Mala estrategia abandonar a la UABJO por Seara Vásquez

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Académicos del Papaloapan denuncian dictadura del rector vitalicio

Cuauhtémoc Blas

 

El presupuesto de la UABJO para este año será de 945 millones de pesos para atender a 23 mil 700 estudiantes y 2 mil 342 catedráticos; el del SUNEO es de 650 millones de pesos para una población de 8 mil 500 alumnos y 1 mil 500 maestros. Para la principal Universidad pública local cada vez menos recursos, para el rector consentido Seara Vásquez y sus escuelas una cantidad desproporcionada en tanto apenas atienden la tercera parte del alumnado que tiene la UABJO.

 

Cierto que la problemática interna que ha hundido a la UABJO es algo en que se apoya el rector supremo del SUNEO para justificar no sólo la vigencia de su sistema, sino el autoritarismo con que gobierna esas 10 escuelas. Mientras la primera siga en el caos de su excesiva politización, con seis sindicatos y grupos de poder internos que la tienen como rehén, siempre parecerá una ventaja que haya otra institución que aun con mano dura y hasta arbitraria se mantenga en paz.

 

Abandonar a la UABJO

 

Sin embargo, habida cuenta de los resultados a casi tres décadas del funcionamiento de ese sistema de educación superior alterno, se ha visto que dejar de atender a la UABJO, abandonarla ha sido una pésima estrategia de gobierno. Lo que revela que los gobiernos de Oaxaca no se han preocupado por la educación del pueblo.
Primero se apoyó la división de la UABJO al formarse la URSE. Colegio privado que se hizo llamar de inmediato Universidad. Pronto cayó igual en manos de rectores que se eternizan en el puesto. No ha figurado en el ranking de las 100 mejores del país.

 

Con Heladio Ramírez, se creó la Universidad Tecnológica de la Mixteca para su amigo Modesto Seara Vásquez. Seara trascendió a Heladio, bien acoplado a los gobernadores priistas, incluso aunque fue aliado de Ulises Ruiz, logró ganarse a Gabino Cué, hasta llegar hoy a la segunda época muratista.

 

En tanto, a la UABJO se le redujo en todo, primero quedó en manos de Leticia Mendoza Toro -viuda del prócer porril Nahúm Carreño Vásquez- con quien el gobierno del estado creyó tener la gobernabilidad de la Universidad y la apoyó aunque no ofreciera ninguna mejoría académica sino al contrario. El control de rectoría y el botín en que la convirtieron, en todas sus facultades y áreas que casi funcionan de manera independiente a la autoridad central, aceleró la decadencia de la UABJO.

 

Abraham Martínez Alavés, ante la ausencia del hombre fuerte que fue Nahúm, formó el sindicato de maestros, SUMA, con el que inició el control caciquil del poder en la UABJO. Este sindicato nació con ofrecimiento de cambio y superación académica, pero pronto exhibió su real cometido: instaurar un abierto cacicazgo de un clan donde familiares e incondicionales del cacique Abraham controlan los puestos claves y direcciones. Su hijo Eduardo fue secretario particular de dos rectores, impuestos por su padre, hasta llegar a ser rector él mismo. Con otro vástago esta familia ha controlado toda la información de la institución desde la dirección de redes electrónicas. Su red de alianzas donde se reparten los cargos y áreas rentables, le permitió instaurar un violento control a cualquier costo. El peor ha sido la aguda pérdida de calidad académica.

 

El precio que ha pagado la UABJO por esa dinámica ha sido alto, entre éstos ser la Universidad que recibe el más bajo subsidio de todas las del país, hasta llegar hoy a estar ahogada económicamente, frente a la peor crisis económica de su historia. Recientemente el rector Eduardo Bautista Martínez declaró que la Universidad se quedó sin recursos para el pago de jubilaciones y laudos para este año 2017. Copado por seis sindicatos, algunos divididos en facciones que incrementan el número de frentes que atender, el rector ha intentado romper el cerco de los grupos de poder interno; logró remover a su ex secretaria particular, posición estratégica para el control de los rectores.

 

Llega a su peor crisis la Universidad estatal en manos del único rector con credenciales académicas de ciencias sociales de los últimos tiempos, ha tenido contadores y arquitectos. La institución está quizá en una de las pocas oportunidades o última para tratar de remontar sus grandes rezagos. Entre los pronunciamientos y comunicados del rector, empero, destaca la irrenunciable vocación de libertad y democracia que debe tener y procurar una Universidad pública.
Académicos del Papaloapan rompen el silencio

 

Que un personaje sea rector de una Universidad por más de 27 años no es nada saludable. Es el tiempo que lleva Seara Vásquez en ese cargo. Ya ninguna institución en México tiene rectores-dictadores. La excesiva permanencia ni siquiera es saludable para quien ostenta el cargo. Los excesos de poder son inevitables, junto con la creación de intereses, de grupos que logran entrar en el ánimo del poderoso. Esto sólo es posible, precisamente, donde no hay libertad ni democracia.

 

Los vicios que supone una estancia de casi tres décadas, además con la certeza de ser inamovible, son peores que en la UABJO, en tanto en el SUNEO nadie puede rebelarse so pena de ser expulsado si es alumno o despedido hasta sin liquidación si es profesor. Cuando en la UABJO los jóvenes se han quejado de cobros indebidos para ingresar a una Facultad, y llevar sus casos ante derechos humanos u otras autoridades, logran ganar sus casos. No así en el imperio de Seara.

 

Escuela privada con recursos públicos

 

Recientemente, por fin un buen número de académicos de este Sistema de Universidades vencieron el temor hacia el rector supremo y lo denunciaron en una carta abierta dirigida el gobernador Alejandro Murat y al Congreso del estado. En ocasiones anteriores sólo algún profesor hacía pública la injusticia de haber sido despedido.
Los docentes del Papaloapan denuncian que “El Rector ordena el cobro de un curso propedéutico a alumnos como requisito para su ingreso y una colegiatura mensual de $4,000. El cobro de esta colegiatura hace ver a la Universidad como una Institución privada y no pública como lo señala su Decreto de Creación.

 

“El Rector falta al Artículo 11 del Decreto de creación, donde se lee que ´el Consejo Académico deberá sesionar en forma plenaria y las sesiones serán ordinarias y extraordinarias´. La realidad es que con todo el autoritarismo que lo caracteriza nunca ha convocado a una Sesión Ordinaria; todas son extraordinarias y sólo se tratan asuntos propuestos por él. En la contratación de personal académico y en las definitividades comete varias arbitrariedades, ya que durante el contrato de seis meses si tiene la sospecha de que el profesor no va estar de acuerdo con sus arbitrariedades, no le abre la convocatoria para su examen de oposición y es despedido, aun cuando haya mostrado alta capacidad académica. En la recategorización de profesores comete el peor nepotismo, ha recategorizado a sus amistades, aunque no cumplan con la productividad académica.

 

“Han despedido injustificadamente a profesores y trabajadores, los finiquitan con la cantidad más miserable, o bien, no les dan nada, donde les hacen firmar la renuncia que las mismas autoridades redactan a su antojo, donde se lee que “renuncian por voluntad propia”, pasándose por alto la Constitución y la Ley Federal del Trabajo. Actualmente el Rector tiene una demanda antela Junta Local de Conciliación y Arbitraje, por despido injustificado, donde fiel a su autoritarismo se niega a reconocer una relación de trabajo con el profesor, quien no firmó la renuncia y los documentos apócrifos que redactaron a su antojo y querían que les firmara.

 

“Señor Gobernador y Congresistas, no más al abuso de autoridad, no a la coerción de la libertad de expresión, no más corrupción, ni amenazas, nepotismo y autoritarismo. La universidad se debe dirigir en un ambiente de armonía y legalidad, respetando su Decreto de Creación, los Derechos Humanos, la Ley Federal del Trabajo y la Constitución”. (Carta abierta Noticias, 27 de abril de 2017. Pág.6)

 

En el 2013 el doctor Carlos García Medina de la Universidad del Istmo fue despedido del campus Ixtepec para no respetarle sus incapacidades por enfermedad, demandó y exhibió a la institución: “la autoridad impone su mandato por la fuerza, manipula la información y lo transforma a su capricho, creando un monstruo que terminara destruyéndose a sí mismo”.

 

http://revistaenmarcha.com.mx/miscelanea/1190-represion-e-impunidad-en-las-universidades-de-modesto-seara-suneo.html