Casi tres semanas de paro magisterial afectaron de nuevo a Oaxaca. La respuesta de la sociedad ahora fue enérgica, de rechazo manifiesto a la inactividad en las aulas y a la que obligan a quienes tienen sus trabajos en el centro de la ciudad de Oaxaca, así como a los que trabajan en las oficinas, bancos y tiendas.
En sus tres marchas los inconformes exigieron al gobierno de Gabino Cué descuento al salario de los profesores paristas; que estos regresaran a dar clases y levantar el plantón con que asuelan al zócalo de la ciudad de Oaxaca.
Protestaron contra la pérdida económica por el paro y sostuvieron que Oaxaca priva la ingobernabilidad. Cuestionaron la actuación del gobernador Gabino Cué, quien, dijeron, no ha hecho valer el Estado de Derecho y aplica la ley de manera selectiva. En tanto manda a su policía a reprimir violentamente a los obreros de la construcción explotados por las compañías en el libramiento de Cinco Señores, a los maestros hasta los defiende.
También pidieron a los maestros permitan la evaluación de su desempeño para mejorar la calidad de enseñanza, pero sobre todo modificar sus métodos de lucha para que dejen de causar estragos en la población. Sólo el pequeño comercio habría perdido 15 millones de pesos diarios pues son 3 mil comercios que pierden 5 mil pesos cada día; a razón de 800 mil pesos diarios el sector hotelero anunció haber perdido 12 millones en 15 días, entre otras pérdidas económicas.
El gobierno del estado respondía a estas demandas pidiendo “generosidad” a los comerciantes del Centro Histórico para con los maestros apostados en dicho Centro y que la gente evitara los paros anti-Sección 22. Tampoco hubo una postura gubernamental en torno al bloqueo magisterial a las instalaciones del diario Noticias. Pero el gobierno dijo más, dijo que esta terrible jornada había culminado casi como un triunfo para Oaxaca.
Un diario cabeceó así la expresión jubilosa del gobierno: “Sientan bases para nueva ruta educativa” y en el cuerpo de la nota que “Por primera vez en Oaxaca, gobierno y magisterio hemos acordado asumir la evaluación docente, lo que constituye un hecho de enorme trascendencia y significado para la educación de nuestro pueblo” (adiario, viernes 8 de junio de 2012). Más adelante se lee: “Oaxaca tendrá un sistema nuevo y moderno en materia educativa que sea ejemplo a nivel nacional”, asentó el gobernador al final de esta infausta jornada.
¿Parece que la realidad es otra?