Compromisos incumplidos del gobierno del “cambio” con la libertad de expresión

wDSC 0068En junio de 2010 el candidato Gabino Cué firmó con la Fundación para la Libertad de Expresión (FUNDALEX) compromisos para proteger y defender la libertad de expresión y fortalecer la democracia oaxaqueña; prometió ser equitativo en la compra de espacios de publicidad y adoptar medidas efectivas para evitar agresiones a periodistas. Hoy rumbo a tres años de gobierno estos compromisos están incumplidos.

La libertad de expresión, la libre manifestación de las ideas, el debate público, que se da en los medios de comunicación, no solo son elemental derecho humano y la primerísima libertad del hombre, es también un bien social sin el cual no puede darse el desarrollo de la democracia y con ella de la sociedad.
De aquí que la libertad de prensa sea esencial para proveer de información de calidad a la sociedad para la razonada y adecuada toma de decisiones políticas de ésta. Asimismo, para promover y dar cauce al debate de las ideas. Libertad de expresión de periodistas y derecho a la información de la sociedad son dos caras de una misma moneda, imprescindibles, insustituibles.
Gobierno autoritarios contra la libertad de expresión
Los gobiernos autoritarios que no quieren el desarrollo de la democracia entre sus gobernados tampoco impulsan la existencia de una prensa libre, para ellos la libertad de expresión es peligro y amenaza a combatir o extinguir. En México estos tuvieron su época cumbre en los tiempos de López Portillo quien al grito de "No pago para que me peguen" trató de acabar con la revista Proceso. Su antecesor, Luis Echeverría ya había expulsado del diario Excélsior a los periodistas que después fundarían Proceso.
En Oaxaca con el actual gobierno que se autodenominó del cambio, que se gestó con una coalición de partidos y otras fuerzas políticas y hasta religiosas para instaurar un gobierno de transición a la democracia, se esperaba el fomento de la genuina libertad de expresión precisamente para el impulso de esa transición democrática. No sucedió.
Desde sus inicios este gobierno se montó en el mismo esquema autoritario de sus predecesores también en materia de contratación de espacios para su publicidad y propaganda. Rápido dejó de lado su discurso de que no se premiaría a los amigos ni se castigaría a los críticos. Hoy acá en Oaxaca está redivivo el "No te pago para que me pegues". Se premia a los amigos y se castiga a los críticos, como siempre.

wEl ZarcoAGastos en comunicación a discreción

Nosotros sostenemos que los recursos públicos, que no es dinero de los funcionarios sino del pueblo, en materia de publicidad y propaganda oficial debe pagarse de manera abierta y sin condicionamiento a los medios para que difunden y promueven el desarrollo de una cultura democrática en la sociedad. Pero en vez de hacer eso, el gobierno del "cambio" hizo lo de siempre, acentuando en esto la dilapidación de los recursos públicos.
Hace unos días salió a la luz una información respecto a los gastos que realiza el gobierno de Oaxaca en medios de comunicación. Este trabajo dejó claro que el gobierno de Gabino Cué rebasó en un 300 por ciento el monto autorizado en ese rubro por el Congreso del Estado.
Las investigaciones de la fundación Fundar reveló el monto de los miles o millones de pesos que medios estatales y de la ciudad de México recibieron durante el año 2011.
El total autorizado por el Congreso de Oaxaca fue de 54 millones 362 mil 528.28 pesos. Pero el gobierno realizó un sobre ejercicio de 177 millones 538 mil 523.60 pesos.
En Comunicación Social, 25 millones perdidos
Sin embargo, si de suyo esta violación de la ley de egresos establecida por la Cámara de diputados es grave, hay otra irregularidad adicional que sugiere malos manejos de la administración pública. De acuerdo a la información de los pagos realizados a los diversos medios la suma es de 152 millones 120 mil 852.42 pesos, es decir, no se sabe en qué se gastó el resto faltante de 25 millones 417 mil 671 pesos.
Un dato importante se desprende del listado de medios que recibieron esos pagos es la casi ausencia de medios impresos regionales de la entidad que por decisión y menosprecio del "columnista oficial" Ernesto Reyes, primer director general de Comunicación Social de este gobierno, fueron excluidos de la publicidad y propaganda gubernamental por considerarlos prescindibles y poco éticos, él que tiene en la nómina oficial a su esposa, a su amiga y otros amigos suyos.
Lo anterior no es un dato cualquiera, ilustra el doble discurso de un gobierno que tiene el mismo comportamiento que los anteriores pero cuyos panegiristas dicen hay que tenerle consideración pues 80 años de priismo no son fáciles de remontar. Quizá necesiten otros 80 años para empezar a echar a andar en Oaxaca el tan anunciado cambio.
Lo real y a la vista es que no hubo la voluntad de hacer un verdadero gobierno de transición hacia la democracia. Se quedó en la simple alternancia, en el inocuo "quítate tú pa' ponerme yo". Sobre las mismas bases de los gobiernos anteriores se montó el actual gobierno en el cual la mayoría de oaxaqueños tenía grandes esperanza. Hoy el desengaño es grande.
Incumplido compromiso con la FUNDALEX
Para no salirnos del tema, con éste que hoy nos congrega podemos ver la separación que hay entre el discurso y los hechos de la administración gubernamental. En junio de 2010 el entonces candidato Gabino Cué firmó los compromisos por la libertad de expresión de un documento elaborado por la Fundación para la Libertad de Expresión (FUNDALEX). Ahí el futuro gobernante se comprometió a proteger y defender la libertad de expresión para fortalecer la democracia oaxaqueña; prometió ser equitativo en la compra de espacios de publicidad oficial para distribuir de manera justa los recursos del gobierno del estado en esta materia. También ofreció adoptar medidas efectivas para evitar agresiones a periodistas y a los medios de comunicación. Hoy rumbo a los tres años de gobierno estos compromisos están incumplidos.
La distribución de los recursos ya vimos no se hace con equidad y hoy Oaxaca ocupa el segundo lugar nacional en represión a periodistas, después de Veracruz, según estudios de la organización defensora de periodistas Artículo 19, en su informe 2012. El gobernador de Oaxaca insiste que hay periodistas de mala fe, sólo porque un compañero fotógrafo le tomo una foto cuando degustaba un cigarrillo, por ello el reportero gráfico fue perseguido para eliminar esa foto.
Y como colofón el gobernador anunció hace unos días que defiende la libertad de expresión pero castigará la difamación porque atenta contra la democracia, dijo. La difamación como delito ha desaparecido de las leyes federales y estatales por la carga represiva y abusiva que conlleva, ahora se habla de reparación del daño. ¿Querrá reinstalar esta medida en Oaxaca?
¿Entonces, también en esta materia podríamos decir que estábamos mejor cuando estábamos peor?

Discurso del director de En Marcha el 7 de junio en Puerto Escondido.