, las viviendas de la entidad son de las más pequeñas del país, pues contabilizan 3.2 cuartos por cada casa, cuando en Aguascalientes el promedio de cuartos por cada vivienda es de 4.4.

 

En Oaxaca el 52.4 por ciento de los hogares aún cocina en leña y el 34.6 por ciento quema la basura. En todo el país, el 74.1 por ciento de las viviendas tienen acceso a agua entubada, en tanto los de menor porcentaje de este bien son Guerrero, con el 34 por ciento; Oaxaca con el 37.4 por ciento; y Chiapas con el 40.8 por ciento.

 

Esta mala calidad de vida, afecta la salud de los oaxaqueños. De las 584 mil 557 viviendas que utilizan leña o carbón para cocinar, sólo 97 mil 24 tienen una chimenea o ducto para sacar el humo. México mueren casi el mismo número de mujeres de cáncer de pulmón o por cocinar con leña, que las que mueren a causa del cáncer de mama o cérvico uterino.

 

Los datos de esta radiografía de la pobreza de Oaxaca que evidencia a sus malos gobiernos son abrumadores. La salida que le ha quedado a los oaxaqueños sin futuro en su estado, es emigrar.

 

Migrar, única opción

 

Más dos millones y medios de oaxaqueños estima el Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM) viven en Estados Unidos, más de la mitad del total de personas que viven en la entidad. Pero los números se hacen exorbitantes cuando se contabilizan a los oaxaqueños en otra entidad federativa, igualan a la población total de Oaxaca, que es de cuatro millones.

 

De acuerdo con el Prontuario de migración y movilidad interna 2015, estudio realizado por la Secretaría de Gobernación en conjunto con el Consejo Nacional de Población (Conapo), tres millones 379 mil 111 oaxaqueños se fueron a vivir a otra entidad federativa desde 1990.

 

En contraste, en este mismo periodo sólo ha recibido a 844 mil 475 personas, por lo que el Saldo Neto Migratorio es negativo, con -2 millones 534 mil 636. Los migrantes son el sostén de otros que se quedaron, en el 2017 el 9.6 por ciento del PIB del estado correspondió a las remesas.

 

Cada trimestre el Banco de México contabiliza las remesas, y siempre crecen, por ejemplo, en el primer semestre del 2019, Oaxaca recibió 854.9 millones de dólares, un incremento del 1.2 por ciento respecto al mismo periodo del 2018, cuando se captaron 843.8 millones de dólares.

 

Las autoridades estatales y federales festejan los ingresos vía remesas de los oaxaqueños, es decir festejan su incapacidad de retener a los migrantes en su tierra. Hacen suyos los resultados del sudor y trabajo de quienes dejan pueblo y familia en busca de una vida sin hambre.