Nuevamente el grupo Pipsamex, propiedad de los hermanos Rincón -quienes también son dueños del grupo Durango, consorcio productor de papel más grande en el país- amenazaron con llevarse la planta de Tuxtepec, llamada Fapatux, a otra parte donde según ellos les ofrecen mayores garantías para trabajar.
El grupo Pipsamex fue creado en el año de 1999 a raíz de la licitación de las plantas papeleras que anteriormente pertenecieron al gobierno federal administradas por la desaparecida entidad llamada Productora e Importadora de Papel S.A (PIPSA). Esta, al no poderlas operar por su enorme burocracia, decidió poner en venta sus tres plantas papeleras. La Productora Nacional de Papel Destintado (Pronapade), ubicada en San Luis Potosí; Mexicana de Papel Periódico, (Mexpape) en Tres Valles Veracruz y Fábricas de Papel Tuxtepec, (Fapatux) en el ejido Sebastopol de Tuxtepec, Oaxaca. Además de las bodegas y maquinaria que tenía en el complejo industrial Vallejo en México.
Bajo la administración del doctor René Villareal Arambide, estas plantas se pusieron en licitación en tres ocasiones, pero todas fueron declaradas desiertas porque nadie curiosamente se interesaba en comprarlas, según los administradores al mando de Villareal Arambide, solo el grupo Durango se interesó por estas plantas ganando la licitación hasta en el tercer intento, donde fuentes al interior de estas empresa saben que René Villareal participa como accionista
Con ello el grupo Durango se adueñó del monopolio papelero más grande de México, con casi todas las fábricas de papel periódico y papel kraf para envoltura, adquiriendo las plantas papeleras en manos del gobierno federal a un costo muy bajo y en facilidades de pagos.
Grupo Durango, represor
Desde que el grupo Pipsamex tomó la administración de estas fábricas de inmediato los despidos y las liquidaciones a su personal sindicalizado y de confianza estuvieron a la orden del día, liquidando a personal de mayor antigüedad y experiencia para luego re contratarlos con un salario inferior, y bajo muy precarias condiciones.
Así inició la lucha sindical en las tres plantas papeleras ahora propiedad de Pipsamex, donde los obreros en defensa de sus garantías de trabajo entraron en una lucha obrero patronal, perdiendo cada día más sus conquistas sindicales, bajo la complacencia del sindicato papelero afiliado a la CTM, por lo que los papeleros de Tuxtepec desconocieron a la central obrera más grande de México y optaron por un sindicato independiente.
Sin embargo, esta situación fue que cada día más de confrontaciones, hasta que los obreros cayeron en el juego de los directivos y se dividieron dándose una lucha interna por el poder que cada día los debilitaba mas hasta que la empresa aprovechando este conflicto interno cerró por no haber condiciones para trabajar.
Esta estrategia le sirvió a la empresa, para deshacerse del grupo disidente, incumplir algunos acuerdos con los vecinos como los colonos de Colonia Obrera y del ejido Sebastopol, vaciar sus bodegas de productos rezagados e incrementar el precio del papel.
Acostumbrados los directivos y administradores a recibir concesiones por parte de los gobiernos federal, estatal y municipal, a cambio de mantener la fuente de empleo, sobre todo en estos tiempos que debido a la mala estrategia de la política económica del gobierno federal, aunada a la cris económica mundial, mantener una fuente de empleo es primordial, por lo que los directivos de este consorcio piden condiciones para abrir otra vez esta factoría, esta vez piden que las ofertas de las garantías del gobierno municipal, se le presenten por escrito para con ello andar especulado a ver quiénes les ofrecen mayores garantía a las del ayuntamiento tuxtepecano.
Sin embargo, los expertos en montaje de maquinas papelera como la de Tuxtepec, saben que es muy costoso mover una maquina tan grande como la maquina número dos, instalada en Fapatux, además de la procesadora de pasta de madera llamada TMP, las dos plantas de destintado, amén de toda la maquinaria periférica con que se compone dicha factoría, que aunado a su alto costo, el tiempo que se llevaría para desmontar una a una de sus piezas que la componen.
Beneficios de la salida de FAPATUX
Aunque la empresa argumente que ya no opera con fibras de madera y sólo requiere de material reciclable como son periódicos y revistas, esta es una vil mentira, porque la fibra destintada en su proceso pierde tamaño y cada vez que se recicla se hace más chiquita y menos resistente a la tensión, esto no le permite a las maquinas correr a gran velocidad, por lo que requiere fibras largas o fibras vírgenes, que estas únicamente se obtienen de la madera de pino, en el caso de Fapatux, de la madera que bajan de la sierra norte y sur de nuestro estado.
Si se va esta empresa de Tuxtepec como amenazan los empresarios, más de quinientos obreros y técnicos continuarían desempleados, pero el beneficio ecológico seria invaluable, porque solo basta ver el rio Papaloapan en estos días, aunque muy bajo aun así, el agua se ve limpia, a comparación de otros años cuando Fapatux operaba, las condiciones del agua que fluida en este cauce era un color verde lechoso, producto de las fibras cortas y químicos que su planta de tratamiento no podía retener, éstas al igual que los químicos, como la sosa, ácidos, tintas y demás llegaban al afluente de manera criminal, además de la emisiones de monóxido de carbono que emiten sus chimeneas, por lo que la Profepa se hacía de la vista gorda para no afectar esta fuente de empleo.
Otro beneficio son los miles y miles de metros cúbicos de maderas que se salvaran de ser procesadas con la intención de darle mayor resistencia al papel y por ende su costo y calidad es mayor para el producto terminado.
Los dueños de esta fábrica mandaron a pagar desplegados pidiendo el auxilio del gobierno estatal y municipal, en los medios de comunicación a través de pequeñas compañías creadas por ellos mismos para evadir la contratación colectiva, de más personal, evadiendo así impuestos mayores, prestaciones sindicales y pagar bajas cuotas, el IMSS al sub contratar personal en empresas fantasmas, creadas por la propia administración que ahora son utilizadas para presionar a los gobiernos, junto con algunos empleados incondicionales, para pedir a las autoridades brindarles mayores garantías, como dejar de pagar impuestos municipales e incumplir con los compromisos contraídos con los colonos y ejidatarios, para lograr que esta empresa labore con trabajadores contratados de manera individual por tiempo indefinido, para correrlos al menor pretexto.
Muy seguramente en poco tiempo, si las autoridades municipales o estatales no caen en el juego de los dueños de este consorcio papelero, tendrán que reabrir sus puertas y continuar operando esta papelera ahora con el menor número de trabajadores y bajo condiciones económica raquíticas, para acrecentar mas el bolsillo de los dueños y socios del emporio papelero más grande de Latinoamérica.
Finalmente, esto último fue lo que sucedió, la empresa reabrió este 16 de abril. Este artículo fue escrito antes del desenlace y, como se preveía, la parte empresarial obtuvo lo que quiso, su chantaje funcionó, despidió a todos los trabajadores y sólo recontrata a quienes elige. Además, con todos los apoyos del gobierno y hasta una estación de policía al lado, para, seguramente, atender el llamado de los patrones cuando haga falta.