7º Encuentro de Periodistas de Oaxaca, Huatulco 2014

Organizado por En Marcha y La Voz de la Noticia del Pacífico Sur

Redacción

 

Entre las resoluciones del Encuentro destacan dos esenciales: Que se haga la Ley Estatal de Protección de los Derechos de los Periodistas y se establezcan normas para la asignación de los recursos públicos destinados a publicidad y propaganda oficiales.

 

Más de medio centenar de periodistas de las regiones de Oaxaca se reunieron en el Salón del Hotel Park Royal en Tangolunda, Huatulco, los días 6 y 7 de diciembre, para reflexionar sobre problemáticas y desafíos del gremio. Fue el 7º Encuentro organizado por la revista en Marcha y La Voz de la Noticia del Pacífico Sur de Huatulco, con el tema Periodismo: Crisis y Retos.

 

Este Encuentro anual inició con la Exposición de fotografías de Félix Reyes y de la agencia FotoEX.MX del portal de noticias e-oaxaca.mx, con testimonios de la violencia política que se agudizó en la entidad desde el fatídico 2006.

 

Reporteros en zonas de riesgo

 

Los reporteros que van en busca de la información violenta del México de hoy, como en Guerrero-Michoacán y Oaxaca- Veracruz se llevaron las palmas pues son quienes viven las crisis y riesgos. Marco Antonio Coronel, reportero del programa de Punto de Partida de Televisa, habló de los protocolos de seguridad para trabajar en zonas violentas, como Iguala o Chilapa, donde ha sido enviado.

 

Hizo una relación de elementos necesarios para entrar a esas zonas: uso de ropa adecuada, chalecos, con la imprescindible leyenda PRENSA. Así como personal de apoyo capacitado para trabajar en zonas de riesgo; cuidar los mínimos detalles para salir airosos en territorios donde cada 15 minutos hay retenes de la delincuencia o de “autodefensas” que a veces son lo mismo. En ocasiones sólo pueden entrar con el Ejército a esas zonas.

 

Siempre hay que avisar a las autoridades municipales, no tanto para esperar apoyo de ellos, sino para que avisen que periodistas andarán por esos rumbos y la presencia de los medios no caiga de sorpresa, sobre todo a quienes controlan esas zonas. Hay material que resulta más adecuado enviarlo para su difusión —afirmó Marco Coronel— cuando ya se está lejos de la zona. En este Encuentro, también predominó la posición de que si bien es importante el trabajo para llevar la información a los ciudadanos, es más importante hacerlo sin poner en riesgo la vida del informador.

 

Los periodistas de la Cuenca del Papaloapan, región ubicada entre Oaxaca y Veracruz, destacaron que en la ciudad de Tuxtepec “hay tranquilidad hasta para los propios delincuentes. Muchas veces llegamos a puestos conocidos de comida callejera o en fondas —dijeron—, donde llegan amables, te saludan, comen tranquilamente y se van, vestidos de manera que pasan desapercibidos”.

 

También informaron que recientemente se formó en la región la red del Consejo de Periodistas de la Cuenca del Papaloapan (Copan). Esta agrupación, con 48 miembros, defiende a periodistas agredidos como Antonio Mundaca, Víctor López Medinilla, Eduardo Ximénez de Sandoval y Nabor Reyes agredido en 2013 y 2014. La primera agresión a Mundaca terminó con su salida de la Organización Radiofónica del Papaloapan (ORP) de la que era jefe de información, esto a solicitud de funcionarios y políticos.

 

Periodismos “nacional” y de provincia

 

Por su parte Joel Hernández Santiago, del diario 24 Horas de la ciudad de México y La Silla Rota, habló de las diferentes maneras de hacer periodismo en la ciudad de México y la provincia. Dijo que él no considera que los primeros hagan eso que se ha dado en llamar “periodismo nacional” .

 

Aseguró el también editor Hernández Santiago que “Técnicamente el periodismo de los estados difiere del periodismo del DF por el tipo de lenguaje. Digamos que en el caso del que se hace en el DF es, en general, más descriptivo que calificativo…. El periodismo de los estados o regiones utiliza un gran número de adjetivos para describir hechos, personajes o situaciones. Digamos que es parte de su personalidad”, dijo. Y abundó:

 

“En primer lugar existe la creencia de que los periódicos nacionales lo son porque son “importantes” y llegan a todo el país. Si, y no. Si han adquirido relevancia nacional por la capacidad que tiene cada uno de ellos de hacerse de información dado que el centro informativo del país es la capital en donde se asientan todos los poderes federales y están los que deciden y están los que grillan y hacen de la política ese —infierno de todos ellos tan querido—.

 

“El periodismo “nacional” –que se dice— tiene ventajas evidentes, sobre todo si son periódicos o medios con grandes recursos financieros para pagar plantillas de periodistas: de los que salen a la calle y los que ejercen dentro de la redacción. Pueden pagar –si quieren— reportajes especiales, crónicas, investigaciones de lo que ahora se llama “periodismo de datos”; pueden desplazarse acá o allá para entrevistar a un súper personaje al que hay que sacarle la declaración que sacudirá al mundo… Y así.

 

“Así que el gran periodismo — insisto en ‘Nacional’ porque hay que referirlo de una manera— trabaja con recursos, digamos, holgados. Aunque no deja de haber medios en los que la dificultad económica les limita y les impide hacer periodismo a fondo porque hacerlo cuesta dinero y el medio lo necesita para su propia subsistencia: entonces se vuelve periodismo de opinión.

 

“Además, el gran periodismo nacional en general está compuesto por grandes empresas y propietarios que en muchos de los casos se han convertido en opulentos empresarios de medios: por ejemplo Azcárraga, Salinas, Ealy Ortiz, Vázquez Raña… y más.

 

“Hay medios que se han convertido en una especie de cooperativa, como puede ser La Jornada, aunque predomina el tono empresarial en la mayoría, ya como concesionarios de medios electrónicos y ahora con menos requerimientos financieros pero también necesarios, en el caso de los periódicos digitales…

 

“Hasta hace tiempo la línea editorial de cada medio estaba casi a la vista, al portador: digamos por ejemplo, que UnomásUno, en su mejor momento, era un periódico de izquierda que convivía en el mercado informativo con El Heraldo de México, que era un periódico, digamos, conservador… y así tal o cual.

 

“Hoy este dibujo ideológico prácticamente está desaparecido porque la mayoría de los medios están comprometidos con la subsistencia empresarial y esta subsistencia la dan las pautas publicitarias, la mayoría de gobierno… Lo que hace que el periodismo encuentre ya su detente en su línea ideológica”, expresó en su ponencia el periodista Joel Hernández.

 

Enrique Muñoz Ramírez, de Radio y Tv Fórmula habló de Radio, redes y credibilidad. Llamó la atención en el fenómeno de las redes donde hay grandes posibilidades de información y de expresión, pero también grandes riesgos pues por ganar la nota en ocasiones hay quienes toman información de esas redes sin corroborarla, incurriendo así en errores de desinformación y desconcierto en su público. Mencionó varios ejemplos célebres al respecto.

 

Periodismo en Oaxaca

 

Guadalupe Ríos habló de la necesidad de lo que llamó “despatriarcalizar el lenguaje en los medios”, de manera que exista un lenguaje que no discrimine, que incluya a ambos sexos. “Es un reto que no será fácil superar, pues los seres humanos hemos sido formados en un mundo regido y estructurado por hombres y las mujeres también hemos compartido la idea de que así está bien.

 

Eduardo Cruz Silva periodista de la Mixteca oaxaqueña disertó sobre el tema Panorama de los Medios de Comunicación Regionales de Oaxaca. Realizó un diagnóstico de lo que ocurre con periodistas y medios de comunicación en las regiones de la entidad.

 

Omar Gasga comentó sobre la necesidad de rescatar esa parte del auditorio de radio que de manera espontánea opina, avisa, comparte sus mensajes y va marcando los temas de la agenda de la información.

 

En la ponencia Los pendientes de Gabino Cué con la Prensa Cuauhtémoc Blas expresó que en la euforia de la campaña política del hoy gobernador ofreció arreglar la vida de Oaxaca, con legalidad, honestidad, transición democrática. Casi nada ha cumplido, menos lo referente a la prensa, donde tampoco se acabó con el pago de publicidad a medios “amigos” y el castigo a los críticos al dejarlos sin esos recursos públicos.

 

En junio de 2010, en su campaña para gobernador Gabino firmó con la Fundación para la Libertad de Expresión (FUNDALEX) un compromiso para la defensa de la libertad de expresión. Se firmaron en la ciudad de México al calor de esa campaña, y anunciados con pompa y platillo en conferencia de prensa en Oaxaca. En ese entonces, los comunicadores como el resto de la población veían cerca la posibilidad de un gobierno de cambios reales.

 

Entre las resoluciones del Encuentro destacan dos esenciales: Que se haga la Ley Estatal de Protección de los Derechos de los Periodistas y se establezcan normas para la asignación de los recursos públicos estatales destinados a publicidad y propaganda oficiales.