González Servín, estorbo para la prensa

En el ayuntamiento de Oaxaca de Juárez

Cuauhtémoc Blas

 

Algunas oficinas de prensa y comunicación social de las dependencias oficiales no están para lo que son, para facilitar la labor de comunicación social. Al frente de dichas oficinas colocan a cualquiera sin capacidad para esa función. Algunos y algunas son simplemente anodinos. Otros se creen dueños de la plaza, siendo, como son, servidores públicos. Prepotentes y sobrados, cual si los importantes fueran ellos y no los medios de comunicación, grandes o pequeños, a quienes deben servir, para eso están ahí, para eso les pagan, pues.

 

Es el caso de Saúl González Servín, director de Comunicación Social del Ayuntamiento de Oaxaca, improvisado comunicador que se ostenta como licenciado, quizá a la manera en que ironiza el dramaturgo Darío Fo: “Licenciado, libre de la Universidad”, o sea no licenciado por escuela alguna.

 

 

Ya somos varios los comunicadores que le hemos expresado a Javier Villacaña, presidente municipal de Oaxaca, la incapacidad e ineficiencia, por decir lo menos, de su comunicador oficial, y aún cuando es público y notorio todo lo que este personaje del bajo mundo político de Oaxaca afecta a la imagen de ese ayuntamiento, ahí lo sostienen. Y con alguien así, ¿puede ese ayuntamiento presumir de algún campeonato en Transparencia? Para saber de quién hablamos es pertinente esta breve historia.

 

Atropella y mata a dos

 

El 14 de mayo de 2008 el entonces director de comunicación social del Instituto Estatal Electoral de Oaxaca (IEEO) Saúl González Servín se fue de fiesta. Le entró decididamente a las copas, y ya de madrugada, el día 15 manejó sobre la carretera del Fortín.

 

Para infortunio de la familia López Moguel transitaban por ahí mismo con su vehículo Corsa, Sergio Daniel López Moguel y su madre Alba Moguel Vianey, habían ido por Beatriz López Moguel quien salió de una fiesta juvenil. El ebrio funcionario se estrelló contra el pequeño vehículo y mató a los dos hermanos, Sergio de 20 años y Beatriz de 21. La madre quedó afectada de por vida por las secuelas del accidente.

 

El parte médico y judicial estableció que la camioneta marca Jeep tipo Liberty color vino con placas de circulación TJN-9905 era conducida por Saúl González Servín, quien de acuerdo con el certificado médico se encontraba en estado de ebriedad.

 

La modesta familia exigió justicia ante el despliegue de influyentismo y prepotencia con qué de inmediato Saúl González Servín respondió, apoyado por su jefe José Luis Echeverría, entonces titular del IEEO, quien aún en prisión lo sostuvo como director de comunicación. Fue el infalible despacho en ese sexenio de la familia Franco Vargas, el que defendió a Servín. A tono con la prepotencia lograron que el juez sexto de lo penal dictara su liberación el 20 de septiembre de 2009 por el titular del Juzgado, Guadalupe Lucas Figueroa Robledos y quedó agregada al expediente penal 78/09, esto con una risible fianza pero sin pagar un centavo de los daños por las víctimas.

 

Por ese doble homicidio y dejar lisiada a otra persona Saúl González Servín apenas estuvo unos meses en el penal de Ixcotel. Hoy pasea su impunidad en una ostentosa camioneta de lujo, ¿producto simplemente de su salario en la burocracia municipal?