Las municipales en conflicto

las_municipalesLas alianzas partidistas en Oaxaca tienen problemas para designar a sus candidatos a presidentes municipales. Era de esperar que la “Alianza por la Paz y el Progreso”, nucleada en torno a Gabino Cué Monteagudo y formada por cuatro partidos políticos: PAN, PRD, PT y Convergencia, presentara las mayores dificultades por la cantidad de partidos y grupos de interés dentro de los mismos. Sobre todo con las famosas tribus en el PRD que es el partido más fragmentado en la entidad.

Aunque las disputas también se dan en el PAN, entre grupos diferenciados que militan en ese partido. Sin contar con las diferencias entre los partidos coaligados en una y otra municipalidad. Pero junto a estas dificultades, digamos naturales, se expresa la influencia y penetración del gobierno del estado a través de sus personajes cooptados quienes hacen labor de zapa contra sus partidos.
Un ejemplo de los problemas que atraviesa el PRD por la designación de su candidato se da en Juchitán de Zaragoza, bastión histórico de la COCEI, organización alicaída, también llamada “cadáver embalsamado” por su aguda decadencia. Entre los precandidatos destacan entre otros dos conocidos personajes al servicio del gobierno estatal: Héctor Sánchez López y Lenin López Nelio, quienes disputan hoy la candidatura a la presidencia.
Entre los acuerdos de esa coalición opositora está que las organizaciones o partidos más fuertes en las localidades sean quienes designen a sus candidatos a presidente municipal. Algo similar le sucede al PAN en Matías Romero, donde cierta polarización entre dos precandidatos, Jerry Edgar y Paulo Caballero, sin embargo, será dirimida por instancias estatales y nacionales de ese partido.
Es el PRI, sin embargo, el que pasa por más dificultades. En algunos municipios la inconformidad ha dado pie a renuncias de directivos y militantes, como pasó en Zaachila donde el dirigente partidista municipal, Francisco Martínez Silva, dejó el cargo y el partido. Pero donde mayor efervescencia vive el PRI en Santa María Huatulco, donde dos de los precandidatos, Jorge Sánchez y Lorenzo Lavariega, unieron sus fuerzas y huestes para protestar públicamente contra lo que llaman imposición de otro aspirante: Fernando Franco Luna.
Huatulco: PRI dividido
Dos marchas multitudinarias, con más de dos mil priistas en cada una de ellas y un bloqueo han escenificado los inconformes en Huatulco, de tal manera que las posiciones se polarizaron. No obstante la dirigencia estatal ha dejado claro que “el bueno” es Fernando Franco, candidato del grupo caciquil local, los otros dos aspirantes están en un predicamento pues de obedecer la línea de su partido, se echaran en contra a sus miles de seguidores y serían cadáveres políticos.
La aparente paradógica ventaja que tenía el PRI con que la designación de sus candidatos la realizara el “gran dedo elector” que unificara posiciones, se ha perdido al imponer candidatos impopulares, exactamente los que necesita para perder las elecciones municipales. Basta ver el caso de Oaxaca de Juárez, donde la única precandidata del PRI es la ex secretaria de turismo, Beatriz Rodríguez Casasnovas, mujer sin formación ni trayectoria política que habrá de enfrentar a opositores que juntos remontan en votos al PRI en la capital.
Hoy que por la concurrencia de las elecciones municipales, a diputados y para gobernador magnifica la importancia de las municipales, donde los otros candidatos habrían de encontrar sostén o debilidad para allegarse votos, las fuerzas políticas se han metido en problemas, por no buscar a los mejores hombres o mujeres, si no con popularidad y ascendencia, al menos no repudiados por sus conciudadanos.
Empero el PRI cuenta con una estrategia para mitigar las desventajas de sus imposiciones, el manejo que tiene en algunas zonas de los dirigentes del PRD y otros partidos (al PT de Mariano Santana en Juchitán), quienes al mismo tiempo que cierran la puerta a priistas con posibilidades de triunfo desdeñados por su partido, postulan a personajes débiles para facilitar el triunfo del PRI. Es lo que hace, por ejemplo, Raymundo Carmona, en la Costa de Oaxaca, región que le han dejado para que decida a los candidatos que le toca al PRD dentro de la Coalición. En Pochutla ya impuso a su cuñado Leonel Santos Cabrera, un oscuro y desconocido personaje; y en Huatulco al joven José Antonio Palma Fragoso, con poca experiencia pero con posibilidades de triunfo habida cuenta de la circunstancia política local. ¿Cómo le haría Carmona para perder en Huatulco 3 mil votos?, pues  los partidos coaligados suman 7 mil contra 4 mil del PRI.  Tres mil votos son demasiados ¿Cómo le harán para perder tantos votos y hacer ganar al PRI, en caso de corroborarse el entreguismo?