La elección de la escuela para nuestros hijos es de suma importancia para el futuro éxito del estudiante, afirma el especialista en educación, Daniel Martínez Núñez, fundador y director del Colegio Teizcali.“Esta elección supone cerciorarse que, además de una adecuada infraestructura educativa del plantel, haya una enseñanza eficaz y trato equitativo”, dice el profesor, y abunda: “Es muy importante conocer la capacidad de la planta docente, de la preparación de sus docentes, pues la educación es una actividad casi oculta, ya que sus resultados no pueden verse de manera inmediata, sino a largo plazo. En esto tiene una fuerte diferencia con otras actividades como la medicina o arquitectura cuyos resultados están más a la vista”.
Es muy común inscribir al niño en cualquier escuela a recomendación de alguien y después sólo estar atentos a sus calificaciones. Para el especialista el buen desempeño de una escuela y del alumno va más allá de las calificaciones. La escuela debe ser apta para el estudiante y no éste adaptarse a la escuela. El niño debe ir a la escuela que necesita, la más adecuada a él.
En esto deben contemplarse los valores éticos de familia y comunidad. Por esos valores algunos preferirán escuelas religiosas o laicas. Martínez Núñez destacó la importancia de éstas últimas, donde pueden darse mayor respeto y libertad en la formación educativa. Lo que debe evitarse, dijo, es una contradicción entre los valores familiares y los de la escuela porque propiciaría una contradicción esencial en la formación del ser.
En la elección de escuela, el éxito
En opinión del especialista, es en la libre elección de escuela donde se encuentra el 60 por ciento de éxito del estudiante. Aunque en muchos casos la escuela se hereda o se elige por recomendación, por consejo de alguien que nos dice que determinada escuela “está muy bien”. Esto es que tiene “prestigio” al mismo tiempo que, en ocasiones, prestigia a quienes de ahí egresan.
En la elección de institución educativa para los niños la incertidumbre es amplia para quienes se ponen a pensar en una elección, no así para quienes resuelven este asunto con alguna recomendación o llevando al niño a la misma “buena escuela” que hace diez o quince años rindió tan “buenos frutos” con los padres.
Son pocas las oportunidades de ahondar en este tema de gran importancia, sobre todo porque son también pocos quienes ofrecen luces al respecto. De aquí la trascendencia de la convocatoria del profesor Daniel Martínez Núñez quien en una ilustrativa entrevista abordó los puntos nodales para la elección de la escuela. Es preciso, destacó, que se elija la escuela acorde al carácter del educando, la más apropiada a él y a su ambiente.
De manera especial, el fundador de Teizcali destacó: “Encontrar una escuela que tenga como fin último el objetivo que debe tener una buena educación: la autonomía del educando.
Escuela tradicional y escuela activa
Destaco el especialista que las escuelas no cambian, serán igual siempre, o es escuela tradicionalista o es escuela activa. Ambas están en la perspectiva de ser elegidas, lo importante es que dentro de sus corrientes pedagógicas sean eficientes, de calidad. Las escuelas así estarán siempre, ahí están con sus oferta que pueden ser onerosas o no pero siempre un negocio.
El profesor Daniel narra cómo nació su proyecto educativo Teizcali, escuela activa, hace casi 13 años motivado por brindar educación de calidad a sus hijas, por ello sostiene que en el Colegio Teizcali se ofrece una atención personalizada para que los alumnos se formen emocional, física y psicológicamente, aunque esa propuesta no es muy comercial.
“No es fácil porque cuando termina la clase el papá no ve que la niña o el niño lleve muchos libros y eso exige más atención de los padres, que los lleven a bibliotecas, al zoológico, a investigar, con un veterinario, según sea el tema. En esta escuela usamos los libros que proporciona la SEP pero se leen muchas revistas, periódicos y se da buen uso al internet”.
Sostiene que en Teizcali se apunta hacia la calidad, se dialoga, hay noticias, hay proyectos individuales y de grupo, seguramente por ello una buena parte de los 120 alumnos son de origen extranjero, “son papás que buscan proyectos semejantes a los de su país”.
Sin embargo, aclaró que de ninguna manera se desdeñan los libros, los estudiantes eligen y traen un libro cuya lectura realizan en programadas horas de clase. Cuando lo terminan de leer traen otro, el que les guste, el que le pidan a papá o mamá que les compre. “Aquí hay la suficiente libertad, pues se trata de formar personas autónomas”.
La educación bilingüe
Sucede que junto con la venta de prestigio, estatus, renombre que no es motivo pequeño en la elección de escuela también se ofrece “educación bilingüe”, muchas veces francamente sólo como señuelo pues la educación bilingüe es más que unas horas de inglés, exige, precisamente, que las clases y materias de conocimiento sean también ofrecidas en lengua extranjera. Es muy fácil ofrecer educación bilingüe habilitando a un par de profesores que sólo dan una horas del idioma adicionales o alternas a las clases de lo planes y programas de estudio nacionales.
“La búsqueda —sostiene— es que esa lengua sea funcional, como un lenguaje, no impartirlo como materia especifica, sino que se use en la investigación, que los alumnos lean textos, que escuchen, vean videos. No otra materia como se concibe en las escuelas tradicionales sino más aplicado. De tal manera que los alumnos que dominen el inglés den sus conferencias y resultados de investigación en ese idioma”, finalizó.
Esta última es la innovación actual del Colegio Teizcali, acorde a las tendencias empresariales en general: innovar siempre.
En esto deben contemplarse los valores éticos de familia y comunidad. Por esos valores algunos preferirán escuelas religiosas o laicas. Martínez Núñez destacó la importancia de éstas últimas, donde pueden darse mayor respeto y libertad en la formación educativa. Lo que debe evitarse, dijo, es una contradicción entre los valores familiares y los de la escuela porque propiciaría una contradicción esencial en la formación del ser.
En la elección de escuela, el éxito En opinión del especialista, es en la libre elección de escuela donde se encuentra el 60 por ciento de éxito del estudiante. Aunque en muchos casos la escuela se hereda o se elige por recomendación, por consejo de alguien que nos dice que determinada escuela “está muy bien”. Esto es que tiene “prestigio” al mismo tiempo que, en ocasiones, prestigia a quienes de ahí egresan.
En la elección de institución educativa para los niños la incertidumbre es amplia para quienes se ponen a pensar en una elección, no así para quienes resuelven este asunto con alguna recomendación o llevando al niño a la misma “buena escuela” que hace diez o quince años rindió tan “buenos frutos” con los padres.
Son pocas las oportunidades de ahondar en este tema de gran importancia, sobre todo porque son también pocos quienes ofrecen luces al respecto. De aquí la trascendencia de la convocatoria del profesor Daniel Martínez Núñez quien en una ilustrativa entrevista abordó los puntos nodales para la elección de la escuela. Es preciso, destacó, que se elija la escuela acorde al carácter del educando, la más apropiada a él y a su ambiente.
De manera especial, el fundador de Teizcali destacó: “Encontrar una escuela que tenga como fin último el objetivo que debe tener una buena educación: la autonomía del educando.
Escuela tradicional y escuela activa
Destaco el especialista que las escuelas no cambian, serán igual siempre, o es escuela tradicionalista o es escuela activa. Ambas están en la perspectiva de ser elegidas, lo importante es que dentro de sus corrientes pedagógicas sean eficientes, de calidad. Las escuelas así estarán siempre, ahí están con sus oferta que pueden ser onerosas o no pero siempre un negocio.
El profesor Daniel narra cómo nació su proyecto educativo Teizcali, escuela activa, hace casi 13 años motivado por brindar educación de calidad a sus hijas, por ello sostiene que en el Colegio Teizcali se ofrece una atención personalizada para que los alumnos se formen emocional, física y psicológicamente, aunque esa propuesta no es muy comercial.
“No es fácil porque cuando termina la clase el papá no ve que la niña o el niño lleve muchos libros y eso exige más atención de los padres, que los lleven a bibliotecas, al zoológico, a investigar, con un veterinario, según sea el tema. En esta escuela usamos los libros que proporciona la SEP pero se leen muchas revistas, periódicos y se da buen uso al internet”.
Sostiene que en Teizcali se apunta hacia la calidad, se dialoga, hay noticias, hay proyectos individuales y de grupo, seguramente por ello una buena parte de los 120 alumnos son de origen extranjero, “son papás que buscan proyectos semejantes a los de su país”.
Sin embargo, aclaró que de ninguna manera se desdeñan los libros, los estudiantes eligen y traen un libro cuya lectura realizan en programadas horas de clase. Cuando lo terminan de leer traen otro, el que les guste, el que le pidan a papá o mamá que les compre. “Aquí hay la suficiente libertad, pues se trata de formar personas autónomas”.
La educación bilingüe
Sucede que junto con la venta de prestigio, estatus, renombre que no es motivo pequeño en la elección de escuela también se ofrece “educación bilingüe”, muchas veces francamente sólo como señuelo pues la educación bilingüe es más que unas horas de inglés, exige, precisamente, que las clases y materias de conocimiento sean también ofrecidas en lengua extranjera. Es muy fácil ofrecer educación bilingüe habilitando a un par de profesores que sólo dan una horas del idioma adicionales o alternas a las clases de lo planes y programas de estudio nacionales.
“La búsqueda —sostiene— es que esa lengua sea funcional, como un lenguaje, no impartirlo como materia especifica, sino que se use en la investigación, que los alumnos lean textos, que escuchen, vean videos. No otra materia como se concibe en las escuelas tradicionales sino más aplicado. De tal manera que los alumnos que dominen el inglés den sus conferencias y resultados de investigación en ese idioma”, finalizó.
Esta última es la innovación actual del Colegio Teizcali, acorde a las tendencias empresariales en general: innovar siempre.