El gabinete que Oaxaca esperaba
Cuauhtémoc Blas
En la madrugada, a la 1:30 de la mañana del 1 de diciembre, fecha legal para su asunción como gobernador constitucional de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa tomó protesta como tal. No lo hizo como todos los gobernadores de Oaxaca, al menos en los tiempos recientes, en la sede del Congreso del Estado, sino en otro lugar, en las instalaciones de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión.
La S 22 que rodeaba el inmueble del Congreso no cejó para que la ceremonia de protesta del nuevo gobernador se diera formalmente en el recinto oficial. Lograron que el nuevo gobernador no entrara por la puerta grande, sino de manera deslucida, “a salto de mata” dicen los de MORENA, cuyos diputados no asistieron a la ceremonia madrugadora, sólo su coordinador de bancada.
Como quiera que sea ya hay nuevo gobierno, aunque la controversia por saltarse la legalidad, como reclaman los diputados de MORENA, arroje alguna penalidad, nada trascendente puede esperarse. Sin previa sesión extraordinaria para declarar un recinto alterno, para lo cual la Ley Orgánica del Congreso de Oaxaca establece:
“Artículo Sexto.- El Congreso del Estado, tendrá su residencia oficial en la Ciudad de Oaxaca de Juárez, celebrará sus sesiones en el edificio sede del Poder Legislativo y no podrá trasladarse a otro lugar, sin que lo acuerden las tres cuartas partes de los diputados presentes.”
A la toma de posesión no asistieron los representantes de la opinión pública, la prensa. Sólo dos ex gobernadores de Oaxaca, José Murat y Heladio Ramírez, este último agradecido porque le dieron una diputación local a su hijo.
Además del presidente nacional del PRI, estuvieron presentes esa madrugada los gobernadores de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, el de Yucatán, Rolando Zapata Bello y el Presidente del Senado de la República, Pablo Escudero Morales. Así como los senadores Roberto Gil Zuarth, panista, y el priista Emilio Gamboa. Horas más tarde arrancó el reparto de cargos en el gabinete.
Caras viejas, juniors y muchos de fuera
No hubo lo que podríamos llamar sorpresas, los mismos viejos políticos del PRI con poco prestigio en su palmarés llegaron de nuevo a los cargos. Junto a ellos figuran algunos juniores herederos de las mismas familias de la vieja clase política priista. Tampoco fue sorpresiva la inclusión de caras desconocidas de la legión del Estado de México y de la Cdmx que nos han hecho el favor de acudir a ayudarnos desde esos altos y redituables cargos públicos.
De los viejos y poco prestigiados políticos oaxaqueños destacan Alejandro Avilés y Javier Villacaña, secretario General de Gobierno y de Administración. En la presidencia del PRI, que puede considerarse un brazo más del gobierno estatal, quedó otro de similar catadura, Germán Espinoza Santibáñez.
De los junior destacan Miriam Liborio, en la Secretaría de la Mujer; Raúl Bolaños Cacho, secretario de Desarrollo Social; José Ángel Díaz Navarro, de la Contraloría, este último gris ex regidor del Ayuntamiento de Oaxaca, sin experiencia en asuntos de contraloría. Aunque la inexperiencia de estos funcionarios en esos cargos parece que fue el requisito para ubicarlos.
De la legión del estado de México y Cdmx, se encuentra nada menos que el Secretario de Finanzas, Jorge Gallardo Casas. Colaborador del hoy gobernador desde el Infonavit, junto a otros que forman parte del primer círculo del nuevo gobernante, como el mexiquense Alfonso Martínez, en la dirección de Comunicación Social. De la Cdmx Vicente Mendoza Téllez en la flamante dependencia de Enlace Federal y Relaciones Internacionales. Enrique Estacul, secretario Particular; y Jaime Lazcano, Jefe de la oficina del gobernador.
La paridad de género no se dio, apenas un par de mujeres ofrecen una trayectoria diferente, buena, Gabriela Velázquez en la Secretaría de Salud y Ana Vásquez Colmenares en Cultura, el asunto es que estén en los cargos donde puedan, efectivamente, hacer su mejor trabajo. La primera sin el carácter para enfrentar a los corruptos que saquearon esa dependencia, además de estar ligada a la familia Tenorio; la segunda destacada en marketing político.
Embestida junior
Prosiguió el nombramiento de los altos funcionarios del nuevo gobierno, una “comalada” de juniores hijos de quienes sacrificaron, de momento, su lugar en el gobierno para que sus muchachos prueben las mieles del poder. Los hijos de las Piñeyros, de los González Illescas, de esas familias de la vieja guardia política de Oaxaca que han sabido sostenerse en el tinglado.
Uno que otro arribista nuevo, que hasta las más democráticas plumas perciben como intrusos o intrusas, como es el caso de Olivetti Paredes, joven mixe de San Juan Guichicovi con los mismos “méritos” que los demás del gabinete ampliado. Ella obtuvo la dirección del Instituto de la juventud, pero ha sido más criticada que nadie. ¡Carajo!, que asciendan en esas posiciones los productos de la clase política de siempre es normal, pero que llegue esa intrusa, ¡no!
Empero, el Instituto de la Juventud es una posición inocua, lo más que hace cada año es entregar el Premio Estatal de la Juventud, habrá que poner atención en algunos puestos que son de verdad decisivos. Donde quienes fueron designados, hasta pueden provocar verdaderas desgracias por su supina ignorancia para ocupar esos cargos.
Dos indoctos de peligro y otros
Dos casos destacan, con dos famosos aviadores del IEEPO, quienes alguna vez fueron profesores, María Luisa Matus Fuentes y Amando Bohórquez Reyes, de Juchitán y Miahuatlán, respectivamente. Los dos ex diputados locales. La primera apenas puede hilvanar sus discursos políticos, el otro un poco más, ya fue presidente municipal.
Pues la profesora de primaria, María Luisa, fue designada, para regocijo de la escasa comunidad científica de Oaxaca, directora del Consejo de Ciencia y Tecnología del estado, con ella van a revisar los proyectos a veces complicados de desarrollo tecnológico; y el otro, también destacado aviador del IEEPO, Amando Bohórquez, fue nombrado director de Protección Civil. Ninguno sabe de qué se trata lo que será su trabajo.
Un amigo de la directora de marras nos comentó en Juchitán, literal: “¡Ay malos!, por qué le dan ese cargo a mi amiga, en qué problema la meten, le hubieran dado algo de atención a los indígenas o de educación especial”.
Amando Bohórquez, hombre de pueblo, diputado gris que sabe ser dirigido por el pastor de su bancada, experto en hacer negocios con la política, ahíto de hacer fortuna con la gestión y los cargos, ojalá no tenga que atender una conflagración o desastre natural porque una instrucción suya puede provocar mayor desastre.
“Bueno —nos decía el amigo de la profesora— ¿qué ellos no pueden decir no puedo con ese cargo, no estoy preparada, es mucho para mí? Hay que tener un poco de vergüenza, ¿cómo le van a hacer, qué van a decir cuando se encuentren con personas verdaderamente instruidas, con científicos de verdad?
Otro de los beneficiados en esta piñata decembrina es Marcos Fredy Hernández designado por el titular de Tránsito del Estado, como sub secretario de Vialidad, no obstante su oscuro historial desde que fue director de Tránsito del atropellado gobierno municipal de Luis Ugartechea, así como su experiencia en el manejo de taxis “clonados”.
Un notario, Porfirio Chagoya en la dirección Forestal, amplia experiencia ha de tener con el cuidado de sus grandes jardines; así como Rodrigo González Illescas, otro junior, quien dejó apresuradamente la sindicatura del Ayuntamiento de Oaxaca para ir a ponerse al frente nada menos que de la dirección general del Colegio de Bachilleres.
Con estos peligrosos nombramientos, de quienes no tienen el perfil para esos puestos claves, en general no hay sorpresas, era el gabinete que Oaxaca esperaba. Al menos al final no habrá tan dura decepción, pues ahora no ofrecieron la salvación del pueblo.
El mensaje clarísimo es que con este personal nada bueno se augura para Oaxaca, las caras viejas imposible que oculten de su trayectoria su afición por el erario, Alejandro Avilés, Javier Villacaña; los juniores, algunos ya no tan jóvenes están instruidos para lo mismo. Y los que vienen de fuera ya empezaron a llevarse a sus dependencias las tajadas más grandes del presupuesto de la entidad. ¿Esa será su ayuda?