Relación prensa-gobierno: Murat, URO, Cué

expoEste 6 de septiembre la agencia de noticias Quadratinoaxaca y la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UABJO, realizaron en el Paraninfo del edificio central del Centro Histórico de Oaxaca de Juárez el Foro “Publicidad institucional, transparencia y equidad”. El director general de En Marcha, Realidad Municipal de Oaxaca fue invitado a participar con una ponencia en el panel 3: Efectos de la comunicación institucional en el derecho a la información. Estas fueron las líneas leídas en esa oportunidad.

Me parece que con un par de hechos podremos ilustrar más que con alguna teoría la relación prensa- gobierno. Me atengo a lo que dice Goethe en su famoso libro Fausto: “El árbol de la teoría es gris y verde el árbol de oro de la vida”. Son experiencias que creo pueden ser ilustrativas en el marco del tema de esta parte del programa. Una se dio hace dos sexenios, la otra en éste que transcurre.

Pueden ser ilustrativas pues a diferencia de la mayoría de los gobiernos, en ambos casos sus respectivos jefes de prensa fueron explícitos con el representante de nuestra revista En Marcha en aquello que esperaban al entregarnos la publicidad oficial y su respectivo pago.

Murat: “No pago para que me peguen”.

“No te pago para que me pegues”, dijo al director de En Marcha, o sea a un servidor, Carlos Velasco Molina, director de Comunicación Social del entonces gobernador, José Nelson Murat Casab. En seguida, Velasco, hoy metido a periodista crítico, dio por concluida la relación oficial con la revista.

Con esta actitud típica de aquel gobierno autoritario la revista se libró de lo que podría ser una atadura oficial y persistió con mayor libertad en su trabajo periodístico. Por supuesto, siempre al cuidado de los manotazos violentos de Murat, quien pasaba de las amenazas a los hechos: Mario Medina, comunicador de radio, tuvo que cruzar las fronteras nacionales rumbo a Estado Unidos para evitar la represión. Volvió a Oaxaca al culminar ese sexenio. Otro comunicador fue inhibido de continuar con su revista política y tuvo que hacer una de Mujeres.

Sin embargo, el más escandaloso castigo al salirse del huacal muratista lo sufrió el propietario de una cadena de radio estatal, Humberto López Lena Cruz, quien al confrontar al entonces gobernador fue recluido por éste en la cárcel de Ixcotel donde sufrió vejaciones. Para eso lo recluyeron. En los últimos meses del gobierno de Murat, el diario Noticias sufrió la invasión de sus bodegas en Santa Cruz Amilpas. Lo que fue el preludio de la agresión artera que le desató el delfín de Murat, Ulises Ruiz Ortiz.

Digamos que eso fue de lo más destacado en torno a la política de comunicación del intolerante ex gobernador. Hoy la historia es diferente, quien se encuentra a cargo de esa importante oficina es un periodista de larga trayectoria, Ernesto Reyes Martínez. Después de un intento hace seis años, el año pasado Gabino Cué logra el triunfo electoral en una historia de sobra conocida. Reyes Martínez pasa a ocupar la Dirección de Comunicación Social del gobierno del estado.

A diferencia del “No te pago para que me pegues”, Reyes Martínez nos dijo: “Pueden escribir lo que consideren con toda libertad”. Parecería innecesario esta “concesión” pues se parte del hecho de que existe libertad de expresión, sin embargo habida cuenta de la dinámica de siempre, donde tácitamente se acordaba el silencio cómplice hacia el gobernante al establecerse un convenio de “publicidad”, sobre todo con los medios pequeños, esta postura resulta hasta novedosa, al menos formalmente.

Ulisistas : soberbia y corrupción

En el pasado inmediato, los encargados de medios de Ulises Ruiz, Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva y al final Raúl Castellanos Hernández, se distinguieron con una actitud caprichosa y soberbia ante los medios, sobre todo con los locales, además de su galopante corrupción. Del primero trascendió desde el año pasado su conflicto de intereses al autoasignarse 700 mil pesos mensuales como subsidio a un pequeño diario de su propiedad; del segundo, Castellanos, hoy prófugo de la justicia acusado de un desfalco de alrededor de 200 millones de pesos contra el erario, desde su paso por la dirección del Canal 9 estatal era evidente la inclusión en esa nómina oficial de la mayor parte de empleados de su periódico local “Regeneración”, libelo de paradógico y pretencioso nombre copiado del acuñado gloriosamente por los hermanos Enrique y Ricardo Flores Magón.

La política de comunicación del sexenio pasado, del antepasado y de otros más antiguos, más que una política ha sido una cadena de desplantes arbitrarios y caprichosos, donde se pagan complicidades, pero sobre todo con el objetivo de los jefes de Comunicación Social de llevar a sus cuentas y bolsillos los recursos públicos presupuestados para manejo de medios. El caso de Raúl Castellanos es el más elocuente a ese respecto.

La relación con Cué

Tenemos hoy, decíamos, con el llamado gobierno del “Cambio” una postura de mayor tolerancia para con los medios. Sin embargo, tampoco existe una política formal de comunicación social ni un criterio para la asignación de publicidad o mejor dicho de la propaganda gubernamental. Lo notorio en esto es la preferencia, como antes y como siempre, por los medios nacionales o del D.F., señaladamente por Televisa y TV Azteca. En su mayoría medios estatales y regionales son minimizados.

Lo anterior tiene un mismo hilo conductor con las actitudes del pasado, donde los locales son hasta abiertamente menospreciados, pasando por alto los imperativos de que la búsqueda de votos y el poder se da en el terreno local. Lo que sólo al final del sexenio anterior la “burbuja” ulisista comprendió, algo tarde cuando las encuestas les abollaban su soberbia: iban a perder. Fue entonces cuando voltearon los ojos hacia los medios regionales y locales, por primera vez desde que inició ese infausto sexenio algunos medios olímpicamente desdeñados fuimos convocados a desayunos, comidas y cenas. Incluso, el equipo del candidato perdedor montó en un avión a decenas de periodistas locales para llevarlos de fiesta a las Bahías de Huatulco. Son muchas las debilidades viejas y renovadas en este tema de la relación prensa-gobierno, lo que debiera obligar a la atención y superación al menos de las más notorias, apretadamente esbozadas acá. Asimismo, atender puntos urgentes como los que a continuación se sugieren:

Propuestas

Urge una política de comunicación social, con una legislación nueva, acorde a las expectativas creadas por un gobierno de alternancia que se pretende de transición.

Adoptar acciones de atención para el mejoramiento de la relación con los medios locales y regionales, en el marco de la búsqueda de mejorar la calidad de los mismos.

Qué se haga público el monto de los recursos públicos para los medios locales, estatales y nacionales. Y que se legisle claramente sobre la manera de asignarlos.

Que los recursos por la información institucional sean no sólo con criterios de circulación de los medios, sino también de calidad para apoyar a los que fortalecen la educación política, cultural y general de la ciudadanía.

Diseñar una metodología y criterio para la asignación de la información gubernamental. Que simpatías y cofradías no sean las predominantes.